En los salones recreativos de finales de los 90 era muy habitual ver juegos de todo tipo y muchos de ellos enfocados en el género de la acción, pero pocos tan violentos como lo fue The House of the Dead. Resulta que esta decisión de otorgarle un tono tan salvaje no fue fruto de la casualidad, sino de una decisión muy concreta por parte del equipo de desarrollo para dirigirlo al público adecuado.
En una entrevista de 1997 con la revista oficial de Sega Saturn, el director y planificador, Takashi Oda, explicó que desde el primer momento tuvieron muy claro que no querían que el juego estuviera dirigido para unos jugadores muy jóvenes, y mucho menos para niños. Para lograrlo, tomaron una medida poco habitual en aquella época: hacer que los protagonistas fueran bastante más mayores en comparación con los típicos personajes.
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En ese momento era demasiado habitual ver a héroes que rondaban los 20 años. Así pues, con esta simple decisión, tenían la excusa perfecta de justificar un tono más serio y orientado a adultos. Además, Oda puntualizó que con personajes más veteranos se libraban de cualquier presión por tener que suavizar los zombis, la sangre o la ambientación tan aterradora que se desprendía en algún que otro momento.
De hecho, de haber querido que los jóvenes lo jugaran, entonces habrían tenido que plantear el juego de otra manera, incluso modificando las criaturas a las que habría que enfrentarse.
Gracias a ese planteamiento, The House of the Dead se convirtió en ese clásico arcade que era muy habitual de encontrar en los salones recreativos y que marcó un antes y un después en el género de los shooters sobre raíles, de ahí que más adelante acabara recibiendo varias secuelas.
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La noticia Así se las ingenió The House of the Dead para ser uno de los arcades más salvajes de su época y no apto para todos los públicos fue publicada originalmente en Vida Extra por Sergio Cejas (Beld) .
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