Para muchos fabricantes los autobuses híbridos son la alternativa que las ciudades más concienciadas con el medio ambiente necesitan. Por eso, que no te extrañe que en pocos años comiencen a poblar ciudades como Estocolmo, Hamburgo o Luxemburgo.
Por todos es sabido que el centro de las grandes ciudades acabará siendo en gran parte peatonal por las constantes prohibiciones de circulación/aparcamiento en determinadas zonas por los elevados niveles de contaminación existentes. Londres, París, Madrid... Muchas son estas ciudades y cada una está tomando caminos diferentes: peajes, restricciones de circulación, multas, cambios en la normativa de aparcamiento regulado... pero muy pocas hablan de modernizar el sistema de transporte público terrestre con propuestas como los autobuses híbridos.
Los autobuses híbridos no paran de mejorar, de evolucionar, y cada poco tiempo sale a la luz un prototipo que mejora lo que ofrece la competencia, y este es el caso que nos une hoy. Volvo acaba de presentar su 7900 Electric Hybrid bus, otro autobús híbrido que viene a ofrecer la propulsión híbrida enchufable como la mejor alternativa, pero en este caso añaden una modificación que afectará a las paradas, momento en el que se recargará parcialmente, tal y como hemos visto con otras propuestas.
Con este modelo, hasta el 70% del recorrido urbano podría realizarse en modo 100% eléctrico.
La propuesta del fabricante sueco se articula en dos motores: uno diesel con 240 caballos y muy revisado para que cumpla la exigente normativa de emisiones Euro 6 pero que no se corta en ofrecer una fuerza bruta de 918 Nm, el propulsor eléctrico se ha confiado a un motor con 2014 caballos y un par de 1.200 Nm. Las baterías de iones de litio rezan una capacidad de 19 kWh y son capaces de ofrecer hasta 7 kilómetros de autonomía empleando solo la electricidad. Recuerda que un autobús interurbano tiene las paradas a pocos cientos de metros de distancia, por lo que este dato, aunque parezca pequeño, es más que suficiente. La carga rápida hace que sus baterías estén listas en tan solo 6 minutos.
La novedad radica en la posibilidad de recargar parcialmente las baterías en cada parada que haga el autobús para recoger viajeros. En función del tiempo empleado, la carga podría compensar incluso el recorrido realizado hasta llegar a la siguiente parada. Pero no solo hablemos de contaminación medioambiental, sino que vayamos un paso más.
Estocolmo, Luxemburgo y Hamburgo serán las primeras ciudades en disfrutar de este tipo de autobuses híbridos.
Cuando me refiero a contaminación no solo me limito a la medioambiental, sino a la acústica. Los autobuses híbridos con suficiente capacidad para recorrer unos 7-10 kilómetros en modo 100% eléctrico son capaces de circular sin generar el ruido que ahora producen, una cualidad que repercute en todos, en los clientes de las terrazas, en los vecinos y en los turistas. Una ciudad menos ruidosa se disfruta más.
De la misma forma que los coches tienen los días contados en ciertas ciudades, los autobuses híbridos coparán el sector gracias a una mezcla de tecnología y ecología que beneficiará tanto a los habitantes como a la economía de los ayuntamientos. Pasear por el centro de una ciudad cuya superficie es casi totalmente peatonal y los autobuses no emiten ruido ni emisiones contaminantes es una utopía que poco a poco acabará por hacerse realidad.
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