La agencia Magnum Photos nació el 1947, iniciado así un colectivo que con el paso del tiempo se convertiría en uno de los más importantes de la historia fotográfica.
El pasado 28 de junio, la revista TIME anunciaba que la prestigiosa agencia de Magnum Photos incorporaba seis nuevos miembros a su plantilla, un número récord en sus 68 años de existencia. La adhesión estos fotógrafos es un indicador de cómo busca renovarse y adaptarse a las nuevas exigencias.
De hecho, Matt Black es un profesional que recibió el premio a mejor fotógrafo de Instagram por la revista Time. El mundo de la imagen ha cambiado bastante desde que en 1947 un grupo de reconocidos reporteros gráficos se reuniesen para crear una agencia que sería histórica. Muchos de ellos, fotógrafos clásicos que actualmente admiramos y nos sirven como referencia.
Todavía hoy es inevitable sentirse maravillado ante cualquier reportaje de la agencia Magnum Photos. Sin embargo, esas instantáneas serían imposibles sin una filosofía de trabajo adecuada, aquella que permite a sus autores desarrollar de la mejor forma posible su profesión. Esos pilares se construyeron hace 68 años gracias a 4 fotógrafos de guerra que deseaban cambiar la forma de realizar el fotoperiodismo.
Los orígenes
David Seymour y Robert Capa | Magnum Photos
Como detallan en la propia web de Magnum, los encargados de iniciar el proyecto fueron Robert Capa, Henri Cartier-Bresson, George Rodger y David Seymour. El grupo de fotógrafos quedó bastante marcado por la tragedia de la Segunda Guerra Mundial, por lo que dos años después de su finalización decidieron inaugurar una agencia de imágenes que no solo incidiría en lo que se muestra, sino en cómo se hace.
Quizá fuese el final de esa catástrofe mundial lo que incitase a los fotógrafos a encontrar nuevos métodos de inmortalizar aquellos instantes decisivos de nuestra historia, o quizá fuese la unión los cuatro grandes genios. Fuera como fuese, desde entonces la agencia Magnum Photos se ha encargado de estar presente en los momentos más importantes y de capturar imágenes que se corresponden con un fragmento determinante de nuestro pasado.
Ya en la mitad del siglo XX, los fundadores de Magnum pronosticaron las funciones que los fotógrafos tendrían en el futuro. Según indica George Rodger, Robert Capa previó la importancia que tendrían los pequeños dispositivos en el mundo de la imagen. Cada vez más, la fotografía era instantánea y transportable, se trataba entonces de empezar a llevar a la práctica eso de “estar en el lugar adecuado en el momento oportuno”.
Margaret Bourke White y Henri Cartier-Bresson
Inicialmente, Magnum Photos tuvo su origen en Nueva York y París, pero pronto se expandiría a Londres y Tokio. La forma de trabajar era diferente, los directivos de la agencia no se encargaría de manejar a los fotógrafos, sino de apoyarles en su trabajo. Asimismo, por primera vez se empezó a incidir en la importancia que tenían los derechos de autor de una captura. Ahora el autor no era el medio en donde aparecía esa imagen, sino la persona que inmortalizó esa foto. Aquello tenía varias consecuencias positivas, ya que se podía vender esa serie de instantáneas a diferentes revistas siendo el fotógrafo el principal beneficiado.
Por otro lado, Magnum Photos tampoco se encargaba de ordenar qué debían cubrir los trabajadores, eran ellos mismos los que decidían sus propias historias, algo que repercutía en los resultados y en el nivel de implicación que tenía el profesional con aquello que capturaba. Así, el reportero tenía cierto nivel de libertad con respecto a su trabajo para mostrar su particular punto de vista acerca de un suceso.
Por ejemplo, Cartier-Bresson se dedicó a retratar los últimos días de Gandhi, mientras que Ernst Haas capturaba cómo se preparaba la superproducción de Hollywood “Tierra de faraones”. Por otro lado, la mujer de Haas, Inge Morath, era la encargada de revisar todo el material que llegaba de los fotógrafos. Así, tras estar rodeada de profesionales como Bresson, ella se contagió de sus técnicas y terminó realizando sus propios reportajes gráficos.
Ernst Haas
Sin embargo, a pesar de esa libertad, la Agencia Magnum no dejaba de ser un intermediario entre el fotógrafo y el cliente, por lo que todavía podían existir ciertas exigencias impuestas por el medio. No obstante, Cartier se encargó de enviar una nota a cada fotógrafo de Magnum Photos:
"Quiero recordar a todos que Magnum fue creado para permitirnos, y de hecho para obligarnos, a traer testimonio de nuestro mundo de acuerdo a nuestras propias capacidades e interpretaciones.”
Por lo tanto, en sus orígenes se sentaron aquellas bases que definen mucho de su trabajo actual. También han sabido adaptarse al contexto de cada época, pero la esencia original se sigue manteniendo, eso es lo que convierte a Magnum Photos en la mejor agencia de fotografía de la historia.
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