Puedo decir sin miedo a equivocarme que los juegos de Ubisoft no tienen los mejores coleccionables. Eso sí, no fallan en cantidad. Assassin's Creed se lleva la palma porque suele pecar de tener demasiados, desde las plumas o páginas repartidas por todo el mapa hasta cofres con equipamiento especial. Y cuanto más grande el mapa, peor. Far Cry 6 es prueba de ello.
No todos son malos, obvio. Los teléfonos de The Division son muy interesantes, los hitos de Assassin's Creed Valhalla fueron terapia muy relajante para mí y Assassin's Creed Unity tiene varios que implican seguir pistas sobre diferentes lugares del mapa. Esto va en función de gustos, pero objetivamente tenemos que admitir que otros juegos como Red Dead Redemption 2 y Ghost of Tsushima trabajan mejor este apartado.
Deseo con todo mi ser el diario de Naoe de Assassin's Creed Shadows
No sé si Assassin's Creed Shadows será uno de los mejores juegos de la franquicia, pero creo de corazón que puede marcar la diferencia. Esta fue mi conclusión final durante mis primeras impresiones, ¡y lo mantengo! No solo tuve en cuenta sigilo, combate, ambientación e historia, también un coleccionable que pude ver durante la prueba.
Ni siquiera se ha lanzado, pero ya puedo decir que tiene uno de los mejores coleccionables de toda la franquicia. Al menos en mi opinión. Encontré varios del mismo tipo de camino a un par de misiones con Naoe. Estaban más cerca entre sí de lo que me gustaría (lo cual me preocupa por la cantidad), pero me enamoraron profundamente.
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Resulta que con Naoe puedes acercarte a ciertos animales para pintarlos en tu diario. El coleccionable tiene su miga, porque debes hacerlo utilizando la mecánica del sigilo. Si consigues recortar suficiente distancia, el juego te permite adquirirlo con éxito y te recompensa con una cinemática de los animales mientras la shinobi dibuja la escena en su diario. Y la dibuja literalmente porque puedes ver que el trazado es diferente en cada caso.
Fallo mío no comprobar si Shadows cuenta con una sección de coleccionables para apreciar cada dibujo, aunque el juego tampoco me ofreció la opción al notificarme el éxito de cada uno. La existencia de un diario digital con descripciones sería la guinda definitiva para que me enamore perdidamente de este coleccionable. Me encanta el minijuego, porque rara vez los videojuegos ofrecen opciones alternativas a la violencia, y las cinemáticas son muy adorables... al menos las pocas que pude ver.
Este coleccionable de Shadows me recordó a varios de otros videojuegos que están en mi lista de favoritos. El diario de Arthur Morgan en Red Dead Redemption 2 es el más evidente y no me sorprendería que fuese una de las inspiraciones de Ubisoft. ¡Incluso lo aplaudiría! Este en concreto es tan bueno que la comunidad ha recreado los diarios en versión física. Puedes comprar uno. No son muy caros.
Tuve muy presente a Ghost of Tsushima durante la prueba por razones muy evidentes, pero otras no tanto. El coleccionable de Naoe me recordó a varios presentes en la obra que Sucker Punch Productions, que también se encuentran entre mis favoritos de toda la historia: los Haikus y los Puestos de Bambú, especialmente el primero.
Los haikus de Ghost of Tsushima forman mi coleccionable favorito de la historia en los videojuegos. Se encuentran explorando, como la mayoría de coleccionables, pero conseguirlos o completarlos requiere de un ejercicio de reflexión. Tu haiku se forma en función de los apartados que selecciones, así que tu colección al terminar el juego será completamente única. Existen muy pocas probabilidades de que existan dos con los mismos haikus. Además, pueden representar tu forma de pensar o estado de ánimo en ese momento.
Por otro lado, los Puestos de Bambú son desafiantes y están inspirados en una práctica real para probar la calidad de las katanas. Era una práctica muy común en la época y se llevaba a cabo por el forjador, aunque el dueño también podía ponerla a prueba. Se acabó convirtiendo en todo un arte, ya que requiere de concentración y técnica a partes iguales... como en las versiones más complicadas del juego.
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Por último y no menos importante, recordé los hitos de Assassin's Creed Valhalla. Son conocidos como el minijuego de hacer torres con piedras. Ocurre algo similar que con los haikus de Ghost of Tsushima: cada jugador puede amontonar las piedras como quiera, siempre que cumplan con la altura requerida. Es un juego de ingenio en el que la gravedad suele ser tu enemiga, pero se puede convertir en tu aliada si eres creativo. Completar cada uno fue un pequeño momento de paz y tranquilidad.
Todos estos coleccionables tienen una cosa en común: requieren del jugador algo más que pulsar un botón en un lugar concreto. Se toman su tiempo y te invitan a contemplar escenas que pasarían desapercibidas para la mayoría. O quizás te fuerzan a mirar, todo depende de la actitud de cada uno. En cualquier caso, agradezco de corazón cuando hay coleccionables de este tipo. Ojalá el resto de Shadows sean similares. No sé si existe (o existirá) el diario de Naoe, pero lo necesito con todo mi ser.
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La noticia Assassin's Creed Shadows ni siquiera ha salido, pero ya me ha conquistado con uno de sus coleccionables al estilo de Red Dead Redemption 2 fue publicada originalmente en Vida Extra por Alberto Martín .
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