Noticia Australia está tan lejos de España en kilómetros como en energías renovables

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En España se tasa el sol, en Australia, para 2018, las oportunidades permitirán que el 50% de los australianos sean autoconsumidores.


España sigue dandole la espalda al sol. La reciente aprobación del nuevo real decreto aportó pocos cambios a la situación, y el autoconsumo sigue siendo inviable para la mayoría.

Autoconsumo que en España implica demasiados costes. La curva de producción de los equipos fotovoltaicos no suele coincidir con la demanda. Se genera energía eléctrica durante el día y suele consumirse a la tarde y noche. La energía extra que se produce por el día es vertida a la red eléctrica sin beneficio alguno y, cuando se necesita, se ha de recurrir a la red eléctrica al mismo costo que el resto de los consumidores.

España pone trabas al autoconsumo, es muy difícil justificar una inversión en energías renovables pese a que los paneles sean cada vez más eficientes y las baterías para el hogar producidas en masa comiencen a presentarse.

Mientras tanto, en países con menos horas de sol como Dinamarca o Japón la situación es muy diferente. Australia es el mejor ejemplo, está tan lejos de España como diferentes son los apoyos a las energías renovables y el autoconsumo de sus ciudadanos.

Un informe del Climate Council, una organización no gubernamental, encuentra que los grandes avances en las soluciones de almacenaje eléctrico constituirán un drástico avance en la nación convirtiéndola en la primera "gran nación" de la energía solar.

Se espera que, para 2018, la mitad de los australianos puedan generar y consumir su propia energía sin necesidad de estar conectados a la red eléctrica. Australia ya parte en la pole position, ya que tiene el mayor porcentaje de casas con paneles solares del mundo. El 15%, que es el doble que Bélgica, el segundo país con más uso de paneles debido a los incentivos del pasado.

Además de los beneficios obvios para el medioambiente, los australianos están disfrutando de facturas más bajas gracias a los paneles y a la regularización local. En Australia se prestaron múltiples ayudas para la instalación de paneles solares, aunque cada vez menos debido al auge de los mismos y sus reservas de carbón. La energía generada por los consumidores se paga a mucho menos que antes, pero da igual, aún así compensa frente a las facturas de red eléctrica.

¿Ahorros en la factura? En España a nadie le salen las cuentas. Pero es que hay una clara diferencia, en Australia los consumidores pueden vertir el excedente energético a la red y luego recuperarlo en las horas sin sol a cambio de una cuota de compensación. Funciona en Australia como lo hace en países como EEUU, Alemania y Dinamarca e, incluso, países del mediterráneo como Grecia, Italia y Portugal (con diferentes tasas y posibilidades, pero siempre con una compensación).

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José Manuel Soria (Europapress)


El real decreto en España establece dos modalidades: la primera para aquellos usuarios que tengan una instalación menos a los 100kw, solo para autoconsumir, de forma que pueden verter a la red el excedente, pero sin obtener compensación alguna.

Y la otra, para los consumidores con instalaciones de más de 100 kw. Éstos pueden verter y vender el sobrante a la compañía eléctrica, pero deberán estar inscritos en el registro de productores de electricidad.

Es decir, una casa con dos paneles solares en el techo tendría que vertir la energía eléctrica sobrante y seguir pagando al igual que todos la factura de la luz por usarla por la noche. ¿Cómo se amortiza entonces la inversión?

España es famosa por su sol, pero vivimos a la sombra en energías renovables. Además de tener que invertir grandes sumas en los paneles solares y conversores, los españoles tienen que contribuir a los costes generados de las eléctricas para, supuestamente, evitar que los costes recaigan en el resto de consumidores conectados a la red.

El impuesto protege el deficit en demanda que se generaría, pero que hace injustificable la inversión pese a los avances y protege a las eléctricas. Debido a que la energía eléctrica no se almacena, sino que se produce en tiempo real, se necesita producir para suplir una demanda se consuma o no. Estar conectado a la red eléctrica supone un gasto contante, si no se consume la energía prevista esta no se recupera.

Pero los consumidores no pueden justificar la inversión en energía solar, algo que sí se puede hacer en Australia, Dinamarca, Bélgica o Alemania. Existe una compensación a los usuarios que generan su propia electricidad.

Para el Climate Council el desarrollo de baterías del hogar producidas por fabricantes como Tesla y Panasonic hará que los precios bajen y las capacidades aumenten. Esa mejora tendrá un drástico impacto en cómo la sociedad australiana alimentará sus hogares.

Y sí hoy comienza a ser rentable en Australia, imaginad dentro de 10 años o 20 años. El precio de las baterías bajará cada vez más, el de la luz subirá. Es una inversión de futuro, y el las leyes australianas no luchan por ello. Eso, todavía, es propio de España.

El real decreto impone una tasa por la infraestructura eléctrica en España.

En España para solucionar el posible deficit en la factura se tasa el sol. Una medida más preocupada por las eléctricas que por los ciudadanos y el desarrollo de las energías renovables.

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