
Un pozo, mil pelotas y una fusión explosiva de ideas. Hay juegos que se cuelan en tu backlog... Y luego está Ball x Pit. De hecho, lo nuevo de Devolver no solo entra ahí sin permiso: lo dinamita. Lo manda a tomar viento. ¿Por qué no estoy jugando ahora mismo?
La idea general detrás de Ball x Pit, se explica muy rápido: avanzar por un pasillo lleno de enemigos disparando bolas. ¿Ya está? Bueno, hay mucho más. Te adelanto que te atrapa rápido y sucumbes ante ella cuando a la tercera partida: Kenny Sun Games mezcla el ADN de Breakout, las sensaciones de Space Invaders, un sistema de control a lo Puzzle Bobble, la locura de Vampire Survivors... Aplícale a todo lo anterior, que no es poco, una capa de roguelite y lo tienes. ¡Menudo vicio!
El resultado, una vez has entendido cómo funciona Ball x Pit, en el momento en el que haces click o desbloqueas tu primer héroe, es que este juego te toma del brazo y no te suelta. O, más bien, soy yo el que no lo quiero soltar.
Y es que Ball x Pit no pide permiso. Te atrapa, te revuelca y te lanza de cabeza a un pozo de bolas, caos y adicción. Justo cuando piensas que acabas de tener esa partida en la que por fin quedas satisfecho, que has llegado muy lejos o has logrado vencer al jefazo de turno, te desbloquea algo nuevo. Te abre un nuevo camino o habilita un nuevo héroe al que lanzarte a este pozo de horas en el sentido más literal.

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Sin embargo, y pese a lo bien que funciona su sencillez e ideas propias de los videojuegos clásicos, lo que me tiene obsesionado es su manera de retenerte durante el desarrollo de la partida. De tenerte disparando hasta el final. Lo suficiente como para no vacilar demasiado tras vencer o ser vencido y empezar a jugar la penúltima. La eterna penúltima.
Esa nueva partida que empiezas viendo todo lo que has logrado, sopesando lo que estás a punto de conseguir y mirando el reloj con cierto grado de culpabilidad. Y cuando la acabas, cuando logras algo nuevo, sabes que valió la pena.
Un pozo de bolas, caos... y adicción
Vaya por delante que lo de Ball x Pit ya lo veía venir. En parte porque me conozco, las cosas como son, pero también porque hay editoras que publican juegos no tan grandes, pero que sabes que te van a obsesionar. Devolver Digital es una de esas. Sus indies son prácticamente manifiestos jugables que se cuelan, de manera sibilina, entre lanzamientos potentes. Y Ball x Pit no solo ha confirmado esa tendencia: la ha convertido en una especie de ritual.
Ball x Pit es un roguelite que en el que somos un aventurero que trata de limpiar un pozo de demonios lanzando todo lo que llevamos encima. Sencillo, ¿no? Kenny Sun Games nos propone reconstruir Bolabilonia, una ciudad que ha sido destruida por un meteorito que, en el proceso, ha dejado un gigantesco foso lleno de enemigos, tesoros y caos. De modo que la dinámica general pasa por descender al pozo, sobrevivir a lo que hay en él y reedificar la ciudad desde las ruinas.
Por supuesto, esto habilita que el juego funcione a dos velocidades: mientras que en la ciudad se gestionan las mejoras de cada partida, lo realmente divertido ocurre al descender por un foso infinito disparando bolas que rebotan, destruyen esqueletos y seres de la noche y evolucionan mientras hordas de enemigos intentan convertirte en polvo de píxel. Dicho así suena simplón. No lo es.

Ball x Pit combina la acción con los puzzles a través de un sistema de combate vertical. Durante el desarrollo de las partidas los enemigos descienden en bloques (a lo tetris) desde la parte superior, y tú los enfrentas moviéndote con total libertad por el pasillo formado, disparando bolas que rebotan y destruyen todo a su paso. Lógicamente, no son bolas normales y sus efectos varían según el héroe y la partida.
Pese a que cada personaje comienza con su propia bola, a lo largo del juego podremos despejar el camino lanzando más de 60 bolas con habilidades distintas. Unas explotan, otras generan terremotos, algunas se despliegan verticalmente... Pero lo mejor es que no tienes por qué elegir: puedes equipar hasta 4, fusionarlas y crear sinergias devastadoras.
Cada bola tiene personalidad. Durante las partidas vamos desbloqueando mejoras, efectos y nuevos tipos de disparo que, además, podemos fusionar o subir de nivel. Es más. cada combinación posee una sinergia inesperada. De modo que cada partida no solo se siente única, sino que te obliga a jugar diferente.
Puzzles, acción, supervivencia, estrategia y extra de roguelite. ¡Todo junto!

La sencillez de Ball x Pit choca con una experiencia de juego a la que le puedes poner un sinfín de etiquetas. Tienes elementos de puzzle y supervivencia a la vez, que se resuelven a base de mejorar las bolas y aplicarles habilidades pasivas que se mejoran con cada partida. De hecho, como Vampire Survivors puedes fusionar bolas (fuego + viento = llamarada, por ejemplo) y eso acaba siendo clave para sobrevivir. Y ojo, que aquí hay hasta elementos de city builder.
El plan no es solo bajar al pozo a limpiarlo de enemigos, sino reconstruir Bolabilonia con los recursos obtenidos. De modo que entre disparos y explosiones encontramos materiales, dinero, mapas y demás con los que construir decenas de tipos de edificios que desbloquean mejoras, personajes y potenciadores. ¿Te has quedado sin espacio? Amplía la parcela a lo grande y, ya que estamos, recolecta lo que has sombrado a base de rebotes.
Por eso, mientras más profundo llegas antes de ascender, más te atrapa. Te obliga a adaptarte a los enemigos, a pensar y priorizar al moverte y apuntar, a improvisar y, por supuesto, a reírte cuando todo explota. Consagrando una rejugabilidad brutal y convenientemente aderezado con un estilo visual caótico pero encantador que abraza sin complejos la naturaleza indie del propio juego.
¿Todo diversión? Bueno, es normal que te acabes viendo desbordado, que hagas una mueca cuando una bola rebota justo donde no debía o un efecto no funciona del modo que deseabas sabes que esa partida se te va a hacer cuesta arriba. Pero es que ningún roguelite funciona sin el punto exacto de desafío. Ese que te siempre te reta a volver. Y ojo, que está pensado para los streamers de videojuegos.

Devolver y Kenny Sun Games han habilitado gratuitamente una herramienta de integración en Twitch en la que los espectadores participan en votaciones sobre las mejoras de las habilidades, influyen en la partida con maldiciones o efectos beneficiosos y habilita un personaje original, el Falso Mesías, que asciende de nivel por separado.
Y es que Ball x Pit es uno de esos juegos que parecen simples, divertidísimos pero esconden una profundidad inesperada. De modo que si te gustan los roguelites, los desafíos arcade y las explosiones de color y estrategia, este pozo está colmado de pelotas… y razones para que te lances de cabeza. Por lo pronto, yo voy a echar la penúltima conforme publico estas palabras. Siempre la penúltima.
Disponibilidad de Ball x Pit
Ball x Pit ya está disponible en PS5, Xbox, Nintendo Switch y PC (verificado para Steam Deck), con una versión para Nintendo Switch 2 anunciada para finales de 2025. Su precio, en la tónica de lo que se espera de Devolver, es de unos muy razonables 14,99 euros en todos los sistemas y te alegrará saber que está disponible desde el día 1 con Game Pass en consolas y PC. Un dato extra: en Steam puedes comprar también su Banda Sonora digital.
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La noticia Ball x Pit es puro vicio pixelado. Me he metido de cabeza en el nuevo pozo de Devolver y no hay escapatoria fue publicada originalmente en Vida Extra por Frankie MB .
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