Tras varios años avanzando en la dirección correcta, bq pretende dar un paso de gigante con su nuevo bq Aquaris X5. Hemos podido probar su variante con CyanogenMod, y este es nuestro análisis. En 2010, comprar un smartphone con una buena experiencia de usuario y un precio relativamente bajo era una misión imposible. Los dispositivos de gama media y baja de la época mostraban numerosas carencias que comprometían brutalmente la experiencia de usuario final, empujando así a una gran porción de los consumidores a avanzar hacia gamas más altas.
Afortunadamente, cinco años más tarde, la situación es completamente diferente. Comprar un mal smartphone es un error difícil de cometer, pues la industria ha logrado alcanzar un punto en el que el coste de producción y desarrollo de un buen producto es lo suficientemente bajo como para poder reducir los precios finales sin perder rentabilidad. En otras palabras: es posible adquirir un smartphone con una buena experiencia de usuario independientemente de la gama de precios a la que pertenezca.
Para alcanzar ese punto dulce, muchos han sido los factores que han influido: mayor eficiencia de las cadenas de producción, evolución de los componentes internos de un dispositivo, etc. Lo que sí es relativamente fácil de identificar son los jugadores que han favorecido, en mayor o menor medida, a esta situación.
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Aquí, en España, podemos encontrar un muy buen ejemplo: bq. La compañía ha sabido evolucionar de forma progresiva año tras año, apostando por productos de bajo coste con buenas experiencias de usuario. La fórmula, indudablemente, les ha resultado efectiva, pues a día de hoy son uno de los cinco mayores fabricantes de teléfonos móviles en el territorio español. Un hito nada despreciable considerando que España es uno de los países con mayor cuota de mercado androide.
Para continuar ese camino y prolongar el éxito de la compañía, bq ha presentado en los últimos compases del año 2015 dos nuevos terminales (que en realidad son uno mismo): bq Aquaris X5 y bq Aquaris X5 con Cyanogen OS. Sobre el papel, apuntan a ser uno de los mayores avances que ha sufrido la gama Aquaris en su corta historia, pero, ¿es realmente así? ¿Son los nuevos bq Aquaris X5 el salto que esperábamos ver en el fabricante español? ¿Es un terminal a considerar dentro de su gama de precios? Vamos a verlo.## Un punto de inflexión en diseño
El aspecto físico es siempre un factor determinante para la compra de un bien. Cómo se siente en la mano, el atractivo visual que genera y la comodidad de uso son factores tan influyentes en la experiencia de usuario como la pantalla o el mismo procesador, por lo que un buen gusto en este sentido resulta esencial para llevar un producto lo más lejos posible.
bq nunca ha mostrado excesivo interés en el aspecto físico de sus productos. Sus bq Aquaris E5 y compañía se caracterizaban por un diseño muy genérico y monótonamente simple. Abundaban las líneas rectas, el policarbonato y los marcos gruesos, elementos poco acordes al resto del conjunto y, en mayor o menor medida, perjudiciales para la percepción global de la marca y su gama de dispositivos.
Afortunadamente, el bq Aquaris X5 es una historia diferente. Cuenta con líneas más redondeadas, un grosor más reducido y un marco de aluminio que mejora indudablemente el feeling del terminal. Al sostenerlo, se siente más sólido y premium. Al mirarlo, la atracción es mayor.
La única falta que se puede encontrar a este diseño la encontramos en el frontal. Más concretamente, en los marcos que rodean a la pantalla, los cuales siguen siendo algo gruesos —especialmente el superior y el inferior—. Habrá consumidores que prefieran este tipo de diseños, pero la tendencia de la industria es justamente la opuesta. No obstante, considerando la gama en la que se sitúa, esto es más una sugerencia de mejora de cara al futuro que una falta como tal.
Tan bonito por fuera como por dentro
Un buen producto lo es por dentro y por fuera. El bq Aquaris X5, obviamente, lo es por fuera, pero, ¿lo es también por dentro? La respuesta, con ligeros matices, es sí.
Los 2 GB de memoria RAM en su modelo base son de gran ayudaEn términos de rendimiento, pocos encontrarán alguna falta —considerando previamente el segmento de mercado al que pertenece—. La unión del SoC Snapdragon 412 con 2 GB de RAM hace que el terminal no muestre signos de flaqueza en ningún momento. Las tareas cotidianas (correo electrónico, redes sociales, llamadas, navegación web, etc.) las realiza sin ningún sobresalto. Las tareas más intensas (juegos con una gran demanda de potencia, aplicaciones profesionales, etc.) también las digiere, aunque aquí los compromisos característicos de su gama se hacen más notables.
Para los más exigentes, recordemos que bq anunció una versión de 32 GB de memoria interna y 3 GB de memoria RAM, la cual promete mejorar el desempeño del dispositivo en determinados aspectos. En el momento en el que escribo estas líneas, dicha modalidad no está disponible, pero la previsión es que llegue a los principales distribuidores muy pronto.
La calidad de imagen de la pantalla es realmente buena. Los colores son vivos, ofrece un buen contraste y el brillo es lo suficientemente alto como para ofrecer buena visibilidad en entornos muy luminosos. El deterioro de la imagen con diferentes ángulos de visión también está a la altura, por lo que podemos rotar la pantalla sin ningún compromiso.
En pocas palabras, la pantalla del bq Aquaris X5 es, sin lugar a dudas, una de las mejores de su segmento. Me gustaría haber encontrado una mayor densidad de pixeles, pero eso implicaría una serie de compromisos —en rendimiento y en precio— que no estaría dispuesto a asumir. Por lo tanto, la elección de bq es más sensata e inteligente.
Continuando con el desglose, encontramos un aspecto tan crucial como la autonomía. La firma española ha sabido hacer sus deberes, y además con matrícula de honor. La autonomía del bq Aquaris X5 es sencillamente brillante. Permite llegar al final del día de forma constante y holgada, alcanzando con relativa frecuencia las seis horas de pantalla.
Para contextualizar un poco esta experiencia, basta decir que ha sido mejor que el Samsung Galaxy S6 y similar al iPhone 6s Plus, dos dispositivos que compiten en una gama de precios tres veces superior a este bq Aquaris X5.
Una cámara muy pobre para un terminal brillante.
La cámara es, con toda seguridad, el punto más pobre. La base, a priori, es buena: sensor de trece megapixeles, una apertura f/2.0 y un sistema de cinco lentes, un pack muy completo para su gama. Los resultados finales, en cambio, no están al mismo nivel.
En situaciones sencillas, la cámara responde relativamente bien. Es cuando complicamos ligeramente la escena a fotografiar (diferentes niveles de luz, objetos con mucho detalle, etc.) cuando las flaquezas comienzan a aflorar. A grandes rasgos, tiende a quemar partes de la imagen con relativa frecuencia, ofrece un nivel de detalle muy bajo y su rango dinámico es bastante pobre.
La mayor parte de la responsabilidad de estos resultados recae en el software, por lo que la firma española podría mejorar la situación en un futuro. Esperemos que así sea.
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El software es uno de los puntos más llamativos de este bq Aquaris X5. La compañía española anunció dos variantes de un mismo hardware: una con Cyanogen OS y otra con su propia versión de Android. En este caso, he probado la desarrollada en colaboración con Cyanogen, la cual aporta un valor diferencial respecto a otros modelos de su misma gama.
Cyanogen OS pone sobre la mesa varias funciones muy prácticas, como un mayor control de nuestra privacidad, más ajustes de seguridad y una personalización más profunda del dispositivo. Por citar algunos ejemplos: podemos controlar los permisos de las aplicaciones de forma manual, aplicar temas, mantener procesos cerrados de forma permanente, utilizar botones on-screen en lugar de los capacitados situados en el marco inferior… La lista es casi infinita.
La existencia de dos versiones origina, casi por inercia, una inevitable pregunta: ¿es mejor la versión con Cyanogen OS o la versión “normal”? Afortunadamente, la respuesta es tan sencilla como un "no importa". Ambas cuentan con el mismo hardware, ofrecen el mismo rendimiento, están certificadas y supervisadas por Google… La experiencia es muy similar en ambas variantes. La diferencia únicamente radica en las posibilidades. Dicho esto:
La versión Cyanogen OS es recomendable para personas con unos conocimientos algo más avanzados que busquen experimentar y configurar más detalladamente el dispositivo.
La versión “normal” es recomendable para personas cuyo uso del smartphone sea básico o no busquen una complejidad extra.
No importa si te arrepientes. bq ofrecerá la posibilidad de convertir el bq Aquaris X5 Cyanogen OS a una versión normal (y viceversa). Se hará mediante software y será un proceso bastante sencillo.
Dicho esto, es imposible dudar de la buena salud que goza bq. En España, sus terminales se venden a unas tasas realmente altas, y, año tras año, la compañía no hace más que superarse a sí misma con productos cada vez más competitivos. Este bq Aquaris X5 es el mejor ejemplo de ello: un producto sólido en casi todas las áreas, con un precio competente y a la altura de los mejores.- Autonomía. Brillante. Está en la liga de los mejores.
Construcción. El toque de aluminio y la dieta le han sentado muy bien a bq. Más delgado, más atractivo, mejor.
Software. Tanto en la versión Cyanogen OS como en la normal, bq ha sabido dar valor a sus dispositivos mediante software sin comprometer el rendimiento.- Cámara. Terrible en casi cualquier situación. Espero que bq pueda evolucionarla vía software.
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