Volver a Appalachia siempre un gustazo. A veces mejor y otras peor, pero al final siempre termino con una sonrisa en la cara. La expansión gratuita Burning Springs de Fallout 76 se lanzó hace poco y sobra decir que he pasado un buen número de horas descubriendo todo el mapa, completando misiones y revisando cada esquina en busca de coleccionables y secretos.
Estoy un poquito decepcionado con Burning Springs: la nueva historia es muy floja y demasiado corta, tanto que puedes sacártela acabarla en escasas horas a poco que vayas directo al objetivo principal. Además, tampoco aporta mucho al lore de Fallout ni a Appalachia. Y es una pena, porque creo que Skyline Valley lo hizo mejor en ese sentido.
Aun así, estoy disfrutando mucho de la nueva expansión de Fallout 76. No voy a repetir todo lo que te dije en las primeras impresiones, así que voy a resumirlo: la nueva zona es increíble y muy divertida, me encanta que esté inspirada en Fallout: New Vegas y esconde sitios realmente interesantes. También tiene toquecitos de Mad Max: Fury Road. Y el nuevo revólver Don Pedro pega fuerte como suspender con un 4,9 de nota.
Todos son estúpidos de Burning Springs
Siempre intento ser agradable y abierto a escuchar en los RPG. Me alineo mucho con Obi-Wan Kenobi de Star Wars, a quien apodaban El Negociador durante las Guerras Clon. No me importa hacer tratos con la peor escoria, siempre que se comporte, pero cuesta cuando hay tanto estúpido por metro cuadrado.
Mi aventura comienza con una llamada de socorro de una damisela en apuros. Cruzo el nuevo puente hasta Burning Springs hasta un campamento de saqueadores. Allí encuentro a varios energúmenos con servoarmadura que casi me envían al Valhalla. De hecho, rompieron varias de mis piezas de armadura. Nada que no se solucione con un buen revólver y un poco de picardía.
La señorita en apuros se llama Ava y se muestra muy agradecida, tanto que me tira los trastos casi en cada frase. Le doy un poco de conversación hasta agotar los diálogos solo por cortesía, pero finalmente le digo que debo irme. Ahí descubre su verdadera cara: era una distracción para que alguien me golpease en la cabeza con una barra de hierro. Odio a los mentirosos y cobardes.
En Vida Extra
El Idiot Plot: cuando la estupidez es el combustible de la trama
Despierto en una arena sacada de Mad Max y conozco al Rey del Óxido, un supermutante que se presenta como el soberano absoluto de estas nuevas tierras. Se ha empecinado en que somos iguales y que tengo el potencial de convertirme en un guerrero formidable. Le dejo muy claro que yo no soy muy monárquico y que su autoridad vale lo mismo que los billetes del monopoly. Sobra decir que acabo masacrando a varias decenas de sus guerreros en la arena.
Tras "probar mi valor", dice que me deja ir, que estará vigilándome y que tengo que realizar una serie de pruebas para hacerme más fuerte. Acto seguido, alguien vuelve a golpear mi cabeza con una barra metálica y despierto a las afueras de su fortaleza de metal. Suelto el mando, dejo caer la cabeza mientras la sujeto por el puente de la nariz con dos dedos y rememoro las palabras de Cooper Howard, alias Ghoul en la serie de Fallout:
He matado a los monstruos más temibles de Fallout, desde supermutantes hasta sanguinarios; logré que todas las facciones de New Vegas se matasen entre sí solo por diversión, llevo toreando al Enclave desde Fallout 3, arrasé con el Instituto y maté a su líder en Fallout 4, la Hermandad del Acero son santos a mi lado... Pero todavía quedan estúpidos que creen que pueden darme órdenes en el yermo. Yo ya mataba supermutantes cuando el Rey del Óxido no era ni un concepto.
Cuestión que avanzo en la historia solo por el lujo de saber qué ocurre. Realizo varias pruebas de fuerza y dominio, hasta que oportunamente aparece un preso fugado del Rey del Óxido que quiere organizar una revolución. Finjo que me lo creo, porque Fallout 76 tampoco me da muchas opciones, y recluto a dos pringados que no vuelvo a ver tras iniciar el asalto final.
Acabo nuevamente frente al Rey del Óxido tras entrar a hurtadillas en su fortaleza. O casi. Estaba entrando por la puerta trasera, doblé una esquina, me topé con un Sanguinario, la batería del mando se acabó y la reaparición me dejó justo en el objetivo. Se revela el gran giro que debía sorprenderme: el preso fugado era un espía (sorpresa: lo mata su rey por rata) y el supermutante continúa empeñado en que quiere que sea su mano derecha porque somos iguales y tengo un potencial enorme.
Vuelvo a decirle que paso de su rollo maestro-aprendiz y de grupitos del mal. Soy más de moverme solito por los grises. ¡Y vuelvo a luchar en la arena contra tropecientos energúmenos! Y todo para que la historia acabe igual que empezó: el Rey del Óxido reconoce mi fuerza y dice que me deja ir, a pesar de que dejo muy claro que quiero matarle y acabar con su reinado. Alguien vuelve a pegarme con una palanca y aparezco fuera de la fortaleza... ¡En el mismo sitio que la primera vez!
Y ahí estaba nuevamente pronunciando las mismas palabras de Cooper: "Estás de puta coña, ¿verdad?" Ava sigue correteando por ahí y el culo del Rey del Óxido continúa en el trono porque cuentan con la protección del guion de Fallout 76. Si fuese por mí, ambos habrían muerto en la primera hora de juego y nos habríamos ahorrado una revolución y sacar del retiro a dos pobres diablos que encima han muerto fuera de cámara. O eso creo.
El resto de mi experiencia en Burning Springs se reduce a aceptar contratos de Cooper Howard de la serie de Fallout, qué básicamente es acudir a ciertas localizaciones a matar enemigos especialmente fuertes. Algunos en forma de misión y otros en Eventos de Mundo. He perdido la cuenta de cuántos trabajos he cumplido. Por cierto, el personaje de la serie es tan anecdótico en Fallout 76 que ni siquiera lo han doblado al castellano. Muy, muy desaprovechado. No tiene nada que ver con la historia.
Resumen de la expansión: un grupo de estúpidos toreándome bajo la protección del guion mientras exploro una nueva zona absolutamente brutal y tan desaprovechada que hasta ofende. Lo estoy pasando muy bien, lo digo en serio, pero es más que obvio que esta segunda expansión es más floja que Skyline Valley. Eso sí, tiene pinta que la historia continuará en futuras actualizaciones. Sospecho que el Rey del Óxido podría protagonizar la segunda raid de Fallout 76. Mientras, seguiré buscando a Ava para devolverle el favor.
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La noticia Burning Springs ha juntado a todos los estúpidos de Fallout 76 en un mismo sitio y compartir oxígeno con ellos ha sido todo un desafío fue publicada originalmente en Vida Extra por Alberto Martín .
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