Sale Tim Cook al escenario, da las gracias a todos, incluyendo al personal de Apple e incluso tenemos una actuación de U2 (ah, no, que han dicho que "a nosotros no nos metáis en fregaos") y todo se acaba. Aún estás escribiendo frenéticamente en algún chat, añadiendo el último comentario y sigues pulsando botones frenéticamente calculando como vas a financiar, de entre todas las cosas, "esa" que te ha hecho ponerte a sudar. Sin embargo, después una keynote hay que tomarse las cosas con un poco de tranquilidad.
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