Dos estudios publicados recientemente describen el proceso para implantar y borrar recuerdos artificiales en cerebros de ratones de laboratorio. Reabren el debate sobre la ética de este tipo de prácticas.
Ya os hemos hablado en otras ocasiones de la posibilidad de implantar falsos recuerdos en nuestro cerebro. Muchas películas de éxito en los últimos años han jugado con esta idea, planteando un debate sobre si es ético o no recurrir a este tipo de prácticas. Científicos de la Universidad Irvine de California y del TSRI de Florida han conseguido ir más allá, logrando implantar y borrar recuerdos de manera artificial.
Crear Recuerdos - Control + C
Tal y como publica Science Daily, dos estudios publicados recientemente describen el proceso para implantar y borrar falsos recuerdos en cerebros de ratones de laboratorio. Los investigadores de la Universidad Irvine de California han descubierto que reproduciendo un tono concreto mientras se estimula la liberación de una sustancia química en el cerebro asociada a la formación de la memoria, pueden artificialmente "condicionar" una respuesta de los ratones a ese tono.
Básicamente, los científicos estimularon el núcleo basal del córtex de los ratones de laboratorio. De esta manera generan más acetilcolina, sustancia química relacionada con la creación de recuerdos, mientras exponían a los animales a un tono musical específico. Días más tarde, reprodujeron diferentes sonidos y los ratones respondían ante el tono del experimento, incrementando el ritmo de su respiración. De esta manera, los roedores habrían desarrollado un recuerdo concreto y reaccionarían ante él. Algo que me recuerda a la película Inception.
Borrar Recuerdos - Control + Z
"Afortunadamente", la creación de recuerdos se puede revertir y unos compañeros suyos del otro lado del país consiguieron el proceso contrario. Científicos del Campus of The Scripps Research Institute de Florida (Estados Unidos) han logrado eliminar en roedores, los recuerdos asociados a una droga sin alterar el resto de la memoria. Para conseguirlo, los investigadores inhibieron una sustancia química asociada a la formación de la memoria durante la "fase de mantenimiento" de la formación de la misma.
Esta práctica recuerda a otra película, Eternal Sunshine of the Spotless Mind, y reabre el debate sobre la utilización de este tipo de prácticas para eliminar procesos traumáticos. Como vemos, la realidad siempre acaba superando la ficción. Tendremos que esperar para conocer los avances en este área y saber si su uso en seres humanos acabe convirtiéndose en realidad.
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