Microsoft lleva ya bastantes años apostando por nuevos sistemas de interacción con dispositivos como vimos con Kinect. Su aplicación a videojuegos resultó ser toda una innovación, este dispositivo ha sido una plataforma de la que siempre se ha esperado sacar provecho en campos como el del reconocimiento de movimiento para modelados de personajes animados, educación, medicina o incluso en el mundo de la accesibilidad, ya que por su funcionamiento, Kinect puede ayudar a personas con discapacidad a controlar ciertas interfaces con mucha facilidad. Queda claro que para Microsoft el siguiente paso en estas facetas, la apuesta más brillante hasta la fecha, es HoloLens, su tecnología de realidad aumentada.
Como se indica su nombre, HoloLens es un visor (con aspecto de gafas futuristas) que hacen uso de la holografía, es decir, de la técnica de mostrar y proyectar en nuestra vista objetos tridimensionales como si existieran en la realidad con una capacidad de inmersión enorme. Sólo con ponernos el visor, ya tendremos al alcance muchos objetos virtuales, que se superpondrán sobre toda la realidad que nos rodea. Es decir, con HoloLens vivimos una experiencia de realidad virtual en directo. Es un dispositivo autónomo en el sentido de que cuenta con procesador y chip gráfico propio que ejecuta los procesos de manera nativa en su hardware.
Gracias a esto, HoloLens reconoce a la perfección dónde está situado el usuario, y le permite arrastrar objetos a espacios vacíos de contenido. A partir de ahí, las posibilidades son infinitas para esta nueva visión de Microsoft. Aunque a priori se pueda pensar que su uso estará muy alejado de nuestras expectativas y deseos prácticos, HoloLens será tan versátil que podrá correr las nuevas aplicaciones universales de Windows 10, gracias al soporte de Windows Holographic. Para cuando Windows 10 llegue a los usuarios, el día 29 de julio, no debería estar distanciada la fecha de salida de HoloLens, pues Microsoft ha afirmado que el lanzamiento será conjunto.
HoloLens nos trae una visión muy futurista a una realidad presente en la que podremos sacarle todo el partido a las apps.
A partir de ahí, sólo tendremos que esperar a que los desarrolladores se pongan manos a la obra, aunque el trabajo que tendrán que hacer, dado el funcionamiento de las aplicaciones universales, será menor. Centrándonos en lo que hemos visto hasta ahora, de HoloLens destacaría sus usos para la educación. Todos los avances en tablets y ordenadores en ese sentido mostraban el contenido que siempre habíamos tenido en los libros, con una experiencia más basada en lo multimedia, pero ahora no es un avance, es simplemente un enfoque radicalmente distinto.
En clases de, por ejemplo, anatomía, un profesor podrá mostrar distintas capas de los cuerpos (epidermis, dermis, músculo, vasos) con total realismo. De la misma forma, en geografía por ejemplo, podremos observar la composición geológica de los elementos del relieve, como las montañas o las depresiones. También podremos, como en el caso del cuerpo, distinguir las distintas capas del planeta, aunque lo más interesante que se me ocurre es ver con timelapses las distintas eras geológicas.
También resultará muy útil en el ámbito laboral. Imaginad aplicaciones en el terreno de la arquitectura o del diseño. Observar con total fidelidad estructuras de proyectos de aplicaciones compatibles. Lo que hasta ahora era representación en 3D en una pantalla, puede crecer fuera de ella, en nuestra vista. HoloLens también se suma a la tendencia de la impresión 3D. Dado que la visualización es similar a los objetos que finalmente se originan, el visor es ideal para diseñar y previsualizar, gracias a que permite exportar luego a formatos compatibles con las impresoras 3D.
En ese sentido, también ayudará a algo que la gente siempre ha querido desde hace mucho tiempo, amueblar su casa virtualmente. Estoy seguro de que las principales cadenas de decoración lanzarán aplicación para que en la tienda, o en tu propia casa, puedas visualizar cómo quedaría todo.
Por último, HoloLens representa también una opción interesante para usos domésticos, de ocio y de juego. Empezando por el tercero, Microsoft ya ha mostrado lo bien que se integra con Minecraft, la joya de la corona. Los niños, principales jugadores, podrán construir superficies en tiempo real traspasando cualquier límite que ya hubieran imaginado en la pantalla de su smartphone. HoloLens también será una nueva manera de disfrutar de contenidos multimedia, ya que con el visor puesto, también podremos ver películas en dimensiones similares a pantallas de alto tamaño. Al final el uso puede ser similar al de un ordenador, dado que podemos distribuir las ventanas dentro de la propia interfaz.
En conclusión, creo que aunque a la realidad virtual y a la realidad aumentada aún le queda mucho camino por recorrer, siendo este el primer gran paso de Microsoft, ya podemos decir que existe un producto muy palpable que traerá grandes y prácticas novedades a campos que actualmente se encuentran algo estancados, como la educación. Aunque un uso más amplio a nivel social requerirá de mayor invisibilidad del dispositivo, las propuestas domésticas o laborales son brillantes y ejecutables desde el minuto uno.
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