Noticia Cómo ejecutar otros sistemas operativos en Android sin desinstalar el original

cómo tener más sistemas operativos en Android


Si te ronda la cabeza la idea de ejecutar otros sistemas operativos en Android sin desinstalar el que trae de fábrica, no estás solo. La curiosidad por probar entornos alternativos, correr apps de escritorio o quitarse de encima limitaciones impuestas por fabricantes y operadoras es habitual, pero conviene conocer bien los caminos disponibles y sus riesgos antes de tocar nada.

La buena noticia es que hay varias rutas viables, desde opciones sin riesgo hasta cambios profundos con los que tendrás control total. En esta guía repasamos métodos para lanzar aplicaciones de Windows en Android, acceder a un PC remoto, usar ROMs personalizadas y, si decides ir un paso más allá, cómo gestionar el rooteo y el bloatware. También incluimos alternativas para quien no quiera complicarse, y un apunte útil sobre el “camino inverso”: ejecutar Android en otros sistemas operativos.

Primeros conceptos: qué significa “ejecutar otros sistemas operativos” en Android​


El sistema operativo de tu móvil es la capa que coordina hardware y apps, gestiona memoria, CPU y conectividad, y te permite interactuar con el dispositivo. En el universo móvil destacan Android (Google) e iOS (Apple). Android es mucho más flexible a nivel de personalización, mientras que iOS es un entorno más cerrado.

La idea de “tener varios sistemas operativos la vez” en Android suena atractiva, pero en la práctica no es lo habitual ni sencillo. En la mayoría de dispositivos no podrás ejecutar dos sistemas operativos nativos en paralelo sin modificaciones profundas. Lo realista es: 1) usar capas de compatibilidad/emuladores para correr apps de otros sistemas operativos, 2) acceder remotamente a un equipo con otro SO, o 3) cambiar Android por una ROM personalizada (sigue siendo Android, pero con otra “piel” y funciones avanzadas).

¿Se puede tener dos sistemas operativos a la vez en Android?​


así puedes tener más sistemas operativos en tu móvil Android


La respuesta corta: no de forma simultánea y nativa en la gran mayoría de móviles, salvo proyectos muy específicos. Lo que sí puedes es ejecutar aplicaciones de otro entorno mediante emulación o compatibilidad, o reemplazar la ROM de Android por una versión personalizada sin desinstalar todo el teléfono (sigues en Android, pero con una edición distinta).

Las ROMs personalizadas son versiones modificadas de Android creadas por la comunidad o fundaciones. Permiten mejorar rendimiento, privacidad y eliminar el bloatware del fabricante. Entre las más conocidas y activas están LineageOS y /e/OS; históricamente, también han sido populares CyanogenMod (origen de LineageOS), Paranoid Android u OmniROM.

Ejecutar aplicaciones de Windows en Android: soluciones que funcionan​


Android y Windows son mundos distintos a nivel de arquitectura, por lo que no puedes instalar archivos .exe de forma nativa. Aun así, hay dos estrategias útiles: una capa de compatibilidad para ciertas apps y el control remoto de un PC Windows.

Opción 1: Wine para Android (capa de compatibilidad)​


Wine, popular en Linux, también dispone de versión para Android y actúa como “traductor” de llamadas de Windows. No es un emulador completo, pero permite instalar y ejecutar programas sencillos o antiguos de Windows con resultados decentes.

Cómo se usa en líneas generales: instalas el APK oficial de Wine en tu Android, inicias la app y se configura un escritorio clásico. Desde el entorno de Wine puedes ir a «Panel de control > Agregar o quitar programas» y señalar el instalador .exe que quieras probar, siguiendo su asistente como si estuvieras en un PC.

Qué esperar: compatibilidad variable y mejor desempeño en programas ligeros. Es una buena solución para utilidades puntuales, pero no para software exigente o con dependencias complejas.

Opción 2: Acceso remoto a tu PC con Windows desde el móvil​


Para ejecutar cualquier software de Windows sin dolores de cabeza, el control remoto es lo más fiable y práctico. La idea es sencilla: el PC hace el trabajo y tu móvil es la pantalla y los controles.

Con herramientas como AnyViewer el proceso es muy directo: en el PC instalas el programa, te registras y vinculas el equipo; en Android abres la app, inicias sesión y verás tu PC en la lista; tocas el dispositivo y eliges «Control con un clic» para manejarlo a distancia. Podrás abrir cualquier programa y acceder a tus archivos sin tocar el sistema de tu teléfono.

Ventajas claras: compatibilidad total con tu software de escritorio, sin modificar Android y aprovechando la potencia del ordenador. El único “pero” es depender de la conexión.

Ruta avanzada: rooteo, eliminación de bloatware y ROMs alternativas​


Rooteo significa obtener permisos de superusuario para ir más allá de lo que permite Android de serie. Con root puedes desactivar apps preinstaladas, cambiar ajustes de sistema y flashear ROMs personalizadas. Es potente, pero exige cautela.

Antes de rootear: preparación imprescindible​


Realiza una copia de seguridad completa de tus datos (fotos, chats, documentos), porque un error puede dejarte sin nada. Carga la batería al 100% y ten los controladores oficiales del fabricante instalados en tu PC para que el teléfono sea reconocido correctamente.

Activa la Depuración USB desde las «Opciones de desarrollador» en Ajustes y conecta el móvil por USB al ordenador. En muchos modelos necesitarás además desbloquear el bootloader, lo que puede afectar a la garantía y provocar borrado de datos.

Herramientas y compatibilidades: lo que debes saber​


Existen utilidades como Kingroot que intentan identificar automáticamente tu modelo y aplicar el rooteo; no obstante, no son compatibles con el 100% de los dispositivos ni con las últimas versiones de Android, así que no te fíes a ciegas.

En muchos Samsung antiguos se usaba la combinación Odin PC + CF-Auto-Root, descargando el archivo específico para tu modelo desde la web de CF-Auto-Root y flasheando con Odin. El proceso suele implicar entrar en un modo especial con una combinación de botones, y seguir unos pocos pasos en el PC.

Busca siempre guías específicas de tu terminal en comunidades con buena reputación como HTCManía o XDA-Developers, porque los pasos varían y lo genérico puede quedarse corto o ser arriesgado.

Tras obtener root: limpiar bloatware con cabeza​


Con permisos de superusuario ya puedes gestionar el software preinstalado que nunca usas y que no podías desinstalar. Herramientas como X-plore File Manager o Root Uninstaller permiten congelar (inhabilitar sin borrar del sistema) o desinstalar apps de fábrica.

Actúa con cuidado: en las carpetas del sistema conviven aplicaciones visibles con procesos críticos para el correcto funcionamiento del teléfono. Eliminar por error un componente esencial puede dejar el dispositivo inestable o inservible. Si dudas, opta por congelar en lugar de borrar.

La alternativa sencilla sin root: deshabilitar desde Ajustes​


Si no quieres complicarte, desde Ajustes > Aplicaciones > Administrador de aplicaciones puedes deshabilitar muchas apps preinstaladas. No se eliminan del todo, pero se borran sus datos y caché, liberando algo de espacio y evitando que corran en segundo plano.

Es una vía segura, accesible y reversible, ideal para quien solo busca ordenar el móvil y rascar unos megas sin tocar las tripas del sistema.

Instalar una ROM personalizada: Android a tu manera​


Para dar un salto en control, rendimiento y privacidad, una ROM personalizada es la vía más completa. Sigues en Android, pero con una edición optimizada por comunidades con actualizaciones y funciones que el fabricante quizá no ofrece.

Opciones destacadas: LineageOS (estable, muy compatible y con lanzamientos frecuentes) y /e/OS (privacidad por bandera, con eliminación de rastreadores). En la historia reciente también han sido interesantes Paranoid Android u OmniROM.

Pasos esenciales para flashear una ROM (visión general)​


1) Copia de seguridad completa de todo lo importante. 2) Verifica compatibilidad de la ROM con tu modelo exacto. 3) Desbloquea el bootloader (normalmente borra datos). 4) Instala un recovery personalizado como TWRP para flashear y hacer backups Nandroid. 5) Descarga la ROM y, si aplica, los GApps desde fuentes oficiales. 6) Entra en modo recovery (combinación de botones al encender). 7) Flashea la ROM siguiendo las indicaciones y reinicia.

Sigue siempre tutoriales específicos para tu dispositivo y versión de Android. Un paso mal dado puede dejarte sin arranque, y no es algo que quieras improvisar.

Ventajas y riesgos que debes valorar​


Beneficios de ir más allá del Android de serie: personalización profunda, eliminación de software preinstalado, actualizaciones de seguridad en modelos sin soporte oficial, mejoras de batería y fluidez, y acceso a funciones avanzadas.

Riesgos reales a tener en cuenta: posible pérdida de garantía, riesgo de “brickear” el dispositivo si el proceso falla, incompatibilidades puntuales con apps o servicios, y menor soporte “oficial” (dependes de la comunidad de la ROM).

Opciones sin complicaciones técnicas​


Si no quieres tocar el sistema y buscas algo rápido y seguro, céntrate en el acceso remoto a tu PC para usar software de Windows desde Android, o en emuladores ligeros para juegos y sistemas operativos antiguos disponibles en Google Play.

Dispositivos con sistemas operativos alternativos preinstalados como los de Murena (con /e/OS) facilitan entrar en el mundo de las ROMs sin flashear nada. También hay “instaladores sencillos” promovidos por comunidades que guían paso a paso y reducen errores para usuarios sin experiencia.

El “camino inverso”: ejecutar Android en Windows, macOS o Linux​


Aunque tu objetivo sea usar otros sistemas operativos en Android, puede interesarte saber cómo probar Android en un ordenador. Esto es útil para testear apps, jugar o dar vida a equipos antiguos, y te da una idea de cómo funcionan la emulación y la virtualización.

Emulador oficial de Android (SDK/Android Studio): incluye un emulador completo con las últimas versiones de Android. Requiere instalar Android Studio y gestionar imágenes desde el «SDK Manager» y «Manage AVDs». Ventaja: siempre reciente. Contras: más técnico, sin Google Play por defecto y rendimiento discreto si no configuras aceleración.

App Runtime for Chrome (ARC) y ARC Welder: proyecto con el que se podían ejecutar apps de Android dentro de Chrome en Windows, macOS y Linux. Limitaciones: en su día solo corría una app a la vez, había que definir orientación (apaisado/vertical) y tipo (teléfono/tablet), y se basaba en Android 4.4. Aun así, fue una prueba de concepto interesante para llevar Android a cualquier ordenador con Chrome.

Genymotion: emulador muy popular (usa VirtualBox por debajo) con gran integración en entornos de desarrollo y opciones como pantalla redimensionable, copiar/pegar y arrastrar/soltar entre el host y la máquina. Tiene versión gratuita y de pago; no incluye tienda, así que instalarás APKs manualmente.

BlueStacks: en vez de emular Android completo, lanza apps individuales con muy buena compatibilidad. Permite instalar desde Google Play u otras tiendas y sincronizar con tu móvil con su app. Modelo freemium: versión gratuita con apps promocionales ocasionales o suscripción de pago.

AMI DuOS: solución de virtualización que ofrecía un Android completo sobre Windows con aceleración 3D, buen rendimiento y soporte de sensores usando los drivers de Windows (cámaras, micrófono, acelerómetro, GPS). Permitía compartir archivos mediante una SD virtual. Fue de pago único tras un periodo de prueba.

Otras alternativas históricas: Andy (ojo con instalar sin “crapware”), YouWave (ligero, sin cámaras/micros, de pago), Jar of Beans (Android 4.1.1, gratuito y comunitario, con riesgos por distribución), y el Visual Studio Emulator for Android (para desarrollo con Hyper-V en Windows y no instalable de forma independiente).

Consejos prácticos antes de lanzarte​


Investiga a fondo la ROM o el método que elijas, lee opiniones y tutoriales para tu modelo exacto, y no improvises con guías genéricas.

Haz copias de seguridad completas (incluido un backup del recovery si puedes) y verifica sumas de los archivos que flashees para evitar paquetes corruptos.

Sigue las instrucciones al pie de la letra, usa fuentes oficiales y evita descargas dudosas que puedan incluir malware o versiones manipuladas.

Valora coste/beneficio: si la garantía o la estabilidad son críticas para ti, quizá te conviene optar por acceso remoto, deshabilitar apps desde Ajustes o comprar un dispositivo con ROM alternativa de serie.

Con paciencia, buena información y cabeza fría puedes ampliar muchísimo lo que tu Android es capaz de hacer sin desinstalar el sistema original. Ya sea ejecutando programas de Windows con Wine o por acceso remoto, limpiando bloatware con root, instalando una ROM enfocada en privacidad o probando Android en el ordenador, tienes herramientas y métodos para cada nivel de experiencia y necesidad sin meterte en líos innecesarios. Comparte la información para que otros usuarios conozcan del tema.

Continúar leyendo...