Hoy hablaremos de una de las grandes tendencias que han llegado al mundo de la tecnología y las empresas del entorno en los últimos tres años, cuya evolución es incuestionable. Sí, hablaremos de Big Data. Cuando nos referimos al Big Data hablamos de una potente herramienta que permite extraer información para predecir hechos o tomar decisiones a través del aprovechamiento de enormes cantidades de datos recopilados mediante ciertos comportamientos en Internet. Por ejemplo, mediante la actividad en redes sociales, como puede ser accionar botones como Me Gusta o Retweet, se pueden crear perfiles de usuarios según datos demográficos, y una vez procesados, pueden ser usados, por ejemplo, para generar publicidad o recomendaciones afines.
Todo lo que hacemos diariamente en redes sociales o a través de nuestro smartphone es analizado
El Big Data va a ser una revolución, y resulta muy interesante repasar algunas de sus claves y aplicaciones prácticas. De entrada, es algo tan sencillo como ese almacenamiento y análisis de datos que se recopilan a través de los cientos de servicios disponibles a día de hoy en Internet. Según Eric Schmidt, antiguo CEO de Google, generamos tantos datos cada dos días como la humanidad entera había generado hasta 2003. Y todo esto se puede analizar y aprovechar.
Dentro de Big Data, hay dos aspectos fundamentales, Data Analitycs y Data Visualization. Data Analitycs es el conjunto de técnicas y procesos encaminados examinar los datos recopilados (que de otra manera no tendrían valor alguno), para así descubrir patrones ocultos o relaciones desconocidas entre variables, con el objetivo de tomar mejores decisiones, aplicables, por ejemplo, en ciencia. Data Visualization, por su parte, es el conjunto de herramientas que nos ayudan a comprender los datos, de manera gráfica y en perspectiva. Una startup dedicada a esto es CartoDB. Con sus herramientas, podemos, por ejemplo, presentar de esta manera nuestro mapa de tráfico:
El uso de estas nuevas técnicas es clave en el un futuro laboral donde necesitaremos mucho más que los estudios universitarios para completar nuestra formación, siendo las diferentes especializaciones de postgrado, como las que podemos encontrar en U_tad, un valor añadido en nuestro currículum. Unirse a la revolución del Cloud Computing y Big Data está al alcance de nuestra mano con este tipo de enseñanzas.
La revolución del Big Data empieza por el dispositivo que más horas al día nos tiene enganchados, el smartphone. Apple, por poner un ejemplo, presentó ReserachKit. Simplemente, teniendo un iPhone (700 millones en el mundo), podremos entrar en un programa en el que, gracias a sensores como el acelerómetro, se detectan patrones que el sistema tiene recogidos, ejemplo de ello son los síntomas de enfermedades como el Parkinson.
Salud, ciencia, deporte, ocio... El Big Data se aplica a todos los ámbitosEn el sentido móvil, de esa revolución ya nos beneficiamos plenamente desde 2011 con la llegada de Google Now, al que más tarde se le unió Cortana y este año Proactive de Apple. Mediante nuestros datos de uso de los terminales, localización, búsqueda y contenidos de nuestros correos electrónicos como reservas de vuelos o compras, se adelantan a lo que va a ocurrir, ofreciéndonos avisos pertinentes que nos harán evitar atascos, retrasos u olvidos inoportunos, ejemplos de que el Big Data no es una moda pasajera. Los datos generados en 2020 superarán en 44 veces a los de 2009, y se calcula que para ese año guardaremos y analizaremos 35 ZB (zettabyte) de datos.
Imaginad un tráfico regulado analizando dónde se producen más atascos en una ciudad, y según eso condicionado para circular con más fluidez, dispositivos que, como hemos visto, se adelanten a cualquier problema de salud, o analísis de datos científicos empíricos que encuentren soluciones a grandes problemas que el ser humano por sí mismo no encontraría. También se aplica a deporte, ayudando a equipos a plantear tácticas según estadística tomada de cientos de comportamientos recogidos en multitud de lugares.
Conforme se generen más datos, más conclusiones se pueden sacar respecto a los ámbitos analizados, pero es un error pensar que será algo del futuro. La revolución del Big Data es real, y está aquí para quedarse.
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