Ataques con magia, un espadón enorme y pesado, la ayuda de su compañero canino y épicas transformaciones durante el desarrollo del combate. Clive Rosfield se apunta al Torneo del Puño de Hierro y si no fuese por la existencia del temido gen diabólico y su espectacular desempeño en Tekken 8 casi, casi se podría decir que el protagonista de Final Fantasy XVI encajaba mucho mejor con la saga hermana SoulCalibur. Sin embargo, nos encontramos con la adición más cuidada e interesante hasta la fecha. ¡Por encima del propio Heihachi o el caótico Eddy Gordo!
¿Tiene sentido añadir a un espadachín con el estilo de combate de Clive en un juego como Tekken? De entrada, ya te resuelvo la duda sobre lo más esencial: el protagonista del épico ARPG de Square Enix no es ni el primero, ni el segundo en blandir pesadas armas blancas. Sin ir más lejos, Yoshimitsu ha estado presente en todas y cada una de las entregas, siendo a la vez una nota discordante entre los artistas marciales, pero también un elemento fundacional en la saga. Otra cosa es cómo el Primer Escudo de Rosaria se apropia de las distancias medias en cada ronda.
¿Un estilo muy diferente al resto de luchadores? Ya en el título anterior se nos dió la posibilidad de jugar con el protagonista de Final Fantasy XV conservando una amplia cantidad de su repertorio original. Aquello tenía sentido, dado que la cantidad de crossovers con otras sagas Akuma de Street Fighter Geese de Fatal Fury o Negan de The Walking Dead daba una enorme cancha a la variedad. Y eso, quieras que no, nos lleva a la verdadera cuestión a la hora de hablar de Clive: dónde acaban exactamente las mecánicas que vimos en FF16 y cuándo empiezan las de Tekken 8.
Índice de Contenidos (4)
- Cómo es jugar como el Dominante de Ifrit en Tekken 8
- ¡Desatamos el poder de Clive en los Torneos oficiales!
- Una colaboración excepcional entre dos titanes
- ¿Veremos más estrellas de Final Fantasy en el futuro de Tekken?
Cómo es jugar como el Dominante de Ifrit en Tekken 8
Lo primero que tienes que tener en cuenta a la hora de luchar con Clive es que, como con Noctis, la base jugable de Tekken no ha cambiado: cada botón equivale a una extremidad, con lo que -salvo que nos enredemos con los combos y movimientos especiales- solo empleará su pesada espada al emplear su brazo derecho. Dicho de otro modo, el esquema de control es propio de la saga del Puño de Hierro y eso hace que las sensaciones a los controles sean diferentes a SoulCalibur. Otra cosa aparte es lo que se muestra en pantalla.
Basta con trastear tan solo un poquito con el personaje para empezar a ver hacer interesantes descubrimientos: bajo la barra de salud y hay un indicador adicional que puede cargarse hasta cinco niveles y que determina la potencia y vistosidad con la que podemos ejecutar muchas de las técnicas especiales, algunas al estilo de los Súper Arts de otros juegos de lucha. Y, pese ello, Clive no lo necesita para robarse las miradas de los jugadores.
La cantidad de detalles, transformaciones, efectos especiales e incluso atributos elementales como la capacidad de calcinar, congelar o electrocutar usando todos los Eikons en al menos una técnica. Clive promueve el tanteo de botones y que experimentemos combos, lo cual lo hace un luchador muy dinámico y que ha interiorizado de maravilla la temática de esta entrega: usar la agresividad como combustible de cada ronda. Es más, este invitado a la saga de Bandai Namco es un auténtico peligro en las distancias medias.
Si activamos el medidor de "Heat", lo cual es bastante sencillo de hacer sin entrar en una cadena de combos dado el alcance de uno de nuestros espadazos, Clive no solo adquiere nuevos movimientos, sino que añade a su repertorio las habilidades especiales del Dominante de Ifrit. Algo que se manifiesta no solo en su aura, sino también en su modelo de personajes, el cual pasa a estar envuelto en brasas. Y ojo, que como en FF16 su repertorio de ataques se complementa con la entrada en escena de su fiel amigo canino Torgal como remate recurrente. Algo que ya habíamos visto con algunas técnicas de Leroy, pero que gana un extra de simbolismo para quienes vienen del juego de Square Enix.
Porque Katsuhiro Harada, el productor de Tekken, ha puesto toda la carne en el asador y extra de mimo en este personaje invitado, pero también barre para casa en lo que respecta a las sensaciones a los mandos. ¿Su debilidad? Si entrenas no tardarás en averiguar cómo usar de manera segura los ataques a distancia, pero si te lanzas sin tantear el terreno posiblemente te destrocen la cara o te tumben de un barrido antes de completar un mandoble.
A la hora de comparar a Clive con el resto de personajes, una vez pasas de las primeras tomas de contacto, es fácil encontrar similitudes con Devil Jin o Devil Kazuya. De entrada porque usando los botones de patada puedes desplegar sus alas y también cuenta con movimientos aéreos muy convenientes. Pero también por su dominio a la hora de usar proyectiles. De modo que, como contenido, se siente como un luchador alineado con lo que se espera de Tekken y montones de recursos muy interesantes. Los suficientes como para lanzarnos a competir con él.
¡Desatamos el poder de Clive en los Torneos oficiales!
Si entras con Clive en el Arcade de Tekken 8 no tardarás en pillarle el truco y, una vez interiorices sus técnicas, es bastante probable que en las dificultades menos exigentes puedas despachar al enorme Azazel sin demasiado esfuerzo. Pero, ¿qué pasa si tratamos de medirnos con otros luchadores? Lo mejor de los luchadores recién llegados es que la mayoría no tienen muy definido el alcance y la dirección de sus golpes, y eso juega realmente a favor de este personaje.
A través del sistema de los Torneos de PS5 estuve descubriendo y tanteando las posibilidades del nuevo protagonista de Final Fantasy recién integrado en el juego frente a los luchadores habituales que suelen aparecer al jugar online. Reina, King, Dragunov... De hecho, Clive tiene una interacción especial con la primera al principio y tras vencerla en la que se cuestiona si lo que lleva puesto es parte de un cosplay. Harada es plenamente consciente de que nada más lanzar este personaje se iban a producir estas colisiones de personajes muy a menudo.
La primera conclusión a la que llegué pronto es que necesitaba aprovecharme de una mecánica en la que, si el enemigo se cubre, un golpe a media altura potente con la mano libre se completaba casi, casi sin penalizaciones de tiempo con el tajo diagonal. Esto no se debe a la naturaleza del personaje, sino a que en esta etapa del juego es complicado calcular rápido la distancia a la que podemos llegar y, ante la duda, el enemigo tiende a protegerse en exceso.
Por otro lado, Clive es un personaje que abarca mucha pantalla. Pese a que no es tan grande como King, es enorme y a la distancia que le confiere su espada hay que añadirle la capacidad de desplegar alas. No se siente ni ligero, pero tampoco pesado, pero lo verdaderamente interesante es cómo es capaz de desatar la agresividad o activar el Heat y aprovecharse del daño convertible al bloquear de manera tan sencilla a distancias medias. Dicho de otro modo: si jugamos al desgaste, y dependiendo del escenario, tendremos una oportunidad de lucirnos.
Los contrataques de Clive también son una parte activa de su estrategia. Esto tiene bastante sentido, dado que las mecánicas de parry (o bloqueo perfecto) están integradas de lleno en FF16. E incluso tiene un susto garantizado si contraataca con las alas desplegadas que moverá la cámara y hará que el jugador enemigo pierda durante un instante la noción de lo que está pasando. Algo que, no lo vamos a negar, se irá perdiendo conforme se asiente la presencia de este invitado en las partidas online.
¿Y qué pasa con su Rage Art? Además de la espada y los golpes normales, Clive puede emplear la magia e incluso aparecerse delante del enemigo con un impulso que toca saber aprender cuando emplear (y cuando no) lo cual habilita momentos idóneos para desplegar la brutal cinemática del gran remate definitivo del personaje: el Eikon Ifrit se manifiesta como un guiño excepcional al juego y desata su Hellfire al infeliz oponente.
Una colaboración excepcional entre dos titanes
Clive es el epicentro de la colaboración entre Bandai Namco y Square Enix a la hora de introducir el universo creado para Final Fantasy XVI en Tekken 8. De hecho, y siendo justos, se ha logrado llegar a la esencia del personaje, aunque -por razones de lógica- se ha declinado utilizar o trasladas las mecánicas de ARPG en favor de acomodar las técnicas más efectivas a la manera de jugar a Tekken. Eso es algo positivo, que conste, de cara al aspecto competitivo del juego a corto, medio y largo plazo. Con todo, los enamorados de Final Fantasy van a verse desbordados de contenido.
De entada, en la tienda de Tekken ha disponibles dos nuevos aspectos para todos los luchadores inspirados en el atuendo de Joshua Rosfield para los personajes masculinos y de Jill Warrick para los femeninos, ambos muy importantes para Clive y de enorme peso en los acontecimientos de Final Fantasy XVI. Se venden por separado y uno incluye una pelota temática para Tekken Ball y el otro un avatar que, en esencia, es el propio Clive Rosfield adaptado al Tekken 8: Arcade Quest. Una versión cabezona, pero con un nivel de detalle tan generoso como el propio luchador.
Con todo, el plato fuerte de los contenidos temáticos es el escenario Phoenix Gate, incluído en el Pase de Luchadores 1, y que es una réplica al visto en el juego de Square Enix con muchas particularidades para Tekken 8: es, hasta la fecha, el único escenario con su propia escena de apertura en la que estalla la batalla entre Eikons del comienzo de FF16. Por no mencionar que, como ring, tiene una segunda fase en la que se duplica su tamaño si castigamos el suelo y caemos.
Como es de esperar, Phoenix Gate cuenta con su propia Banda Sonora extraída directamente de Final Fantasy XVI. Primero sonará el tema "Away" que es el dedicado al personaje de Joshua Rosfield, y de cara a las últimas rondas, se cambiará a "Find the Flame", que es la pieza dedicada al propio Clive Rosfield. Temas orquestados que casan de maravilla tanto con la estética del nuevo luchador, como con la premisa de lograr que la epicidad estalle en cada ronda de este Tekken.
Sobra decir que la llegada de Noctis a Tekken 7 recibió un trato similar, con su propio escenario. Sin embargo, y sin desmerecer la gasolinera de Final Fantasy XV, Phoenix Gate es un campo de batalla que aporta matices emocionales a quien ya conoce a Clive, pero también encaja de maravilla para hacer colisionar a los iconos y veteranos de la saga del Puño de Hierro. Con todo, parece que las relaciones entre Square Enix y Bandai Namco son más profundas que en la entrega pasada.
Clive dispone de atuendos desbloqueables, como el Negro Calcinado, una versión con capucha de su traje específica para Tekken, pero a diferencia de Noctis es muy personalizable, pudiendo añadirle toda clase de elementos estéticos y vestirlo de manera casual o estrafalaria desde el editor, aunque no es compatible con todo: es junto a Kuma y Panda el único del juego al que no le puedes poner el gorro de Papá Noel que regalan por entrar al juego. Pero puedes ponerle un parche en el ojo o unas gafas horterísimas.
¿Veremos más estrellas de Final Fantasy en el futuro de Tekken?
Clive ha debutado en Tekken 8 adaptándose de maravilla al estilo de juego de esta entrega, pero hasta el propio Katsuhiro Harada es plenamente consciente de que los fans de Final Fantasy (e incluso los de la saga del Puño de Hierro) estaban genuinamente ilusionados con ver a Tifa Lockheart, una de las mejores embajadoras de la séptima entrega de la saga de rol de Square Enix y, no lo vamos a negar, una luchadora sensacional cuyo estilo de combate mucho más sencillo de adaptar a este juego.
¿Se ha ocupado la única plaza de Final Fantasy para Tekken en Clive? En una reciente entrevista para IGN el propio Katsuhiro Harada, así como el director Kuhei Ikeda, aseguraron que no había restricciones a la hora de añadir juegos de otras franquicias, y que es incluso no es imposible ver a dos personajes de la misma saga de RPGs. Con todo, y como es natural, eso es algo que no depende únicamente de ellos.
En la misma entrevista Harada declara que la adición de Clive se debe a un factor clave: la manera en la que FF16 está mucho más orientado a la acción habilita que sea posible trasladar sus características a un juego de lucha. Es más, toca recordar que Tekken 8 incluyó un modo de control Especial (se llama literalmente así) que se adapta a quienes no están familiarizados con los juegos de lucha o el estilo de Tekken. Uno que beneficia a los jugadores de Final Fantasy que desean simplemente jugar con Clive.
En cualquier caso, el efecto buscado a la hora de añadir a Clive está más que conseguido: ha sido una sorpresa, un tributo colmado de detalles al juego del que proviene y también un rotundo golpe sobre la mesa que le da interesantes matices a las partidas online y competitivas. Echando carburante al caos, la emoción y la agresividad de las partidas online y casuales en una entrega de Tekken que promueve esas sensaciones constantemente en cada ronda.
¿Y qué pasa con la segunda temporada de contenidos? Por lo pronto, a Harada le toca disfrutar del más que merecido reconocimiento al mejor juego de lucha de 2024 según los Game Awards, pero si él mismo dice que no tiene cerrada la puerta a nuevas adiciones del universo Final Fantasy, es que algo tiene en mente. Pase lo que pase, Clive ha sido un broche dorado para un año que ha sabido saciar a los fans de la lucha con mayúsculas y, en especial, a los incondicionales de la saga del Puño de Hierro
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La noticia Cómo es jugar con el protagonista de Final Fantasy XVI en Tekken 8: Desatamos el poder de Clive en Torneos oficiales fue publicada originalmente en Vida Extra por Frankie MB .
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