Noticia Cómo evolucionará la comunicación entre wearables y smartphones

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Independientemente del weareable, sea un smartwatch o pulsera deportiva, su función es la de recopilar información y mostrárnosla de la forma más condensada y contextual posible. Los weareables nos acompañan en toda nuestra jornada, pero la atención que le prestamos está subyugada a los segundos, a los instantes. Un vistazo o pequeña interacción debe bastar para obtener la información que queremos. Son complementos diseñados para acompañarte en tu día a día, no son el centro de tu vida hacia el exterior ni deben generar una gran fricción.

¿Será así siempre, simples complementos del smartphone o serán entes autónomos en el futuro? El Bluetooh es la conexión más popular y, en la actualidad, el principal elemento para la existencia de los weareables cuya misión es proveer de datos a nuestro smartphone o recopilarlos de él para mostrarnos información relevante en un instante de tiempo, algo para lo que no están diseñados los smartphones.

Los weareables de actividad física recopilan datos que nuestro smartphone no puede por emplazamiento. Estas pulseras o relojes al estar en la muñeca son capaces de detectar qué estamos realizando, recopilar esos datos y enviarlos al smartphone. Conexión, recopilación y distribución constante para que el smartphone sea capaz de tratarlo luego. En el futuro, con los avances en el Internet de las Cosas (IoT) y los nuevos chips de bajo consumo es posible crear wearables autónomos y sin apenas interacción por parte del usuario.

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Huawei TalkBand B2 compatible con Huawei P8


Los módulos de IoT son cada vez más pequeños, eficientes y ofrecen más capacidades. Podrían sincronizarse por NFC al llegar a casa con nuestro smartphone o, lo que es mejor, que al entrar en la red Wi-Fi de casa lo enviase a un servidor en la nube. El problema es que perdemos toda la información que nos ofrece en tiempo real gracias a nuestro smartphone en caso de un smartwatch o pulsera inteligente, por lo que sus pantallas tendrían que evolucionar. Por otro lado podríamos concebir smartwatches con conectividad 4G de forma que actúen de forma autónoma por completo, pero entonces la fricción comienza a aparecer.

Huawei TalkBand B2 es un claro ejemplo de wearable actual con vistas al futuroEn la actualidad, los avances tecnológicos ya permiten que pulseras deportivas como la nueva Huawei TalkBand B2 reúnan todos los requisitos para ser vestidas todo el día, sin fricción alguna y encajen como complemento en el estilo personal del consumidor. Su cuerpo de aluminio incorpora un auricular inalámbrico que como pudimos comprobar en nuestras primeras impresiones tiene una calidad de emisión y recepción de llamadas excelente, la pulsera es un cuantificador de actividad deportiva para smartphones Android e iOS, y los materiales utilizados en us fabricación son premium como el cuero o el aluminio, lo que la aleja por completo de toda su competencia en este campo. Su interfaz está pensada en segundos, y así está diseñada la información que se muestra en ella. No es intrusa ni compleja, apenas tiene un botón de apagado y encendido, ni pretende replicar las funciones de un smartwatch complejo. Su objetivo es complementar tu actividad y darte la información que necesitas en segundos, que es la máxima de un weareable inteligente.

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TalkBand B2 con materiales premium como el cuero o aluminio


La tecnología era lo que limitaba la aparición de los weareables, pero estamos entrando de lleno en la próxima etapa, donde la imaginación de los fabricantes será la clave y no la tecnología en sí. ¿Cómo combinar las funciones actuales de forma más invisibles, fácil y contextual? Además habrá que resolver el gran enigma actual, ver las propuestas y tendencias que indiquen si los weareables son complementos del smartphone y accesorios en nuestro día a día o pueden llegar a ser, en el futuro, un dispositivo que trabaje de forma completa y autónoma en nuestra muñeca.

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