
La piratería en Android es, sin duda, el elemento que tiene más culpa de que en la plataforma las aplicaciones de desarrolladores independientes no puedan alcanzar el nivel de las de iOS, y de que las que se lanzan en ambas plataformas lleguen más tarde a Android. Analizamos los casos más flagrantes y famosos.
Para mí 2014 y 2015 son los años en que por fin la calidad de las aplicaciones de Android está a la altura de las de iOS (con matices). Y eso no es poco, es una gran reafirmación para la plataforma, ya que históricamente y sobre todo desde la madurez obtenida con Ice Cream Sandwich y Jelly Bean, suponía su principal problema. Por desgracia, la piratería en Android es algo que hace que la afirmación con la que comienzo este artículo no pueda englobar a todas las clases de aplicaciones. La calidad en aplicaciones en las dos plataformas en líneas generales sólo es similar cuando la aplicación es desarrollada por una compañía grande (Dropbox, Microsoft, Facebook) cuyo modelo de negocio no se basa en la venta de su aplicación. La piratería en Android es, por tanto, la mayor causa de las diferencias entre el Play Store y la App Store.

El mayor ejemplo de piratería en Android lo he podido ver en las últimas horas. Jack Underwood, desarrollador de una de las mejores aplicaciones de calendario que podemos encontrar en el Play Store y que ya cuenta con Material Design, Today Calendar, ha escrito en su perfil de Google+ que el ratio de piratería de su aplicación es del 85%. Es decir, que casi 9 de cada 10 personas que utilizan su aplicación lo hace sin comprarla. Una auténtica vergüenza que no tiene ningún tipo de justificación, y más cuando el propio Jack siempre ha dado soluciones para que cualquier usuario probara gratuitamente su app. Hasta hace poco ofrecía una versión de prueba que expiraba en unos días, pero desde hace una semana la versión gratuita no expira y simplemente recuerda de vez en cuando que si le pagas, le estás ayudando a continuar con el desarrollo.
Esto sólo es un ejemplo más de piratería en Android. Lamentablemente, hay muchos más, como el que afectó a Joaquim Vergès, desarrollador del cliente de Twitter Falcon Pro, con la primera versión de su aplicación. La historia se resume en que Twitter le daba 100.000 tokens o accesos. Como era de esperar se acabaron agotando, pero mucho antes de lo esperado. Vergés contó en su cuenta de Twitter como de los 100.000 tokens (existía la opción multiusuario, pero la cuenta suele ser 1 usuario igual a un token, por lo que 100.000 tokens equivaldrían en el mejor de los casos a 100.000 ventas de la app). Sin embargo, cuando Twitter cortó el acceso a Falcon, tan sólo se habían producido 40.000 ventas en el Play Store. Es decir, más o menos el 60% de los accesos se producían a través copias piratas de Falcon Pro.
For the numbers, Play Store tells me 40k users. Piracy is unstopabble, nothing I can do to prevent that.
— Falcon for Android (@falcon_android) febrero 23, 2013
Y no, no son casos aislados. Los desarrolladores del mejor juego móvil del año, Monument Valley, publicaron las cifras de piratería de las dos plataformas en las que trabajan. Como vemos en el tuit, las cifras de piratería Android eran sorprendentemente altas. Hablamos de que un 95% de las instalaciones de un juego muy caro de desarrollar se han producido sin pagar los míseros 4 dólares que cuesta. La cosa se agrava sabiendo que en la Amazon AppStore se ofreció el juego gratuitamente durante un día (las descargas gratuitas de ese día no se incluyen en el 95% de instalaciones sin pagar) y en oferta durante el verano.
Interesting fact: Only 5% of Monument Valley installs on Android are paid for. 40% on iOS. There’s a sneak peak of data!
— ustwogames (@ustwogames) enero 5, 2015
¿Qué provocan todos estos ejemplos de piratería en Android? Provoca que los usuarios de la plataforma estemos abocados a que nuestras aplicaciones y juegos sean de poca calidad, salvo en el mencionado caso de las empresas grandes. Provoca que, cuando un desarrollador indie vaya a comenzar el desarrollo de una aplicación, en el caso de querer ganar dinero con ella, nunca vaya a priorizar hacerlo en Android, e incluso ni se plantee llevarla al Play Store. Provoca que, en Android nunca vayamos a ver aplicaciones exclusivas de la calidad de Tweetbot 3, Fantastical, Drafts, Dispatch, Day One, Workflow, Sparrow o Snapseed en su día (la segunda llegó tras ser comprada por Google). Provoca que, pese a ser una plataforma que por su idiosincrasia puede ser más avanzada se tenga que conformar con aplicaciones bastante mediocres en muchos casos.

¿Qué solución hay a esto? La más obvia sería que Google eliminase la opción de instalar aplicaciones de orígenes desconocidos (por muy útil que puedar ser para muchos casos ajenos a la piratería). Mientras eso no ocurra, los desarrolladores tienen que buscar herramientas por su cuenta, como hizo el propio Joaquim Vergès con Falcon Pro 3, que para ser comprada ahora tiene que instalarse como una app gratuita para luego adquirir un add-on para poder instroducir nuestra cuenta. Cada cuenta adicional que queramos añadir precisará de un pago adicional, por aquello de los 100.000 accesos que permite Twitter. ¿Qué genera? Comentarios tan lamentables como los que leemos abajos, con tono de protesta hacia Verges por volver a cobrar por una nueva versión de Falcon Pro (la primera versión fue colgada de manera gratuita para que los usuarios puedieran acceder pese al bloqueo de Twitter).

Yo, mientras tanto no puedo dejar de hacerme una pregunta: ¿Por qué sigues descargando aplicaciones piratas?

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