Los científicos e investigadores del MIT nos han vuelto a sorprender con una de sus creaciones. Gracias a la impresión 3D han logrado diseñar un compuesto que es capaz de reducir la fuerza que reciben los objetos tecnológicos en los impactos, y esto significa aumentar la vida útil de los mismos.
Los daños que sufren drones, smartphones u ordenadores portátiles son en gran medida fruto de los golpes que reciben. Las caídas o impactos vienen acompañados deuna parada súbita que es dónde las piezas tecnológicas sufren y se deterioran. El nuevo compuesto diseñado por la gente del MIT consigue aumentar el rebote y fuerza de retroceso, de manera que la detención del objeto se produzca de manera prolongada y suave...
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