Dar el salto de un iPhone a un móvil Android puede parecer un pequeño caos, pero con unos consejos claros y algo de preparación previa puedes mudarte de sistema sin dramas ni datos perdidos. No se trata solo de encender el nuevo teléfono y ya está: fotos, contactos, chats, calendarios, música y contraseñas tienen que viajar contigo.
En esta guía tienes reunidos todos los consejos clave si cambias de un iPhone a un Android, combinando lo que explican Apple, Google, Samsung y medios especializados, pero contado en un castellano cercano y práctico. Verás qué puedes transferir, qué no, qué apps usar (Smart Switch, Switch to Android, Google Drive, Google One, etc.) y qué detalles conviene ajustar para que la experiencia en Android sea lo más parecida posible a la que tenías en iOS… o incluso mejor.
Pasos previos antes de abandonar tu iPhone
Antes de tocar el nuevo móvil, conviene que dejes tu iPhone listo: esto reduce muchísimo las posibilidades de perder contenido y de llevarte un susto después. Lo primero es asegurarte de que todo lo importante del iPhone está guardado en alguna copia de seguridad, ya sea de Apple (iCloud) o de Google.
Entra en los ajustes del iPhone, toca en tu nombre (ID de Apple) y ve a iCloud para activar la sincronización de contactos, calendario, notas, recordatorios, fotos y el resto de apartados que te interesen. Así te quedará un respaldo completo en la nube de Apple, aunque después vayas a vivir en Android.
Además, es muy buena idea usar herramientas de Google ya en el iPhone. Si instalas Google Drive o Google One en iOS, podrás crear una copia de seguridad directamente en tu cuenta de Google con contactos, calendario y fotos, que se restaurarán casi solas al encender el móvil Android.
Por último, intenta que el cambio no sea a lo loco: mantén tu iPhone encendido y sin formatear durante al menos unos días mientras pruebas el Android. Así, si detectas que falta alguna foto, un documento o una app con datos importantes, podrás recuperarlos a tiempo.
Qué cuenta vas a usar: de Apple ID a Google
Cuando pasas de iOS a Android, también cambias de ecosistema. Tu Apple ID sigue existiendo, pero en el mundo Android mandarás con tu cuenta de Google (tu correo de Gmail). Es la que se usará para la Play Store, para las copias de seguridad y para sincronizar contactos, calendarios, contraseñas y demás.
Si no tienes todavía una, crea una cuenta de Gmail antes de encender el Android, o hazlo durante la configuración inicial del nuevo móvil. Todo lo que migres desde el iPhone se vinculará a ese usuario, así que elige una dirección que vayas a usar a largo plazo.
Aunque dejes de usar iPhone, no borres tu Apple ID ni tu cuenta de iCloud: podrás seguir entrando en iCloud.com desde el navegador de tu Android para ver fotos, notas, recordatorios o documentos que se hayan quedado allí.
Copias de seguridad: iCloud, Google Drive y Google One
Antes de meternos con cables y apps de migración, deja hechas las copias gordas. Cuanto más respaldo tengas, menos dependes de que falle el proceso automático entre iPhone y Android.
En el iPhone, entra en Ajustes > tu nombre > iCloud y revisa qué tipos de datos se están copiando (fotos, contactos, calendarios, etc.). Luego entra en “Copia en iCloud” y pulsa “Realizar copia de seguridad ahora”. Esto guardará el estado completo del iPhone en la nube de Apple, por si algún día necesitas volver o consultar algo desde la web.
Después, instala Google Drive o Google One en el iPhone. Desde sus ajustes, entra en la sección de copia de seguridad y marca contactos, calendario y fotos. Comprueba que las fotos se suben con calidad original para no perder resolución; si tienes muchísimas, quizá te toque ampliar almacenamiento con Google One.
Si te preocupa la música que tienes en iTunes, puedes instalar Google Play Music Manager en tu ordenador (o su alternativa actual) para subir hasta decenas de miles de canciones a la nube de Google. Así las tendrás accesibles en tu Android sin depender del cable.
Cómo mover contactos, fotos y calendario del iPhone a Android
Los tres pilares básicos de cualquier cambio de móvil son siempre los mismos: contactos, fotos y calendario. La buena noticia es que son de lo más sencillo de trasladar si sigues el camino correcto.
Con Google Drive o Google One en tu iPhone puedes lanzar una copia que envía todos los contactos a Google Contacts, las citas al calendario de Google y las fotos a Google Fotos. Solo tendrás que iniciar sesión con esa cuenta de Google en el Android para que todo aparezca casi al instante.
Si prefieres el método clásico, también puedes exportar tus contactos desde iCloud.com en formato vCard y luego importarlos en Gmail. En iCloud, selecciona todos los contactos, pulsa en “Export vCard” y guarda el archivo. Después, en los contactos de Google en la web, usa la opción “Importar” y selecciona ese fichero.
En cuanto a las fotos, otra opción oficial es entrar en privacy.apple.com con tu Apple ID y solicitar una copia de las fotos y vídeos de iCloud para enviarlos a Google Fotos. Apple transferirá automáticamente el contenido que tengas en iCloud a tu cuenta de Google, sin que tengas que descargar nada al ordenador.
El calendario también puede ir sincronizado con una app específica si tienes un móvil Samsung. Por ejemplo, hay aplicaciones en Play Store como “Sync for iCloud Calendar” que, con una contraseña específica de Apple para apps de terceros, sincronizan eventos de iCloud con el calendario de Samsung y viceversa.
Configurar el nuevo móvil Android con los datos del iPhone
Cuando enciendas tu Android por primera vez, el asistente de inicio te preguntará si quieres copiar aplicaciones y datos desde otro dispositivo. Aquí es donde entra en juego la transferencia directa desde el iPhone, ya sea con cable o de forma inalámbrica.
Si tu móvil trae Android 12 o superior, o es un Pixel o un Samsung reciente, lo habitual es que tengas la opción de conectar un cable USB‑C a Lightning (o USB‑C a USB‑C si tu iPhone es de los nuevos con ese puerto). El método con cable es el que más datos consigue mover: fotos, vídeos, SMS, historial de llamadas, apps compatibles, chats de WhatsApp, notas, fondos de pantalla, música y más.
En el proceso, el asistente te pedirá que selecciones qué tipos de datos quieres copiar. Lo más cómodo es marcarlo todo y dejar que transfiera mientras terminas de configurar idioma, WiFi, PIN, huella y demás. Asegúrate de que la pantalla del iPhone no se bloquea durante la copia y de que ambos móviles tienen suficiente batería o están conectados al cargador.
Si por lo que sea tu Android no permite conectar el iPhone con cable, se apoyará en las copias de Google Drive o Google One que ya hiciste. También puede invitarte a usar la app Cambiar a Android (Switch to Android) desde tu iPhone, que funciona de forma inalámbrica.
Usar la app Cambiar a Android (Switch to Android)
Google ofrece una aplicación oficial llamada Cambiar a Android (Switch to Android) que facilita el proceso sobre todo si no tienes un cable compatible a mano. Eso sí, necesitas un móvil con Android 12 o superior y que tu iPhone tenga al menos iOS 15.
Durante la configuración inicial del Android, en el paso de copiar apps y datos, verás una opción del estilo “¿No tienes cable?” o “No tengo un cable válido”. Si la eliges, el móvil te mostrará un código QR que tienes que escanear con la cámara del iPhone para descargar la app Cambiar a Android.
Una vez instalada, abres la app en el iPhone, inicias sesión en tu cuenta de Google y sigues los pasos que te vaya indicando. Este método permite copiar contactos, eventos del calendario, fotos y vídeos, pero no todo lo que se mueve con el cable (por ejemplo, se quedan fuera algunos SMS, música local, llamadas o WhatsApp completo).
Es importante que durante todo el proceso de traspaso inalámbrico tengas ambos móviles conectados a la misma red WiFi y que estén cargados o enchufados, ya que la transferencia puede tardar desde unos minutos hasta varias horas dependiendo de la cantidad de datos.
Opciones específicas si tu nuevo móvil es un Samsung Galaxy
Si das el salto de iPhone a un Galaxy, Samsung pone a tu disposición su propia herramienta: Samsung Smart Switch. Está pensada justo para esto y suele venir ya preinstalada en los Galaxy más recientes.
Durante la configuración inicial del Samsung, el asistente te preguntará si quieres traer datos desde otro teléfono. Elige la opción de iPhone, conecta ambos dispositivos con el cable correspondiente y autoriza en el iPhone el acceso a los datos cuando te aparezca el mensaje de confianza.
Smart Switch permite transferir fotos, vídeos, contactos, SMS, historial de llamadas, calendario, parte de tu configuración y, muy importante, los chats de WhatsApp de iOS a Android (en modelos compatibles). Simplemente marca WhatsApp al seleccionar lo que quieres copiar y sigue las instrucciones.
Una vez finalizada la transferencia, el Galaxy se encargará de descargar desde Play Store las apps que tenías en el iPhone y que existen también en Android. Las apps exclusivas de iOS, evidentemente, no aparecerán y tendrás que buscar alternativas equivalentes.
WhatsApp, iMessage y otras apps de mensajería
Uno de los temas que más preocupan al cambiar de plataforma son los chats. No todas las apps guardan las conversaciones igual, así que hay diferencias importantes entre WhatsApp, Telegram, iMessage y otros servicios.
En Telegram, Messenger, Instagram y mensajerías similares no tienes que hacer absolutamente nada especial: los chats están ligados a tu cuenta y se almacenan en los servidores del servicio. Basta con iniciar sesión en tu Android y tendrás todo como en el iPhone.
Con WhatsApp es más delicado. De forma nativa, las copias se guardan en iCloud en iPhone y en Google Drive en Android. Desde hace tiempo, sin embargo, ya es posible pasar tus conversaciones de iOS a Android durante la configuración inicial usando cable (o con Smart Switch en los Galaxy compatibles). El asistente de cambio te mostrará un código QR para que lo escanees con el iPhone y confirmes la transferencia de chats.
iMessage es otro cantar: es un sistema exclusivo de Apple. No existe versión para Android, ni forma oficial de llevarte las conversaciones. Lo único que debes hacer sí o sí es desactivar iMessage en tu iPhone antes de quitar la SIM, entrando en Ajustes > Mensajes y apagando iMessage (y de paso FaceTime). Si no lo haces, los mensajes de otros iPhone pueden seguir quedándose atrapados en el antiguo dispositivo.
Si ya no tienes el iPhone y olvidaste desactivar iMessage, todavía puedes pedir desde la web de soporte de Apple que desvinculen tu número del servicio para evitar que los SMS se pierdan por el camino.
Qué datos y aplicaciones no se pueden trasladar (o cuesta más)
Por mucho que los sistemas hayan mejorado en compatibilidad, hay algunos elementos que no viajan de iPhone a Android de forma directa. Conviene saberlo de antemano para no llevarse decepciones.
En general, no se transfieren las aplicaciones de pago compradas en la App Store ni sus compras internas o suscripciones hechas directamente allí. Son dos tiendas diferentes, dos ecosistemas diferentes; si quieres la misma app de pago en Android, te tocará volver a comprarla en Google Play (salvo que el desarrollador gestione licencias por su cuenta y no dependan de la tienda).
Tampoco se suelen mover los datos internos de muchas aplicaciones (ajustes, partidas de juegos, bases de datos locales…). Algunas apps sí se sincronizan con una cuenta propia o con redes sociales, y en ese caso recuperarás el historial al iniciar sesión en el Android. Pero en otras muchas tendrás que empezar de cero.
Además, hay tipos de información especialmente sensibles que se quedan en el entorno Apple: datos de salud, notas de voz, llavero de contraseñas de iCloud, marcadores de Safari o alarmas, entre otros. Algunos podrías exportarlos a mano o a través del ordenador, pero no esperes que el asistente de migración se encargue de todo.
Otra cosa que no se migra automáticamente es tu eSIM. Tendrás que pedir a tu operador que te genere un nuevo código QR para instalar la eSIM en el Android, o bien usar una SIM física si aún la tienes.
Contraseñas, llaveros y autocompletado en Android
El llavero de iCloud es muy cómodo en iPhone, pero cuando cambias a Android toca reorganizarte un poco. La buena noticia es que puedes exportar tus contraseñas del iPhone en un archivo CSV y luego importarlas al gestor de Google o al de Samsung.
En iOS, entra en la configuración del navegador (Safari) y busca la opción para exportar contraseñas. El sistema generará un archivo .csv que deberás guardar de forma segura. Después, en Android, puedes importarlo en Google Password Manager o en Samsung Pass y seleccionar uno de ellos como gestor por defecto.
Para que el autocompletado funcione de manera fluida, es recomendable usar Gboard (el teclado de Google) y marcar en ajustes de idioma y entrada que Google sea tu administrador de contraseñas principal. La experiencia es muy parecida a la de iOS: los campos de usuario y contraseña se rellenan prácticamente solos.
Como siempre que manejas archivos con claves, borra el archivo en cuanto termines la importación y evita dejarlo tirado en el almacenamiento del móvil o del ordenador por seguridad.
Ajustes y trucos para adaptar Android si vienes de iPhone
Más allá de los datos, hay muchos pequeños detalles de uso diario que cambian al pasar de iOS a Android. Algunos usuarios echan de menos funciones concretas del iPhone, pero existen trucos y aplicaciones que imitan bastante bien ese comportamiento.
Si tienes un Samsung y echas de menos que la pantalla se encienda al llegar una notificación, puedes usar apps como Glimpse que activan la pantalla cada vez que entra un aviso. Así la experiencia se parece más al comportamiento del iPhone.
Para los nostálgicos de la Isla Dinámica, hay apps como Dynamic Spot que recrean algo similar en Android: un área flotante configurable que muestra música, navegación, temporizadores y notificaciones en la parte superior de la pantalla. Puedes ajustar tamaño, posición y qué apps se muestran.
Si te gustaba tocar la pantalla para activarla, muchos Android lo permiten con la opción de pantalla siempre encendida. Basta con configurarla para que solo se muestre al tocar y tendrás un gesto muy parecido al “tap to wake” de iOS: un toque para encender la pantalla sin pulsar el botón físico.
Y si sigues atado a iCloud para notas, recordatorios o fotos antiguas, puedes abrir iCloud.com desde Chrome, iniciar sesión y usar la opción de “añadir a pantalla de inicio”. Así obtendrás una especie de app web de iCloud en tu Android, siempre a mano para consultar o gestionar tus datos de Apple.
Batería y rendimiento tras el cambio de iPhone a Android
Una de las cosas que más desconciertan cuando te pasas a Android es cómo se muestra el consumo de batería. Muchos modelos ofrecen estadísticas muy detalladas de uso por hora y por aplicación, lo que hace que algunos usuarios se obsesionen un poco más que con el iPhone.
Como referencia, puedes considerar que un consumo de alrededor del 10 % de batería por hora de uso de pantalla (dependiendo de las apps) es relativamente normal. Juegos pesados y apps de vídeo o mapas gastan más que mensajería o navegadores. Si quieres datos finos, apps como AccuBattery te dan un desglose exhaustivo.
Para ahorrar batería, muchos Android permiten poner apps en “suspensión” o “suspensión profunda”. Esta función hace que las aplicaciones que no usas apenas no puedan ejecutarse en segundo plano, reduciendo el gasto. Eso sí, evita poner en suspensión profunda apps de mensajería o correo, porque podrían dejar de llegar notificaciones.
Otras medidas típicas para exprimir autonomía son usar resolución FHD+ en vez de QHD, activar el tema claro si la pantalla no es OLED o calibrar la pantalla y ajustar las gamas de color, desactivar brillo adaptable si no te convence cómo se comporta, limitar la búsqueda automática de Bluetooth o desactivar la personalización de anuncios y servicios que consumen datos en segundo plano.
Ten en cuenta que la primera semana con un Android nuevo puede ser algo caótica, igual que pasa al estrenar un iPhone: el sistema indexa, descarga, restaura copias y ajusta fotos en segundo plano. Es normal notar más consumo de batería y cierto calentamiento durante esos días iniciales; suele estabilizarse solo.
Archivos sueltos, música y otros contenidos a no olvidar
Más allá de fotos y contactos, es muy posible que tengas documentación variada repartida en carpetas del iPhone: PDFs, archivos descargados, proyectos de trabajo, etc. Esos contenidos no siempre entran en las copias automáticas, así que te conviene revisarlos uno a uno.
Abre la app Archivos en iOS y localiza todo aquello que quieras conservar. Puedes moverlo a iCloud Drive, subirlo a Google Drive o enviártelo por correo, Telegram o similar para recuperarlo luego en el Android. Lo importante es que nada se quede solo en el almacenamiento local del iPhone si te vas a deshacer de él.
Si tienes tus listas de reproducción en iTunes y quieres seguir disfrutándolas en Android, la estrategia pasa por usar servicios como Google Play Music (o su sustituto actual) para subir tu biblioteca musical a la nube. Una vez allí, podrás acceder desde el nuevo móvil o desde cualquier navegador.
Con los juegos sucede algo parecido a las apps: muchos guardan las partidas en servidores propios mediante login (correo, Facebook, Apple ID, etc.), mientras que otros lo almacenan solo en el dispositivo. Siempre que se pueda, activa las opciones de cuenta o sincronización en tus juegos favoritos antes de cambiar de móvil.
Finalmente, revisa tus apps autenticadoras (Google Authenticator, Authy y similares). Algunas permiten exportar claves a otro dispositivo; en otros casos tendrás que regenerar códigos 2FA en cada servicio. Hazlo con calma antes de perder el iPhone para evitar quedarte bloqueado fuera de tus cuentas.
Después de leer todo esto, se ve que cambiar de un iPhone a un Android no es tan dramático si dedicas un rato a preparar copias, elegir bien tu cuenta de Google y usar las herramientas oficiales de migración; así, tus fotos, contactos, chats y buena parte de tu configuración viajarán contigo, podrás suplir casi todas las funciones que echas de menos de iOS con apps o ajustes de Android y tendrás margen para pulir detalles mientras mantienes el iPhone unos días como salvavidas por si algo se ha quedado atrás.
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