Ahora mismo estáis leyendo el decimotercero artículo de una idea que se ha bautizado como Cortísimo metraje en la que, en un breve texto, hablaré sobre temas relacionados con Nintendo y el mundo de los videojuegos en general con la intención de abrir un debate sobre ellos.
Animal Crossing: New Horizons es un videojuego con mecánicas que se distancian bastante de las de un juego convencional. Desde su primera entrega en GameCube, el paso del tiempo a velocidad real ha podido ser bastante frustrante para algunos, pero hoy, vamos a hablar de otra característica que se ha introducido a la franquicia con esta entrega: la durabilidad limitada de las herramientas.
En New Horizons, la mayoría de utensilios se rompen tras algún tiempo de uso. Cuando empiezas en tu isla, el hacha apenas aguanta diez o doce golpes, pero a medida que pasan los días, desbloqueas nuevos proyectos de bricolaje que te permiten crear versiones mejoradas con más resistencia al desgaste, pero aún y así, se acaban rompiendo. Esta mecánica también fue introducida en la última nueva entrega de la saga The Legend of Zelda, ya que en Breath of the Wild, excepto las armaduras y la espada maestra (que no queda inutilizaban para siempre, pero se le agota la energía durante unos minutos) tanto las armas, como los escudos, y los arcos, ceden después de eliminar a un puñado de enemigos.
En el momento de su lanzamiento, esta decisión de diseño fue bastante criticada por una parte de los jugadores, y alabada por otra (en la que me incluyo). Personalmente, pienso que esta mecánica favorece el sentimiento de libertad, constante descubrimiento y experimentación en el que se basa esta obra.
Si la Espada Maestra y el escudo Hyliano fueran irrompibles, toda la estructura del juego pasaría de la visión creativa que tenían en mente los desarrolladores para el disfrute del jugador, a que estos intenten conseguir estas armas lo antes posible para que el resto de la aventura se haga mucho más fácil y no tengan que ir cambiando constantemente. ¿Pero qué se consigue con esta improvisación? Descubrir cosas nuevas.
Es como cuando eras pequeño y tus padres te obligaban a comer o hacer actividades que no habías hecho antes. Tú ya sabías algunas cosas que te gustaban, pero si no hubieras estado forzado a probar otras, serías alguien más incompleto. Pues aquí, en menor medida, pasa lo mismo. Yo sé que con una espada y un escudo me manejo perfectamente, por que ya lo he comprobado en otros juegos, pero que me hagan decidir entre coger una maza o una lanza eléctrica, me hace descubrir nuevas posibilidades, hasta que al final, cuando te sientes más o menos cómodo con todo y has aprendido que arma va mejor para derrotar a tal enemigo, es cuando te das cuenta de algo muy importante. El juego no es solo más fácil porque tienes diez, quince o veinte corazones más, sino porque tú, Link, héroe de Hyrule, has aprendido y dominado lo que los desarrolladores tenían que ofrecerte.
Para ir terminando, y ya de paso también hablar de Animal Crossing: New Horizons, me parece que la mecánica de la durabilidad también está bien implementada. El juego está lleno de mecánicas realistas: el paso del tiempo, que los insectos salen a ciertas horas del día, que cuando llueve es el mejor momento para pescar, ¿y ahora nos vamos a enfadar porque las herramientas se rompen? Yo creo que es una decisión acertada.
¿Vosotros qué pensáis? ¿Os gusta esta aproximación más realista tanto de Animal Crossing: New Horizons como de The Legend of Zelda: Breath of the Wild? ¿No os parece que desbloquear armas más duraderas un buen sistema de progresión? ¡Dejadnos lo qué pensáis en los comentarios!
La entrada Cortísimo metraje: La durabilidad de las herramientas, ¿una mecánica que beneficia la experiencia? se publicó primero en Nintenderos - Nintendo Switch, Switch Lite y 3DS.
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Animal Crossing: New Horizons es un videojuego con mecánicas que se distancian bastante de las de un juego convencional. Desde su primera entrega en GameCube, el paso del tiempo a velocidad real ha podido ser bastante frustrante para algunos, pero hoy, vamos a hablar de otra característica que se ha introducido a la franquicia con esta entrega: la durabilidad limitada de las herramientas.
En New Horizons, la mayoría de utensilios se rompen tras algún tiempo de uso. Cuando empiezas en tu isla, el hacha apenas aguanta diez o doce golpes, pero a medida que pasan los días, desbloqueas nuevos proyectos de bricolaje que te permiten crear versiones mejoradas con más resistencia al desgaste, pero aún y así, se acaban rompiendo. Esta mecánica también fue introducida en la última nueva entrega de la saga The Legend of Zelda, ya que en Breath of the Wild, excepto las armaduras y la espada maestra (que no queda inutilizaban para siempre, pero se le agota la energía durante unos minutos) tanto las armas, como los escudos, y los arcos, ceden después de eliminar a un puñado de enemigos.
En el momento de su lanzamiento, esta decisión de diseño fue bastante criticada por una parte de los jugadores, y alabada por otra (en la que me incluyo). Personalmente, pienso que esta mecánica favorece el sentimiento de libertad, constante descubrimiento y experimentación en el que se basa esta obra.

Si la Espada Maestra y el escudo Hyliano fueran irrompibles, toda la estructura del juego pasaría de la visión creativa que tenían en mente los desarrolladores para el disfrute del jugador, a que estos intenten conseguir estas armas lo antes posible para que el resto de la aventura se haga mucho más fácil y no tengan que ir cambiando constantemente. ¿Pero qué se consigue con esta improvisación? Descubrir cosas nuevas.
Es como cuando eras pequeño y tus padres te obligaban a comer o hacer actividades que no habías hecho antes. Tú ya sabías algunas cosas que te gustaban, pero si no hubieras estado forzado a probar otras, serías alguien más incompleto. Pues aquí, en menor medida, pasa lo mismo. Yo sé que con una espada y un escudo me manejo perfectamente, por que ya lo he comprobado en otros juegos, pero que me hagan decidir entre coger una maza o una lanza eléctrica, me hace descubrir nuevas posibilidades, hasta que al final, cuando te sientes más o menos cómodo con todo y has aprendido que arma va mejor para derrotar a tal enemigo, es cuando te das cuenta de algo muy importante. El juego no es solo más fácil porque tienes diez, quince o veinte corazones más, sino porque tú, Link, héroe de Hyrule, has aprendido y dominado lo que los desarrolladores tenían que ofrecerte.
Para ir terminando, y ya de paso también hablar de Animal Crossing: New Horizons, me parece que la mecánica de la durabilidad también está bien implementada. El juego está lleno de mecánicas realistas: el paso del tiempo, que los insectos salen a ciertas horas del día, que cuando llueve es el mejor momento para pescar, ¿y ahora nos vamos a enfadar porque las herramientas se rompen? Yo creo que es una decisión acertada.
¿Vosotros qué pensáis? ¿Os gusta esta aproximación más realista tanto de Animal Crossing: New Horizons como de The Legend of Zelda: Breath of the Wild? ¿No os parece que desbloquear armas más duraderas un buen sistema de progresión? ¡Dejadnos lo qué pensáis en los comentarios!
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