Noticia “Cosas de mujeres”: pequeñas historias de sexismo cotidiano

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Si eres mujer, al menos una vez en tu vida te has enfrentado a una forma de sexismo cotidiano. Posiblemente todos los días.



18 años. Un tipo que venía andando en bici se me acercó por detrás y me manoseó los pechos frente a los ojos de varias madres que esperaban a sus hijos/as en la esquina de un colegio. Ninguna se acercó a ayudarme. Cuando fui a denunciarlo a la policía, el oficial me dijo que "al menos no te violó", como si el hecho no hubiese sido lo suficientemente grave.

Esa es apenas una de las cientos de historias recopiladas en el proyecto Sexismo Cotidiano (Everyday Sexism) creado para exponer las diferentes formas de sexismo que enfrentamos en el día a día, y que muchas veces son invisibilizadas por considerarse triviales, al punto de que con frecuencia ni siquiera tenemos una respuesta de protesta a ellas.

El proyecto, que recibe experiencias enviadas desde todas partes del mundo y está presente de manera específica en al menos quince países, tiene una finalidad clara: contribuir a la visibilización de las manifestaciones omnipresentes de la discriminación de género, ésas que todas las mujeres nos encontramos cada día al salir a la calle, pero que son descartadas como poco graves, quedándose en la mera indignación, ofensa o miedo que provocan. Al contar tu pequeña historia -lo que puedes hacer en español o en inglés- estás contribuyendo a mostrar que el sexismo existe, y que no se restringe únicamente a la violencia física grave o a las sociedades donde las mujeres no pueden manejar o trabajar.


A mi hija mayor, durante la escuela primaria, la maestra le negaba el derecho a jugar con juegos de investigacion, segun la maesta, "debia jugar con las muñequitas y los juegos de cocina". Santa Rosa, La Pampa
Walter, Argentina

Muchas de las formas más nocivas del sexismo se encuentran presentes en el proceso educativo, tanto en la escuela como en el hogar. Pasando las páginas en cualquiera de los blogs que conforman el proyecto, encontraremos que muchas de las historias se refieren a niñas siendo tratadas de tontas o de incapaces para ciertas disciplinas (como la matemática o la tecnología), ya sea por sus maestros o por sus propios padres; siendo restringidas de jugar con cierto tipo de juguetes, o teniendo que asumir la carga de las tareas domésticas a diferencia de sus hermanos varones, porque lavar los platos o tender las camas es "cosa de mujeres".

A partir de cierta edad, el sexismo cotidiano cobra una cara bastante más aviesa: la del temor de caminar sola por la calle, usar el transporte público o transitar por la ciudad de noche (o de día) sin enfrentarse con comentarios lascivos, conductas indeseables o incluso toqueteos sexuales por parte de desconocidos. A pesar de lo que puedan pensar muchas personas, este tipo de situaciones son una constante en la vida de la gran mayoría de las mujeres. Las estadísticas nos dicen que al menos 35% de las mujeres (es decir, una de cada tres) ha sido víctima de violencia sexual y/o física, y esto ni siquiera contabiliza la posibilidad de que un desconocido te haya tocado indebidamente y sin consentimiento mientras ibas por la calle. Eso es invisible.


En una clase hice una pregunta sobre un trabajo que teníamos que hacer y mi profesor me respondió: "no hagas preguntas de rubia".

Por otra parte, leyendo con cuidado las historias encontrarás muchísimas circunstancias que pasan inadvertidas, y sobre las cuales no solemos llamar la atención a riesgo de ser tachadas de "feminazis" o "resentidas", como el hecho de que se dé por sentado que somos la secretaria incluso cuando somos la dueña de la compañía, o que el mesonero asuma que la ensalada es para nosotras y no para nuestras parejas, sin preguntar. Éstas son instancias menores, que no pasan de provocar un breve momento de incomodidad, pero que a largo plazo pueden minar la confianza laboral y personal de una mujer, y a fin de cuentas no son más que una manifestación de algo mucho más profundo que sigue subsistiendo a nivel subconsciente.

Seas mujer u hombre, si has identificado alguna instancia de sexismo cotidiano en tu vida, puedes dejar tu testimonio en la página web del proyecto. También puedes seguirles en Twitter y compartir tus historias por esa vía: @EverydaySexism (inglés), @SexismoES (para España) y @SexismoLatinoam (para América Latina).

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