Los videojuegos son una experiencia mágica, pero también compleja y muy diferente a otras formas de contar historias: películas y series, libros y cómics, música... La clave de su éxito y de que se haya convertido en una industria que mueve tanto dinero es que nos permiten ser más que meros espectadores. Pero por muy bonito que te lo pinte, la realidad es que no son eternos ni inmutable en nuestras vidas.
Quienes jugamos (casi) a diario solemos dar por sentado el momento de sentarnos frente a la pantalla a disfrutar de nuestros videojuegos favoritos, pero no debemos cometer el error de que esto será una realidad inamovible. Antes o después, la vida se interpone entre nosotros y nuestra aventura (trabajo, familia y otras responsabilidades) y el tiempo no será tan abundante. Jugar se vuelve más complicado y más cuando la tendencia de la industria no acompaña.
La situación que expone thedrummerchase en el canal r/gaming de Reddit puede que te resulte familiar y, si no lo hace, te aseguro que lo hará en algún momento: "¿Me ayudáis a recuperar la alegría de jugar? Treinta y tantos años que he perdido la chispa".
Esta publicación de Reddit casi cuenta con 1.000 aprobaciones y alcanza los 1.3 mil comentarios de jugadores en el momento de escribir estas líneas. Y tiene mucho sentido porque es una situación que pasan todos los jugadores que ya tienen unos añitos en esto de los videojuegos. Solo es otra piedra en forma de duda existencial que la vida nos pone en el camino para hacernos crecer.
La comunidad se ha solidarizado con thedrummerchase y ha debatido entre sí sobre este proceso por el que pasan muchos jugadores cada día. No exagero al decir que es una de las cajas de comentarios más sanas, empáticas y maduras que he visto en años... y eso que me paso el día trasteando con información de videojuegos en internet.
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Los comentarios dejan claro que es algo natural y que una posible solución es dejar los videojuegos por un tiempo. Al fin y al cabo, estos no dejan de ser como cualquier otra afición y pueden acabar quemando a cualquiera. Y no siempre tendremos ánimos para jugarlos. Pero el aspecto más interesante del post no es el consejo de dejar de jugar, sino cómo se han adaptado muchos de ellos a través de descubrir experiencias más allá de las tradicionales.
Y es que esta crisis existencial o de identidad, como indica el autor del post, no encuentra sus raíces únicamente en la edad y la falta de tiempo, también en una industria que lleva tiempo pidiendo la hora para un cambio necesario... uno que este año ha sido demostrado con creces con entregas como Clair Obscur: Expedition 33, un título hecho por desarrolladores que huyeron de Ubisoft porque estaban totalmente quemados de la empresa francesa. En conclusión, pasar por esto no es el fin del mundo... pero ayuda saber que hay más personas como tú.
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La noticia Cuando la solución es dejar de jugar a videojuegos. O jugar a otra cosa fue publicada originalmente en Vida Extra por Alberto Martín .
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