Noticia Cuando los pacientes de un psiquiátrico tomaron la radio

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En el momento en que a alguien se le ocurre ponerle un micrófono delante a "los locos", pasan cosas tan maravillosas como la de esta historia.


La demencia, como la muerte, es algo feo que preferimos arrinconar para no verlo y no ser del todo conscientes de que existe o, al menos, no pensar en ello y que no nos moleste demasiado ni nos incomode en nuestra vida cotidiana. Rara vez reflexionamos sobre este asunto para darnos cuenta de que “los locos” no son una molestia ni un peligro que atajar, sino personas que sufren, que necesitan ayuda y a otras personas que se preocupen por su bienestar.

Algunos recordamos el premio que le otorgó la Asociación Psiquiátrica Americana a los realizadores de la oscarizada película A Beautiful Mind (Ron Howard, 2001), que narraba parte de la vida del matemático John Nash, ganador del premio Nobel de Economía en 1994, y su lucha contra la esquizofrenia, por acercar al gran público el sufrimiento de enfermos como él e invitarles a comprenderlo. Y, cuando nos encontramos con iniciativas tan brillantes de terapia e integración social de personas con demencia como Radio La Colifata, no podemos menos que dedicarles un texto como este.

Un canal radiofónico llevado por colifatos



En lunfardo, la jerga popular de Buenos Aires, un ‘colifato’ es un loco querible, es decir, alguien muy excéntrico o que padece demencia y al que la gente le tiene cariño por su propia simpatía o carisma. A ello se debe el nombre de la Radio La Colifata, que fue el primer canal radiofónico del mundo conducido por los internos de un hospital neuropsiquiátrico, el José Tiburcio Borda de la capital argentina. Se trata de un proyecto ideado por el psicólogo Alfredo Olivera cuando aún era estudiante. En 1990, comenzó un servicio voluntario en el mismo hospital Borda después de ver un vídeo sobre este que le impactó, y se le ocurrió que se podría crear un canal de Al psicólogo Alfredo Olivera se le ocurrió crear una radio para sus pacientes porque estaban desconectados del mundo exteriorradio para sus pacientes porque estaban desconectados del mundo exterior, que les sirviese como terapia, para recomponer su uso del lenguaje, cuya pérdida se asocia a la psicosis y, también muy importante, para corregir la impresión de que los internos de los psiquiátricos son amenazadores y promover el entendimiento del problema de la demencia, usándolo “como un instrumento que permita llevar la voz de la gente del psiquiátrico al resto de la comunidad”, en su propias palabras.

Un amigo le concedió un espacio en la radio comunitaria SOS de San Andrés, La columna de los internos del Borda, y en principio, un día a la semana abordaba cuestiones de salud mental, pero luego emitieron grabaciones de los pacientes expresando sus opiniones sobre diversos asuntos, lo que generó interés suficiente en la audiencia como para recibir llamadas con preguntas para ellos, que eran respondidas en el programa siguiente.


Pero el verdadero despegue de esta gran idea se produjo cuando el programa matinal del veterano periodista Lalo Mir en Radio Rock and Pop, que en aquel momento era el que contaba con mayor audiencia, empezó a emitir sus grabaciones, ya como La Colifata. Y más tarde, el también médico Nelson Castro hizo lo propio en su programa de la mañana en Radio El Mundo. Y gracias a esta enorme difusión, consiguieron que otra emisora comunitaria les donara una sencillísima antena, y por fin, comenzaron a hablarle a Buenos Aires desde su propia radio, en la frecuencia Los internos expresan sus opiniones y sentimientos, reflexionan acerca del mundo, leen sus poemas, cantan, brindan los consejos que mejores les parecen, todo ello en una dinámica fascinantede 100.3 MHz, y ahora, igualmente por internet. De hecho, el nombre de La Colifata surgió porque uno de los internos había recorrido el hospital preguntando a sus compañeros “qué nombre le pondrían a su propia emisora de radio”, uno lo había sugerido y fueron los oyentes de la SOS quienes votaron por ese nombre pero, entonces, sólo era para su sección.

En los distintos programas de La Colifata, los internos expresan sus opiniones y sentimientos, reflexionan acerca del mundo, leen sus poemas, cantan, brindan los consejos que mejores les parecen, todo ello en una dinámica fascinante. Muchos de ellos fueron abandonados por sus familias, y han sido dados de alta pero no tienen a dónde ir, así que continúan en el Borda. Cada año, más de 600 pacientes toman la palabra en la emisora. Miqui, Eber Beltrán, Silvina de la Moneda, Eduardo Codina o el doctor Valle es como se les conoce a algunos de ellos. Pero es Hugo López la cara y la voz más reconocible del grupo, y seguro que muchos de vosotros le recordaréis por el anuncio de la bebida isotónia Aquarius que se emitía por televisión en 2008, que contaba la propia historia de La Colifata, cuyo significado es, según López, “loco que quiere que quiere que todos sean felices”. Y a fe que, desde agosto de 1991, le ponen verdadero empeño.


La influencia de Radio La Colifata


No sólo el anuncio de Aquarius, perteneciente a Coca-Cola Company, sirve de muestra de hasta dónde ha llegado este canal de radio. El cantautor Manu Chao, francés de ascendencia española, grabó un disco con ellos y se los llevó a varios de sus conciertos después de participar en la banda sonora del documental LT22 Radio La Colifata, que Carlos Larrondo rodó en 2007 y que se nutre básicamente de los testimonios de los internos del Borda. Pero no es el único: el propio Alfredo Olivera y su hermano Juan realizaron en 2011 un mediometraje documental titulado Manu Chao: Un día en La Colifata. Además, el reputado cineasta Francis Ford Coppola les visitó en el Borda y acabaron actuando como extras en su película Tetro, de 2009; año en que también participaron en un disco recopilatorio,En varios países del mundo han surgido emisoras de radio terapéuticas hermanas de La Colifata Radio La Colifata presenta a El Canto del Loco; como al siguiente en un videoclip de su compatriota Javier Calamaro, del tema El Cacike Marihuano.

En 2007, como en su momento Les Luthiers, recibieron una Mención Especial en los Premios Konex, que reconocen el desempeño ejemplar de personalidades o instituciones argentinas. Y en cuanto a la terapia, Olivera explicó en una entrevista que “a través de la palabra, en el encuentro con un otro, se reconstituye el sentido de la propia existencia. La Colifata provee recursos simbólicos, ayuda a reconstruir el lazo social y acompaña procesos de construcción de redes de contención social. Desde un primer momento, en el encuentro de los internos con los oyentes, se generó, no sólo la disminución de los prejuicios, la problemática del estigma que produce la locura, sino que también, gracias a la respuesta social, muchos de ellos empezaron a mejorar”.


Pero lo mejor es que en varios países del mundo han surgido emisoras de radio terapéuticas hermanas de La Colifata: que yo sepa, hay tres en Francia, dos en España y una en Brasil, Argentina, Chile, Costa Rica, Uruguay, Venezuela, Italia y Suecia. Y, desde todas ellas, personas con distintos tipos y grados de demencia siguen la terapia de tratar de comunicarse con nosotros, “los cuerdos de remate”. Así que estaría la mar de bien que, al menos, les diésemos acuse de recibo.

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