Noticia Cuarta plataforma, buenas intenciones sin un modelo de negocio claro

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Telefónica presenta Aura, el motor cognitivo de la cuarta plataforma que pretende cambiar la posición del cliente en su control sobre los datos.


La cuarta plataforma empezó siendo una amalgama de conceptos, suposiciones y aspiraciones. Con poco o ningún detalle se estrenaba de la mano de Álvarez-Pallete, CEO de Telefónica, hace unos meses. De ella sólo se sabía que estaría vinculada al big data generado por la teleoperadora, información objeto de deseo de las OTTs del mundo, y que por una vez iba a ser el usuario el que tendría el poder sobre sus datos.

Poco a poco se fueron desgranando los detalles del nuevo proyecto de la era Pallete. Consecutivas a la primera, segunda y tercera plataforma de Telefónica (redes, sistemas, y contenidos respectivamente), la compañía entraba en el proceso de convertirse en una data driven company. De esta forma, los valiosos datos generados por los usuarios en las tres primeras pasaban a estar a su disposición a través de la cuarta. En un concepto primigenio de la idea se partía de la base de que el cliente decidiese qué datos vender y cuáles no, quitando el papel de comercializador final a Telefónica y dejando que aquellos que generan datos sean los que eligen qué hacer con ellos y las condiciones en las que se ceden a terceros.

Qué NO es la cuarta plataforma


Dado el jaleo generado, en el contexto de Mobile Word Congress, Telefónica ha visto la necesidad de explicar lo que es la cuarta plataforma diciendo primero lo que no es.

Dentro de la lucha sempiterna que las operadoras tienen con las OTTs y la disponibilidad de los datos, en un primer momento se creyó que la cuarta plataforma era una mecanismo de Telefónica para que WhatsApp y compañía pagasen a los usuarios por disponer de sus servicio a través de la operadora. Una idea inviable en cualquier caso y absurda, ya que en el momento en el que un cliente acepta los términos y condiciones de cualquier red social, acepta que esta disponga de todo lo generado en ella. Es decir, en palabras de Paco Montalvo, director de la cuarta plataforma, esto "no es un modelo de arbitraje de los datos personales del cliente".

También se apostó por el concepto de Telefónica vendiendo los datos generados por la operadora a terceros, previa aceptación por parte del usuario. Sí y no, puesto que se refiere a los datos de dentro de la compañía y no al global de lo generado por la interacción del cliente con sus servicios contratado.

Entonces, ¿qué es?


Pese al intento de la compañía, el concepto de la cuarta plataforma no queda excesivamente claro especialmente en el ámbito del modelo de negocio. Según ha explicado Chema Alonso, Chief Data Officer de la compañía, los usuarios se verán beneficiados de alguna manera respecto a la su consentimiento a la hora de compartir con terceros sus datos generados dentro de Telefónica. Las OTTs, previo acuerdo con la teleoperadora y el usuario obtendrá esa información y todos sus beneficios. ¿Y Telefónica? Según Chema Alonso, "el objetivo es que los clientes se queden y estén contentos", pero el despliegue técnico que supone un proyecto de la magnitud de la cuarta plataforma debe debería tener una repercusión financiera para la empresa que aún no queda demasiado clara.

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