Acudimos a la ergonomía para hacernos de las mejores herramientas y hábitos para cuidar la salud y aumentar la productividad en nuestro día a día laboral.
Es casi seguro que más de alguna vez has escuchado sobre la “buena postura” en el trabajo y cómo esto impacta en tu salud o productividad. Me pasaba igual, pero nunca puse atención del todo a las recomendaciones hasta que un dolor en el hombro izquierdo me obligó a volver sobre mis pasos y observar mis hábitos de trabajo, mi postura frente a la computadora y hasta las medidas de mi área. No es necesario llegar con la espalda rota o la muñeca desecha para por fin tomar medidas que de ser “preventivas” ya son “urgentes”; así pues, acá algunos consejos esenciales para que los espacios de trabajo y los hábitos laborales no nos cobren una alta factura en productividad y en salud.
”El santuario protegido del bullicio de la vida moderna”
Martin Price, como todo nerdo, sabe que en el área de estudio o de trabajo debe haber las condiciones para realizar nuestras actividades de forma efectiva y que "no hay un área de estudio completo sin apropiada vida vegetal". Y es aquí donde acudimos a la ergonomía. Esta disciplina se encarga del estudio de la relación de las áreas de trabajo y las personas que realizan dicha labor; así mismo, busca la óptima relación de estos dos factores. No solo se trata del área limpia o las medidas de un escritorio, sino que la ergonomía estudia el contenido del trabajo, así como la organización de este. Para hacer esto, se distinguen tres ramas de la ergonomía: geométrica, ambiental y temporal.
1. Mídete
En lo que se refiere a la ergonomía geométrica se enfoca a las medidas del área de trabajo en sí, sus dimensiones, los ángulos de las posturas, y puede ser esto el punto álgido de nuestros hábitos más arraigados y menos saludables. A lo largo de mis días laborales realizo distintas actividades y las áreas de trabajo no siempre dependen de mi, vamos, muchas veces, escritorios y sillas las adquirimos de forma no concienzuda o son obsequio o una barata o simplemente es lo que hay; sin embargo debemos tener mucho cuidado en hacernos de lo que en verdad nos vaya a servir, sobre todo para evitar futuras lesiones que nos saldrán más caras en dinero y sobre todo en salud. El siguiente esquema da muestra de las posiciones que, según la ergonomía, son las adecuadas para personas que trabajan frente a la computadora la mayor parte del tiempo. (Da click para ampliar)
Edgar López
2. Ambiéntate
Prevenir es Salud
Con respecto a la ergonomía ambiental, ésta estudia todos los factores del ambiente de trabajo, como la iluminación, la temperatura, el ruido o cómo una planta en tu escritorio podría volverte más productivo. En sí, esos factores que pueden influir en el proceso de trabajo tanto en la calidad de este como en el comportamiento y motivación de quien lo realiza.
Hace mucho tiempo trabajé en una imprenta en una oficina que no tenía ventanas y siempre tenía aire acondicionado; al principio no di importancia a esto, el lugar era muy limpio y amplio, sin embargo, cuando cambié de trabajo, la nueva oficina era pequeñita, sin aire acondicionado, pero con ventanas, con un equipo mucho más bonito y compañeros más afines. No es difícil saber dónde me sentí mejor trabajando, y esta clase de “pequeños detalles” hacen la diferencia.
Ahora bien, no siempre podemos cambiar de trabajo o hacernos de una ventana, pero sí podemos cambiar la temperatura del ambiente por ejemplo. Expertos recomiendan una temperatura de 24º en promedio, y es que el tema de aire acondicionado en las oficinas es EL tema, solo comparado con el control remoto en casa, yo le llamo “la batalla entre los pingüinos y los pollitos”. Y es que los extremos por lógica nos causará efectos negativos; se sugiere que durante el verano las temperaturas oscilen de 24 y 26 grados, mientras que en invierno deben variar entre los 21 y 23 grados. Algo importante a considerar es que la temperatura de un interior no debe exceder los 5º de diferencia con el exterior (claro, esto no en lugares con climas extremos).
Shutterstock
La iluminación es un factor importante, sobre todo si no se tiene acceso a luz natural. Aunque la misma luz natural debe tener ciertas características: que no llegue de forma directa a las áreas de trabajo ya que, debido a los reflejos, puede ocasionar fatiga visual. Se recomienda no utilizar luces de colores o luz amarilla, es una mejor opción la luz blanca y no de forma directa. Los efectos en un lugar iluminado se verán directamente en el confort de las personas que están en él, así como en la productividad.
La música: ya sabemos que la música tiene efectos directos en el cuerpo humano, y que estos inciden directamente en el ambiente de trabajo. Así pues, el tipo de música debe variar conforme a la actividad que hacemos, es decir, se recomienda la música instrumental cuando se trabaja con palabras o números, así como ritmos acordes a la actividad que se realice, sobre todo si se trata de una actividad física. Debemos abogar por música que nos guste o nos acompañe en nuestra actividad; otra lucha campal se da cuando un equipo de trabajo escucha la misma música, y es que la música que nos desagrada nos provoca ansiedad y eso, bueno, incide directamente en nuestra productividad, en el placer por el trabajo y el espacio (y los compañeros true story).
3. Tómate tu tiempo
La ergonomía temporal se enfoca en la distribución del tiempo para las actividades laborales, es decir el número de horas por jornada, los descansos; pero también las vacaciones. Sabemos bien que las pausas constantes y breves nos ayudan a no fatigarnos y nos proporcionan descanso sin desconcentrarnos. Una recomendación constante es el sistema de trabajo pomodoro, y puedo decir que es tan valioso como útil. Levantarse para hacer estiramientos, a caminar, a que los ojos descansen de fijar la vista en un solo punto y a una sola distancia, son agua fresca para nuestro cuerpo. Acá un pequeño video TED de por qué nuestro cuerpo necesita moverse.
Continúar leyendo...