
Acabamos de conocer una noticia que traerá cola durante los próximos días en EEUU y en el mundo entero. Donald Trump ha despedido de manera fulminante al director del FBI, James Comey. Las causas que motivan el cese aún no se han hecho públicas, pero a nadie se le escapa que la simpatía del actual presidente por el directivo de la agencia era más bien nula.
El cargo de director del FBI es un puesto altamente delicado, hablamos de una agencia que maneja información sensible y, por tanto, requiere de un compromiso y afinidad con el presidente del país que Comey ha demostrado no tener. Hablamos de un hombre que no se casaba con nadie y que, tal y como recogen en L’Express, no se mordía la lengua a la hora de criticar medidas con las que no estaba de acuerdo...
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