DJI modifica el software tras el incidente en la Casa Blanca

DJI hará que sus aparatos voladores tengan restricciones de vuelo sobre zonas críticas de seguridad nacional.

Durante la madrugada del lunes pasado, un agente de la Agencia Nacional de Inteligencia Geoespacial de Estados Unidos, creyó muy oportuno hacer volar su drone DJI Phantom (ver foto arriba) en las proximidades de la Casa Blanca.

Con el “piloto” en estado de ebriedad y con condiciones meteorológicas bastante adversas, el drone se estrelló nada mas y nada menos que en uno de los patios de la emblemática sede de gobierno.

Este incidente puso en evidencia la imposibilidad de la Casa Blanca de detectar incursiones con drones. A baja altitud, el DJI Phantom no fue rastreado por el sistema de radares que se encargan de monitorear aviones y misiles potencialmente peligrosos. Esto plantea un gran problema de seguridad que deberá ser resuelto mediante la actualización de la tecnología de defensa, patrullaje del perímetro, etc.

La actualización de los firmwares básicamente lo que hace es poner restricciones geográficas identificadas como “zona de no vuelo”. La misma, que en el caso de Washington DC tiene como origen el centro de la ciudad y un radio de 25km a la redonda, impide el despegue o vuelo de los drones.

Las fronteras del país también están incluidas en el sistema operativo con el propósito de evitar el uso de los aparatos DJI en el narcotráfico internacional.

Cerca de 10.000 nuevos aeropuertos, que se suman a una lista ya existente, han sido agregados como “zona de no vuelo”, lo que debería evitar que estos gadgets interfieran con el tráfico aéreo y potenciales peligros que esto significa.

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