
Hablar de la saga Dragon Quest es referirse al rey de los juegos de rol hechos en Japón. Como saga, Enix puso los cimientos de los JRPGs clásicos y actuales, y como franquicia se ha extendido a lo grande durante casi 40 años a base de spin-offs, mangas, series animadas y toneladas de merchandising. Sin embargo, hubo que esperar hasta 2005, al lanzamiento de Dragon Quest VIII, para que su emblemático logo asomase a occidente: los siete primeros juegos no fueron lanzados en Europa y en las NES de Estados Unidos se lo llamó Dragon Warrior ¿El culpable? DragonQuest. Escrito todo junto y en una sola palabra.
Como ya comentamos en varias ocasiones, entre la década de los 80s y hasta principios de los 90 Nintendo hacía verdaderas virguerías a la hora de localizar los videojuegos que tenían éxito en Japón antes de que llegasen a América y, a partir de ahí, se planteaba su lanzamiento en Europa. A veces se retocaban los contenidos en mayor o menor grado y en casos como Super Mario Bros. 2 se hizo un cambiazo histórico de un juego por otro.
Sin embargo, caso de Dragon Quest era excepcional: a diferencia del primer juego de Dragon Ball de Bandai, el gran problema no era cambiar la portada o los contenidos, sino que aquella marca ya estaba en uso. Lo cual no impide que, en el proceso, y para occidentalizar más aquellas cajas y manuales, se acabasen eliminando las ilustraciones de Akira Toriyama. Entonces, ¿qué era el DragonQuest que sí tenía la marca? En esencia un juego de rol, pero de los de toda la vida. De los que juegas con dados, pizza y (a ser posible) con la B.S.O. de Conan el Bárbaro de fondo. Nada que ver con el videojuego.
¿Qué diferencia hay entre Dragon Quest y DragonQuest?
Con una primera edición publicada en el año 1980 (seis años antes de que se estrenase el videojuego de Enix en Japón) el juego de rol de papel y dados DragonQuest -con las palabras sin separar- era una respuesta de Simulations Publications al éxito de Dungeons & Dragons con un sistema de creación y personajes, habilidades, combate o de magia más avanzado que los primeros manuales del decano del rol tradicional.
¿Lo más curioso de todo? El nombre original que Simulations Publications quería usar para sus manuales y fichas era Dragonslayer, el cual no se empleó porque la Disney ya estaba usando ese nombre en la película que será lanzada en España bajo el nombre de El dragón del lago de fuego. Posteriormente, la propia Simulations Publications lanzará el juego de mesa oficial de la película de Disney sin soltar la marca DragonQuest, la cual contará con tres ediciones entre 1980 y 1989. La última, de hecho, coincidirá con el lanzamiento del Dragon Quest en Estados Unidos, aunque bajo el nombre de Dragon Warrior.

Tal y como indicó la actual Square Enix, el lanzamiento en occidente Dragon Quest no solo cambió el arte de Akira Toriyama de las portadas o elementos del juego, sino que decidió rebautizar la saga para evitarse problemas con la marca de Simulations Publications. Y así fue durante 19 eternos años. Al menos en el Nuevo Continente se pudo jugar.
Allá por el lejano 1989, se lanzó el primer juego de Dragon Quest en Estados Unidos… solo que con un nombre diferente. Debido a problemas de derechos de autor con un juego de rol de mesa llamado DragonQuest, el clásico de NES se renombró Dragon Warrior.
La serie continuó con ese nombre en Estados Unidos hasta 2005, con el lanzamiento del clásico de PlayStation 2, Dragon Quest. Desde entonces, el nombre Dragon Warrior se retiró oficialmente.
Toca recordar que a este problema se le sumaba el de la producción y la distribución: como la Gran N manufacturaba los cartuchos y tenía restringida la cantidad de copias producidas, la única alternativa de casas como Konami era crear compañías fantasma como Ultra Games.
Casi 20 añazos después, la marca Dragon Quest logró salir de Japón
La popularidad de la marca Dragon Warrior, como saga, no igualó la que se vivía en Japón y, siendo justos, a los primeros en abordar estos mundos de fantasía en sus NES ni siquiera les importaba quién era Toriyama o desconocían la importancia de sus secuelas, de Dragon Ball o de Dr. Slump.
El rumor de que el día del lanzamiento de cada nueva entrega de Dragon Quest es festivo en todo Japón por paralizarlo es algo muy exagerado, aunque la base no está del todo infundada. Siendo una muestra de lo poderosas que son sus siglas. Encontrando, poco a poco y por méritos propios, su manera de triunfar a nivel internacional.
Y pese a que sus entregas han llegado con enorme retraso y de manera intermitente a occidente, la excelencia original de los clásicos y las nuevas entregas se sigue imponiendo a títulos de JRPG más modernos. Algo que vimos con Dragon Quest III HD-2D Remake y que muy pronto veremos con el nuevo remake de los dos primeros juegos. Porque cuando un juego es bueno, lo es para siempre. Se llame como se llame.
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La noticia Dragon Warrior, o cómo un juego de rol de dados y papel hizo que la marca Dragon Quest tardase casi 20 añazos en salir de Japón fue publicada originalmente en Vida Extra por Frankie MB .
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