Noticia Dreamcast y su mando alargado a lo Wii: el sueño descartado de SEGA

Dreamcast y su mando alargado a lo Wii: el sueño descartado de SEGA



Hay momentos que no se olvidan, como la primera vez que tienes el mando de una Dreamcast en tus manos. En realidad es la evolución natural del modelo analógico de Saturn (el 3D Control Pad que se lanzó con Nights Into Dreams) pero supo desmarcarse rápido del resto. Fue el más cómodo y el más versátil de su época y, además, tenía las mejores tarjetas de memoria jamás hechas. SEGA quería que los jugadores se sintieran en otra liga. Pero, ¿y si te dijese que se planteó que fuese completamente distinto? De hecho, no se parecía en nada a los de Nintendo o PlayStation.


Antes de encontrar el diseño definitivo del mando de Dreamcast, la compañía del erizo supersónico coqueteó con varias formas, tamaños y funciones. La idea más atrevida era la de un prototipo completamente alargado, muy en sintonía con el típico mando de una tele, pero que además podía sujetarse en horizontal y hasta sujetarse como una pistola. Aquello se acabó descartado en su día, pero hoy resulta fascinante porque, en muchos aspectos, se adelantaron ideas que más tarde triunfaran con Wii o los Joy Cons.


¿Una oportunidad perdida? Bueno, lo cierto es que SEGA no podía permitirse hacer muchos saltos de fé. Sobre todo porque a finales de los 90 estaba en plena carrera por recuperar terreno frente a Sony y Nintendo.




La Dreamcast, lanzada en 1998 en Japón y 1999 en Occidente, fue su apuesta más ambiciosa: una consola adelantada a su tiempo, con conexión online, auténticos gráficos de nueva generación y un catálogo que aún hoy se recuerda con cariño y sigue funcionando de maravilla. Pero además de la máquina, SEGA experimentó con periféricos y mandos alternativos. Algunos nos dejaron sorprendidos, como las maracas del Samba de Amigo, y otros nunca llegaron al mercado.

El mando alargado: el sueño descartado de Dreamcast​


De este modo, el mando alargado de Dreamcast se alejaba del voluminoso pad oficial que todos conocemos apostando por una forma vertical y estrecha que habilitaba algo insólito: podía sujetarse con una sola mano. Y eso no solo resultaba interesante para juegos que no necesitaban usar tantos botones, sino que le abría puertas a los videojuegos a todos aquellos que no podían sujetar un mando tradicional. O a quienes tenían cierta tendencia a llevar escayola.

Además, se recuperaba una idea perdida desde los tiempos de la Atari que consistía en ofrecer dos tipos de sujección (pensando en los zurdos) y, por supuesto, era totalmente compatible con las VMU, la sensacional tarjeta de memoria con pantalla, con lo que se habilitarían nuevas funciones para los juegos de SEGA y las funciones de Dreamcast.


Dreamcast Wii
El diseño original y descartado del mando alargad


Vaya por delante que este modelo de mando nunca se comercializó, pero dejaba patente cómo SEGA se encontraba estaba explorando nuevas formas de interacción, más intuitivas y menos dependientes del esquema clásico de la Famicom (y su planteamiento de la cruceta + botones). ¿Un prototipo que anticipaba la filosofía de Wii? En parte sí... y en parte no.

  • De entrada, se trataba de un mando ligero y alargado que, como el Wiimote de Nintendo, era mucho más fácil de usar e intuitivo para los jugadores no habituales. Además, se buscaba que fuese más que un pad tradicional, habilitando experiencias distintas y había una sólida apuesta tanto por la ergonomía como para la accesibilidad.
  • Sin embargo, la verdadera revolución del Wiimote no solo estaba en su diseño, sino también en su tecnología: gracias a su sistema de detección de movimiento se crearon varios de los juegos más vendidos y divertidos de su generación, convirtiendo cada casa en una bolera o un campo de golf

Con todo, toca recordar que muchas décadas atrás otros mandos buscaron ofrecer un sistema de control para zurdos, incluyendo la portátil Atari Lynx, o un sistema de sujección que podía ser horizontal o vertical en función del juego como ocurría con la Intellivision. Lo que SEGA estaba proponiendo era llevar esas iniciativas al siguiente nivel gracias a los juegos que podía ofrecer la Dreamcast, incluyendo jugabilidad en escenarios 3D, o las brutales conversiones arcade de la casa.

La SEGA de los 90s se adelantó a su tiempo… ¡Otra vez!​


Dreamcast Wii 2
En la derecha se puede ver cómo puede sujetarse el stick analógico con cualquiera de las dos manos


Aunque no llegó a materializarse, este mando demuestra que Sega estaba pensando en romper las convenciones del control tradicional. Un movimiento que Nintendo había liderado con el mando de N64, tanteando con posibilidades que podrían no haber funcionado en esa época. Y no lo vamos a negar, antes de que el mando de Wii se convirtiese en una revolución, Sony ni siquiera se tomó en serio los Wiimotes. Por cierto, no mucho después de reírse de la idea lanzará los suyos.


En cualquier caso, aquel mando alargado de Dreamcast -que nunca llegó a ser- refleja la capacidad visionaria de una SEGA audaz, siempre dispuesta a arriesgar con ideas radicales. Además, nos recuerda que muchas innovaciones no nacen de la nada y, a todos los efectos, es un ejemplo perfecto de cómo la industria del videojuego evoluciona a través de experimentos. O, más bien, a base de ensayo y error. Dicho esto, el mando definitivo de la Dreamcast fue un acierto.


Y aunque este mando alargado quedó olvidado en algún cajón con muchos otros prototipos, si lo vemos en retrospectiva es imposible no pensar que SEGA se adelantó a su tiempo… ¡Otra vez! Y que, quizá, de haberlo lanzado, la historia de cómo jugamos y disfrutamos de los videojuegos en consolas habría sido muy distinta. Como mínimo, para los zurdos.


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La noticia Dreamcast y su mando alargado a lo Wii: el sueño descartado de SEGA fue publicada originalmente en Vida Extra por Frankie MB .

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