En la población de Linares, en Jaén, la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias, que está detrás del número 061, ha evaluado el comportamiento y la utilidad de los drones en situaciones de emergencia.
La evaluación del 061 se ha producido durante un simulacro en el que ha participado un dron, cedido por DJI. Hay que recordar que la empresa china llegó el pasado año a un acuerdo con la Asociación Europea de Números de Emergencias (112) para promover la integración de estas aeronaves no tripuladas en situaciones de emergencia.
La participación de DJI en este espacio es destacable, pues su presencia indica la capacidad de la compañía para estar en todos los ámbitos. Si hace poco presentaba su DJI Spark, orientado al consumo, con movimientos de este tipo el líder en ventas tiene como objetivo consolidar sus productos como prestadores de servicios profesionales. No solo eso sino también penetrar en el generoso sector público, lleno de oportunidades de negocio estables.
Pero más allá de la visión de negocio de la marca china, la práctica llevada a cabo en Linares ha demostrado la utilidad de los drones en casos de emergencia. El escenario se constituyó a partir de la explosión simulada de una fábrica de hielo, que habría afectado a diez personas. Además, habría originado una nube tóxica.
Con la ayuda de un dron dotado con dos cámaras, los responsables del ejercicio pudieron detectar el tipo de sustancia causante de la contaminación química. Esto habría sido grancias a la potencia del sensor óptico, mientras que el termográfico habría servido para facilitar la localización de las víctimas. Además, este segundo sensor permitía conocer cuáles estaban vivas y, por tanto, necesitaban atención urgente.
Las imágenes que captó el dron se transmitían en tiempo real a un centro coordinador de emergencias del 061. Los responsables del experimento han destacado que la información proporcionada por las aeronaves en una situación real serían de una gran ayuda para tomar decisiones.
Imagen: EENA
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La evaluación del 061 se ha producido durante un simulacro en el que ha participado un dron, cedido por DJI. Hay que recordar que la empresa china llegó el pasado año a un acuerdo con la Asociación Europea de Números de Emergencias (112) para promover la integración de estas aeronaves no tripuladas en situaciones de emergencia.
La participación de DJI en este espacio es destacable, pues su presencia indica la capacidad de la compañía para estar en todos los ámbitos. Si hace poco presentaba su DJI Spark, orientado al consumo, con movimientos de este tipo el líder en ventas tiene como objetivo consolidar sus productos como prestadores de servicios profesionales. No solo eso sino también penetrar en el generoso sector público, lleno de oportunidades de negocio estables.
Pero más allá de la visión de negocio de la marca china, la práctica llevada a cabo en Linares ha demostrado la utilidad de los drones en casos de emergencia. El escenario se constituyó a partir de la explosión simulada de una fábrica de hielo, que habría afectado a diez personas. Además, habría originado una nube tóxica.
Con la ayuda de un dron dotado con dos cámaras, los responsables del ejercicio pudieron detectar el tipo de sustancia causante de la contaminación química. Esto habría sido grancias a la potencia del sensor óptico, mientras que el termográfico habría servido para facilitar la localización de las víctimas. Además, este segundo sensor permitía conocer cuáles estaban vivas y, por tanto, necesitaban atención urgente.
Las imágenes que captó el dron se transmitían en tiempo real a un centro coordinador de emergencias del 061. Los responsables del experimento han destacado que la información proporcionada por las aeronaves en una situación real serían de una gran ayuda para tomar decisiones.
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