Tras una semana de descanso, Eiichiro Oda ha vuelto de la mejor manera, ya que no solo ha presentado un capitulazo, sino que también nos ha dejado a todos boquiabiertos con una revelación inesperada, acompañada de la presentación de uno de los piratas más formidables de la historia.
Pero antes de esto, toca repasar todo lo ocurrido en este capítulo, que no es poco. El episodio ha empezado nuevamente con Loki de bebé, que sigue siendo renegado por su madre por sus ojos extraños y que acabó perdiendo la humanidad debido a todo el odio que recibió de su progenitora, quien murió poco después por todo el rencor que lanzó hacia su hijo.
Mientras tanto, Elbaf se encontraba en un momento muy crítico: había llegado un invierno tan frío que casi acaba con los gigantes, y una jovencísima Big Mom había arrasado con buena parte de ellos, pero, por suerte, Harald recibió ayuda de otras razas con las que se alió en el pasado, demostrando que la paz unida puede salvar a la humanidad.
Tras esto, vemos una conversación entre Harald y Jarul, en la que hablan sobre Galleya, conocidos también como Guerreros de los Martillos Gigantes, carpinteros gigantes del pasado que desaparecieron misteriosamente, aunque Jarul asegura que fueron capturados por alguien y que ese hecho quedó oculto en la historia, probablemente por parte del Gobierno Mundial, dejando claro que algo estaban tramando.
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Después, Oda avanza un poco más en este flashback y nos deja ver a un Loki ya siendo un niño, con los ojos vendados, después de que Harald lo cuidase tras la muerte de su madre. Por desgracia, este jovencísimo príncipe era alguien conflictivo y reflejaba todo el odio de su madre hacia los demás, declarándose como alguien superior, pero que realmente sigue dolido, ya que, cuando se encuentra solo, se quita las vendas para llorar en soledad por la maldición que porta.
De repente, un grupo de personas llega. No parecían ser pacíficos y, tras acercarse, se confirma algo completamente inesperado: se trata de Rocks D. Xebec, el legendario líder de los Piratas de Rocks, que, tras confirmar a su vez haber asesinado a un alto rango de la Marina, por fin revela su apariencia junto a la de Shiki, que también le acompañaba, junto a un joven y apuesto Barbablanca. Este le pregunta a Loki si están en Elbaf y si Harald se encuentra allí.
Pero lo verdaderamente importante viene en un subtítulo, ya que, tras la presentación de Xebec, Oda confirma que este legendario pirata es el padre de Barbanegra, actual Yonko y quien probablemente sea el gran antagonista de la serie junto a Imu en la recta final. Habrá que esperar una semana más para saber qué demonios pasará, pero está claro que Oda ya no se guarda ni un solo secreto bajo la manga.
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La noticia El capítulo 1154 del manga de One Piece presenta después de muchos años a uno de los piratas más temidos de la historia fue publicada originalmente en Vida Extra por Iván González .
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