La invención del automóvil se puede situar alrededor del siglo XIX, pero no fue hasta principios del siglo XX cuando Henry Ford inventaría el primer coche que realmente modificaría el método de transporte que hasta entonces era utilizado, aquel vehículo era el Ford T.
El invento de Henry podía alcanzar una velocidad máxima de 71 km/h, lo cual era todo un hito para la época. Sin embargo, en poco más de 100 años esa velocidad sería ridícula comparada con otros vehículos. Como ejemplo de ello tenemos el Bloodhound, un coche diseñado para romper el récord de velocidad terrestre que actualmente se encuentra en 1.228 km/h.
Como recogen en la BBC, el Bloodhound es un híbrido entre un avión de combate, un coche de Fórmula 1 y un cohete espacial. Todo ello, es lo que, según las previsiones, le hará alcanzar los 1.609 km/h empleando 21 toneladas de fuerza.
Aunque el Bloodhound puede ser visitado durante esta semana en Londres, no será hasta el año que viene cuando intente alcanzar el récord mundial en una pista especial que se ha preparado en Sudáfrica. No obstante, como afirma el ingeniero jefe, Mark Chapman, “"estamos trabajando para tener las completadas las pruebas del sistema de bombeo para Navidad de este año, y luego iremos a Noruega. Queremos iniciar las pruebas del cohete en enero o febrero", por lo que todavía quedan algunas verificaciones que realizar.
Créditos de la imagen: Stefan Marjoram | Bloodhoundssc
Continúar leyendo...