El cine ha sido en gran medida el encargado de traer a nuestras propias casas a los robots más futuristas e inteligentes posibles. Pero Rodolphe Gelin, Director de Laboratorio en Aldebaran Robots, lo tiene claro, los robots no son una cuestión cinematográfica, son una realidad, y la pregunta no es si tendremos un robot dentro de pocos años en casa, sino cuantos habrá.
Robots capaces de interactuar con personas, con un “corazón” propio que les haga asistir, ayudar, estar cerca de ellas e incluso ser especialmente sensibles a nuestras emociones, robots como Pepper.
Con un 40% de todos los datos globales procedentes de sensores en 2020 y 50.000 millones de dispositivos conectados a Internet, los robots serán también el centro de nuestras casas inteligentes “smart home”, controlando las luces, temperatura, limpieza o comida, siendo el interfaz definitivo y nuestro interlocutor con todos nuestros aparatos eléctricos. La industria lo sabe y para el sector de las startups el desarrollo de la inteligencia artificial es uno de los más relevantes y jugosos económicamente hablando para 2015.
Tenemos mucho trabajo por delante, actualmente se calcula que el coeficiente intelectual (IQ) de los sistemas de inteligencia artificial más avanzados son comparables a los de un niño de 4 años de edad, y la vertiente de escalar al máximo la tecnología hasta que llegue a ser parte de nuestro propio cuerpo se convierte en una opción cada vez más plausible.
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