Con una temperatura media de 34 ºC, situado a 100 metros debajo del mar y lleno de áreas tóxicas debido a los volcanes activos de la zona, el desierto de Danakil ha conseguido que popularmente reciba el nombre del “infierno de la Tierra”. Pero bajar al inframundo también puede ser necesario para algunos, como para la tribu de los afar.
Como recogen en REUTERS, el llamado “oro blanco” se ha convertido en el elemento más codiciado de la zona. Así, a pesar de todas las dificultades que ello conlleva, la tribu de los afar ha adoptado el comercio de la sal como forma de vida.
Créditos: REUTERS
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Miles de camellos y trabajadores dedican su existencia a recorrer el desierto de Danakil en busca de formaciones salinas aptas para poder ser extraídas del suelo. Posteriormente, cargan tantas losas como sea posible sobre los animales y vuelven a su hogar para comerciar con el material. Descender al infierno de la Tierra para continuar viviendo, esa es la rutina para la tribu de los afar.
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