Olvidemos el iPhone 6s por un momento. Y el iPhone 7, pasemos a hablar del iPhone 8.
Apple comenzó a desarrollar Force Touch y 3D Touch hace cinco años. Hay mil proyectos e ideas en los que trabaja Apple, algunos de esos avances llegan a los productos finales. Hemos de tener claro que Apple no sólo está trabajando en el iPhone 7, también está trabajando en el 7s y en el 8.
Hace unos días podíamos leer una patente de Apple presentada en el 2014, en ella se expone un sistema de reconocimiento de huella dactilar a través de fotodiodos intercalados entre los subpixeles de colores de una pantalla OLED. Esto no sólo permitiría su uso con las manos mojadas o guantes, sino que podría usarse para reconocer la huella del usuario y, así, desbloquear el terminal o verificar compras y contraseñas. Justo lo que hace el Touch ID, pero sin él.
Esa patente no tiene porque ser aplicada en el futuro, tampoco teníamos evidencia alguna de que Apple pensara en cambiar radicalmente el iPhone no sólo introduciendo la tecnología OLED, sino eliminando el único reducto físico al que el usuario se puede atener en comunicación con su teléfono.
Pero, días después, Nikkei reportaba que, acorde a sus fuentes, Apple introduciría en 2018 el primer iPhone con pantallas OLED. A esa conclusión llegaron tras conocer las hojas de ruta que Apple envió a sus potenciales proveedores para que ajustasen la tecnología y pudiesen prever las inversiones y expansión de su negocio.
¿Quién hace ya pantallas OLED para Apple? LG Display, cuya tecnología es empleada en el Apple Watch. Pero no es lo mismo fabricar 5 millones de paneles a hacer 150 millones en pocos meses, parecía muy difícil. Nikkei informaba que LG Display, ante ese reto, habría decidido invertir en una nueva planta a gran escala para la producción de paneles OLED. La expansión requeriría de cientos de millones de dólares.
Samsung Display podría ser otro posible proveedor ya que son, de momento, los únicos con la capacidad de producir a gran escala. Aunque LG Display podría crear una plata de producción que se adaptase específicamente a los requisitos de Apple.
Reuters ha confirmado esta semana que LG Display invertirá 8.910 millones de dólares en su producción de paneles OLED. El negocio en TV para LG está a la baja, debido a la fuerte competencia en televisores LCD de fabricantes chinos y los televisores OLED, aunque se imponen, son todavía un nicho muy reducido.
Una fuerte inversión que aporta mucha credibilidad al informe de Nikkei. Si hay un cliente que pueda hacer que los proveedores creen plantas nuevas e inviertan millardos de dólares es Apple. Ya lo hacen Foxconn y las empresas japonesas que fabrican las pantallas LCD de los iPhone como Sharp o Japan Display.
El supuesto cambio a la tecnología OLED permitiría a LG Display ser más ambiciosa en su expansión y desarrollo de paneles OLED para smartphones, vehículos, weareables y televisores, mientras que para Sharp y Japan Display supondría una pérdida de negocio muy grande. El 30% de sus ganancias provienen sólo de Apple.
Un cambio en el iPhone repercute a muchas multinacionalesApple tendría en sus manos un abanico de posibilidades para añadir valor a su producto estrella por cómo está construida una pantalla OLED. No necesitan de retroiluminación como las pantallas LED y se permite añadir sensores entre la lámina de subpixeles RGB, que dan el color de la imagen.
Hay varios problemas además del cambio de proveedores y el peligro de la producción en escala en una tecnología "nueva". Aunque la primera prueba satisfactoria fue el Apple Watch. Apple tendría que lograr que sus proveedores ofreciesen pantallas OLED que, con todos los subpíxeles iluminados en interfaces blancas, ofreciesen igual o mayor eficiencia que un panel LCD. Eso, o introducir más elementos negros en el diseño de iOS 12. Algo que sería, cuanto menos, extraño.
Pero sería la oportunidad de Apple para eliminar el botón home, añadiendo las funciones del mismo en la pantalla. La oportunidad para eliminar la única pieza mecánica que quedaba entre el usuario y el sistema operativo. Algo que permitiría hacer un teléfono con mejores ratios pantalla/frontal pero que puede introducir grandes problemas en su uso. Nunca compré el argumento de la vieja y la nueva Apple pero, de hacerse realidad esta posibilidad, sí lo haría. Apple nunca hubiese quitado el botón "home", si lo quita será una cuestión puramente estética; no de diseño.
Sustituir el botón físico permite eliminar parte mecánicas y móviles, lo más susceptible a la degradación. En la informática, y más en Apple, hemos observado cómo todo lo mecánico se reduce a su mínima expresión. Incluso se ha eliminado el click del trackpad. Pero había buenas razones para hacerlo. ¿Cuál sería la del iPhone? ¿Tener una lamina perfecta de cristal? Apple estaría condenando su buen hacer en diseño por la estética, sin buscar la correcta armonía entre la función y la forma.
Eliminar el botón home es eliminar la primera y única UX que todo usuario tiene con un iPhone
Me pregunto a qué se podrá acoger el usuario novel. Me pregunto qué nuevo gesto oculto tendrá que encontrar el usuario por ciencia infusa. Me pregunto si será posible que Apple borre el elemento más distintivo del iPhone y punto central de la experiencia que une el contenido y la herramienta con el usuario.
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