La Guardia Costera de Estados Unidos opera en algunos lugares de Latinoamérica con el fin de prevenir el tráfico de drogas. En la zona de Guatemala y El Salvador, a lo largo de una costa de más de 800 kilómetros, el cuerpo estadounidense cuenta con drones para vigilar el área.
Se trata de aeronaves tipo Insitu ScanEagle, un modelo construido por Boeing que dispone de una gran autonomía, de hasta 16 horas. Despega desde una plataforma lanzadera y a partir de ahí planea sobre la costa en busca de señales que indican un intercambio de droga o la preparación del mismo.
Las autoridades estadounidenses afirman que el uso de drones ha mejorado sensiblemente la caza de los traficantes de droga y el desmantelamiento de las operaciones. Señalan que normalmente no pasan más de tres días sin que haya algún avistamiento sospechoso.
De esta forma se han incautado importantes cargamentos. En una ocasión se detectó un barco pesquero que llevaba 700 kilos de cocaína de gran pureza, lo que equivaldría a unos 18 millones de euros. Aunque el récord está en los 7.450 Kg que se descubrieron en 2015, aproximadamente unos 202 millones de euros.
Los drones aportan un gran valor a la vigilancia de fronteras, pues multiplican la superficie que puede controlarse. Además, el análisis de las imágenes en tiempo real permite descubrir problemas que a veces el ojo humano no detecta. El control del tráfico de drogas es solo una de las funciones que cumplen estas aeronaves en las zonas fronterizas.
Imagen: Wikipedia
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Se trata de aeronaves tipo Insitu ScanEagle, un modelo construido por Boeing que dispone de una gran autonomía, de hasta 16 horas. Despega desde una plataforma lanzadera y a partir de ahí planea sobre la costa en busca de señales que indican un intercambio de droga o la preparación del mismo.
Las autoridades estadounidenses afirman que el uso de drones ha mejorado sensiblemente la caza de los traficantes de droga y el desmantelamiento de las operaciones. Señalan que normalmente no pasan más de tres días sin que haya algún avistamiento sospechoso.
De esta forma se han incautado importantes cargamentos. En una ocasión se detectó un barco pesquero que llevaba 700 kilos de cocaína de gran pureza, lo que equivaldría a unos 18 millones de euros. Aunque el récord está en los 7.450 Kg que se descubrieron en 2015, aproximadamente unos 202 millones de euros.
Los drones aportan un gran valor a la vigilancia de fronteras, pues multiplican la superficie que puede controlarse. Además, el análisis de las imágenes en tiempo real permite descubrir problemas que a veces el ojo humano no detecta. El control del tráfico de drogas es solo una de las funciones que cumplen estas aeronaves en las zonas fronterizas.
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