Xiaomi presentó el Surge S1, su primer procesador para teléfonos móviles. Con él, la compañía inaugura una nueva vía de diferenciación para sus productos.
Tal y como The Wall Street Journal adelantó, Xiaomi entra en el mercado de los procesadores para teléfonos móviles. Su primer producto se llama Surge S1, y estará presente en el Mi 5c.
El chip entra en competencia directa con el Snapdragon 625 y el Helio P20Este nuevo chip integra un procesador de ocho núcleos (4 núcleos A53 a 2,2 GHz y 4 núcleos A53 a 1,4 GHz), *está fabricado en un proceso HPC de 28 nanometros y apuesta por la GPU Mali T860. Su competencia directa será el Snapdragon 625 de Qualcomm y el Helio P20 de MediaTek, ambos con características similares.
Los principales tests de rendimiento (AnTuTu y GFXBench) revelan un rendimiento parejo o superior al Snapdragon 625 y al Helio P20. La diferencia es mayor especialmente en la parte gráfica, donde el producto de Xiaomi casi duplica la tasa de FPS en tests de potencia bruta.
El SoC (system-on-chip) cuenta con un ISP (procesador de señal de imagen) dual capaz de trabajar con dos sensores fotográficos al mismo tiempo, además de las clásicas características y funciones de un ISP estándar. El DSP (procesador de señal digital), por otra parte, soporta llamadas HD (VoLTE), doble micrófono y reducción de ruido.
Las mayores incógnitas del Surge S1 están en la eficiencia energética. Los 28 nanometros le sitúan en desventaja respecto a la propuesta de Qualcomm, fabricada en 14 nanometros. También existen grandes dudas por la parte de conectividad, donde Qualcomm y sus modems lideran de forma indiscutible.
Los 28 nanometros afectarán a la eficiencia energética del chip
La relevancia de esos dos factores es menor en la gama media, donde Xiaomi posiciona este nuevo chip. No obstante, de cara a una posible expansión a gamas superiores, el fabricante chino tendrá que solventar estos obstáculos si quiere conseguir un producto capaz de rivalizar con las propuestas de Qualcomm, Samsung, Huawei y Apple.
Mediante el desarrollo de procesadores propios, Xiaomi busca un objetivo triple: reducir la dependencia de empresas como Qualcomm, diferenciarse de sus principales rivales y, sobre todo, controlar de forma más precisa la experiencia de uso de sus productos. El reto estará en alcanzar el trabajo de Qualcomm, Samsung, Huawei y Apple, con más experiencia y recursos que la compañía china.
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