 
	En la penumbra de los estudios de Universal, mientras Bela Lugosi dormía, otro Drácula cobraba vida: el enigmático y olvidado "Spanish Dracula" de 1931. Una joya del cine clásico que resucita cuando la historia lo requiere para reclamar su merecido lugar en el cine de terror. De hecho, para muchos cinéfilos supera con creces el icónico filme capitaneado por Lugosi.
La Universal Pictures estrenó su icónica versión de Drácula en el año 1931. No lo sabía, o tal vez sí, pero estaba montando su propio UCM de monstruos. Con todo, aquella película convirtió a Bela Lugosi en el arquetipo del señor de los vampiros a vista del mundo entero. Fue, sigue siendo y será historia del cine. Pero mientras Lugosi acechaba en la oscuridad de los sets durante el día, otro vampiro se deslizaba por los mismos decorados al caer la noche.
Su nombre es el mismo: Drácula. La primera y mayor diferencia es la versión en español dirigida por George Melford y protagonizada por Carlos Villarías. ¿Una versión ilegal o producida por la competencia? Todo lo contrario.
¿Por qué dos Dráculas? El vampiro olvidado de Hollywood
 
 En Vida Extra
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Drácula, más concretamente la hoy conocida como "Spanish Dracula", es una producción paralela que hoy es considerada como una obra incluso más audaz y estilizada que su contraparte angloparlante. ¿Por qué hacer dos Dráculas? Bueno, conviene ponernos en contexto y recordar que estamos en los albores del cine sonoro.
De hecho, el idioma es un dilema para la Hollywood de entonces y el doblaje aún no era una práctica común ni técnicamente viable en muchos lugares de proyección. Además, los subtítulos no eran del agrado de todos los públicos.
Así, para conquistar los mercados internacionales, los grandes estudios optaron por una solución ingeniosa: filmar versiones multilingües de sus películas, utilizando los mismos sets, guiones adaptados y, en ocasiones, incluso el mismo vestuario. Universal, pionera en esta estrategia, decidió producir una versión en español de Drácula para el mercado latinoamericano y Español.
 
	De este modo, la Spanish Dracula fue rodada de noche y en los mismos escenarios que la versión de Tod Browning, mientras la mayoría del elenco original descansaba.
La filmación de la Spanish Dracula comenzó el 10 de octubre de 1930 y se completó en tan solo 28 noches. El director George Melford, que no hablaba español, se apoyó en su equipo y en la actriz Lupita Tovar (Eva, equivalente a Mina), quien más tarde recordaría que el rodaje nocturno confería a la película una atmósfera aún más inquietante.
Y ojo, que del elenco solo Carlos Villarías, el Drácula que hablaba en español, tenía permiso para ver los cómo tomaba forma de la versión de Lugosi, lo que le permitió moldear su interpretación con libertad. Aquello acabó beneficiando el resultado.
Una producción nocturna. Un Drácula con alma latina
 
	A diferencia de la versión estadounidense de Drácula, la de Lugosi, la película rodada con acento neutro para los hispanoparlantes se atrevió con planos más largos, movimientos de cámara más fluidos y una iluminación más expresiva.
El director de fotografía George Robinson jugó con las sombras y las texturas para crear una estética más gótica y sensual. Incluso el vestuario de Lupita Tovar fue considerado más atrevido que el de su contraparte anglosajona. De hecho, la versión española de Drácula dura casi media hora más que la versión en inglés, lo que permitió desarrollar más a los personajes secundarios.
Durante décadas, la "Spanish Dracula" fue una rareza condenada al olvido. Se estrenó originalmente en Cuba en 1931, pero no fue hasta los años 70, cuando una copia fue redescubierta en un almacén de Nueva Jersey, que reflotó su popularidad. Otra copia fue hallada en la Cinemateca de Cuba, y se restauró y distribuyó en formato VHS a partir de 1992.
 
	Por cierto, desde 2015 forma parte de la selección de la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos para su preservación en el Registro Nacional de Cine. Y no solo por su valor cultural, sino por sus hitos estético. Y ojo, que si eres cinéfilo te la puedes encontrar como material adicional en ediciones especiales de Drácula en DVDs y Blu-ray. Incluso asoma de vez en cuando en festivales de cine clásico. Hoy incluso está en Prime Video en determinadas regiones.
Y ojo, que en 2024 el compositor Gustavo Santaolalla (The Last of Us, Brokeback Mountain), nos regaló la banda sonora de la nueva versión restaurada de Spanish Dracula proyectada en la gran pantalla. Una en la que Santaolalla compartió protagonismo en lo sonoro con LA Opera Orchestra en una concierto en vivo.
Este Halloween, cuando las sombras se alarguen y los susurros del pasado se cuelen por las rendijas, recuerda que hubo un Drácula que hablaba español, que seducía con acento latino y que, durante décadas, esperó en la oscuridad su momento para volver a morder.
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La noticia El Spanish Drácula, una historia de cine clásico y sombras paralelas fue publicada originalmente en Vida Extra por Frankie MB .
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