El volante de un coche es un elemento al que pocas veces se tiene en cuenta, parece que no evoluciona al ritmo que lo hacen los coches. Pero es probablemente por la falta de costumbre que tenemos al comprar un coche de mirar el volante, de analizarlo al igual que hacemos con el resto del interior del coche. Sin embargo, la adición de tanta tecnología y sistemas de control de alta tecnología hacen del volante el lugar perfecto para controlarla.
Cuando el Ford Mustang debutó en 1964, definió el segmento de los Pony Car y ha sido el que ha fijado el diseño de muchas partes de los actuales coches deportivos, incluido el volante. Todos son redondos, pero cada uno es diferente, ¿te animas a repasar la historia de los volantes del Ford Mustang?
Interior del Mustang en 1964
En 1964 la primera generación del Mustang estrenó un volante icónico formado por tres radios desnudos de aluminio y un borde que simulaba la madera. Un volante muy grande si lo comparamos con uno actual. Tenía el tamaño de una llanta (16 pulgadas), pero era uno de los primeros deportivos en dar como opción la dirección asistida.
Interior del Mustang en 1967
Tres años más adelante, en 1967, la revisión del Ford Mustang incorporaba otra novedad que ahora mismo es imprescindible: la regulación de la posición del volante. Con siete ajustes, el Mustang era otra vez innovador al ofrecer una opción que permitía a los conductores elegir el mejor puesto para domar a esta fiera sin sacrificar estética ni funcionalidad.
Volante del Ford Mustang 1968
Tan solo un año más adelante se incorporó una columna de dirección colapsable para poder reducir la posibilidad de lesiones en un accidente. El volante perdía un radio y su aro central se volvió mucho más grande y acolchado.
Interior del Ford Mustang en 1974
La segunda generación del Ford Mustang se presentó justo 10 años después de la primera. En 1974 el volante redujo su tamaño hasta las 15 pulgadas manteniendo el aluminio en su lista de materiales utilizados. Este cambio de tamaño iba en contra de la industria, que seguía prefiriendo un volante un poco más grande.
Volante del Ford Mustang 1979
En 1979 los responsables decidieron darle un toque más europeo al Mustang con un volante con cuatro radios y mandos de control por primera vez. El control de crucero se ofrecía por primera vez para coches con cajas de cambio manuales y se controlaba solamente con el volante. Una revolución que ahora nos parece lo más normal del mundo en un coche, puesto que hasta un utilitario básico ya lo incorpora.
Volante del Ford Mustang SVO de 1984
1984, el año del cambio más importante. Special Vehicle Operations se pone a los mandos para poder crear una versión del Ford Mustang de alto rendimiento y deciden cambiar el volante por uno de tres radios, más pequeño, y con un diseño acertado dado que, tras realizar algunos cambios, se volvió a esta estructura. Seguro que no te resulta muy antiguo el volante porque ha sido usado por multitud de fabricantes hasta hace muy pocos años. El borde era más grueso y ergonómico para las manos.
Volante del Ford Mustang en 1990
Hasta 1990 no llegaría el airbag como equipamiento básico al Ford Mustang. Esto tenía una implicación indirecta: la ubicación del claxon. Ya no estaría situado en el centro del volante sino que serían dos botones, uno a cada lado para poder ser activados con cualquier mano.
Interior del Ford Mustang 1994
Con la puerta generación del Mustang se pensó en dar un guiño al modelo original de 1964 con un diseño del interior algo retro, pero el volante siguió evolucionando. Mantiene para esta generación el volante de cuatro radios pero ahora es más ergonómico y los botones están situados en los laterales.
Volante del Ford Mustang 2005
2005 es el año en el que Ford vuelve al diseño de volante en tres radios que todavía se mantiene vigente. Para esta quinta generación se daba la opción al cliente de incluir los radios del volante en aluminio y el resto en cuero. A partir de este año, la incorporación de nuevos dispositivos iba a condicionar las funciones que debe realizar el usuario desde el volante por lo que era muy importante hacerlo cómodo.
Volante del Ford Mustang 2011
Seis años después se añadieron muchas funciones al Mustang: control por voz usando el sistema SYNC, selección de fuentes de entrada de sonido, teléfono, volumen, selector de canción y de emisora de radio... Ahora el volante podía combinar su acabado con el del resto del interior. El propietario podía elegir si quería aluminio en el salpicadero y en el volante o cuero en todo el habitáculo. La personalización no había hecho más que comenzar.
Volante del Ford Mustang 2013
En 2013 se revisan las funciones que tiene que realizar un volante y cómo, para poder hacerlo más sencillo e intuitivo. Por ello, se incluye un botón OK para el control de cuadro de instrumentos y se añaden nuevas opciones de acabado en alcántara para los modelos más deportivos, el Boss 302 y el Shelby GT500.
Volante del Ford Mustang Shelby GT350R 2015
Para el 50 aniversario del Ford Mustang los diseñadores quisieron convertir el volante en el centro del control del coche. Hasta 20 botones se pueden encontrar en la sexta generación del Mustang pero distribuidos en dos secciones. A la izquierda se encuentran los controles de la conducción y la pantalla mientras que a la derecha se ubicaban los botones para el sistema de conectividad por voz SYNC y la radio. Especial cuidado tuvieron con el airbag y consiguieron que ocupase lo mínimo posible en el centro del volante. Además, volvieron a reducir su tamaño hasta las 14 pulgadas.
Como es lógico, las versiones más deportivas y radicales de esta sexta generación, los Shelby GT350 y GT350R, incluyen un volante plano inspirado en el de las carreras y desde el que se puede controlar desde la suspensión a la puesta a punto del escape pasando por la dureza de la dirección. Un detalle muy interesante es la raya de color que puede verse en el aro del volante, que permite al conductor conocer cuándo el volante está totalmente en el centro.
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