
En los últimos años se han desarrollado y publicado varias obras interactivas que a pesar de tener formas diversas mantienen la misma intención: hacer que los jugadores puedan conocer más a fondo el drama de las personas que huyen de Siria y así poder empatizar mínimamente con ellos.
Y, ¿quién mejor para contar una historia sobre refugiados que una persona que tuvo que abandonar Siria durante la guerra? Es el caso de 'Path Out', un videojuego gratuito desarrollado por Abdullah Karam, un joven sirio de 21 años, con la ayuda del estudio alemán Causa Creations. Los germanos conocieron a Abdullah en Austria y al descubrir la potencia de su historia le convencieron para contarla a través de una aventura interactiva.

Otro punto de vista es el que propone 'Bury me, my love'; en él no nos ponemos en la piel de un refugiado sirio, sino en el de un chico que se queda en el país mientras su mujer parte hacia Europa. Majd, el chico, debe quedarse en Siria cuidando se su familia, pero usará su móvil para comunicarse constantemente con Nour, la chica.
A través de una interfaz que simula una app de mensajería instantánea, los jugadores entraran en una dinámica de conversación natural que deja en bandeja la identificación con los protagonistas y sirve como puerta de entrada para empaparnos de lleno de su realidad. Además, la historia se va amoldando a las decisiones que vayamos tomando, dándole una interactividad que ayuda a conectar más todavía si cabe.
La misma idea intrínseca subyace en 'Contra viento y marea', un videojuego para navegador desarrollado por Paregos AB y TicTac Interactive AB a demanda del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Su objetivo es el de concienciar a la población de las dificultades en la vida de un refugiado desde el momento en el que la vida en su país se vuelve imposible.

Lamentablemente los desarrolladores cancelaron el juego ya que no consiguieron financiarlo en Kickstarter, proyecto que por otra parte se llevó un buen saco de críticas por su tibieza política, su visión externa de la situación y por prever conseguir beneficios económicos de una situación dramática.
Más allá de la crisis siria
Pero no sólo hay juegos que intentan reflejar la situación de los refugiados sirios, sino que también hay obras que ponen su foco en otro tipo de movimientos migratorios forzados, como es el caso de 'Survival', un plataformas desarrollado por el estudio gaditano Omnium Lab para dispositivos móviles; sus creadores han utilizado testimonios reales de jóvenes que han cruzado el Estrecho de Gibraltar para construir con ellos la trama de su videojuego.

Despersonalizando la tragedia se puede conseguir que su mensaje se vuelva atemporal, aunque si es excesivo puede darse una banalización del discurso que eliminaría el objetivo inicial de dar voz a minorías discriminadas que no la tienen. Es un tema delicado que debe ser tratado con el respeto que merece.
¿Es un videojuego menos videojuego por tratar temas serios?
Tener que abandonar tu país, tu casa y en ocasiones hasta tu familia debe ser una de las situaciones de impotencia más duras que se pueden llegar a vivir. Algunos desarrolladores han cogido esas emociones y han intentado darle forma de videojuego, aunque dada la crudeza de la situación puede llegar a lastimar tener que usar una palabra de connotaciones a priori festivas para referirte a ellos.
Es por eso que existen una serie de adjetivos que algunos desarrolladores, periodistas y jugadores ponen delante de la palabra "videojuego" para darle un matiz del que supuestamente carece: serious games, alt games, no-games, art games... Cada uno de estos conceptos tiene detrás una particular motivación por resaltar un aspecto concreto del videojuego.
Así, los serious games son aquellos que ponen su mensaje por delante de las mecánicas, los alt games son los que se intentan distanciar de la concepción clásica de los videojuegos, los no-games son aquellos que desechan cualquier atisbo de diversión en su mensaje y los art games buscan destacar en el apartado artístico. Más o menos.

Sin embargo hay videojuegos a los que de repente nos resulta incómodo definir como videojuegos, quizás porque lo que proponen se aleja de diversión interactiva clásica chocando con la faceta más lúdica de la palabra. No es que no sean videojuegos, pero da reparo hablar en términos de diversión de títulos como los mencionados en este artículo.
Es en esos casos cuando ese tipo de categorías cobran un poco más de sentido, con esos juegos sensibles, personales y dramáticos que son casi incompatibles con la propia palabra en la que se definen. Con esta suerte de nuevos géneros del videojuego podemos definir mejor las aristas de aquellas obras que nos cuentan historias como las que protagonizan día a día los ciudadanos de Siria que intentan huir de la guerra de su país.
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La noticia Empatizar con un refugiado sirio a través los videojuegos fue publicada originalmente en Vidaextra por Manu Delgado .
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