En un mundo en el que las startups cada día se hacen más presentes, las posibilidades que tienen los emprendedores para poder solucionar sus dudas, y aprender de sus mayores, no han crecido con la misma proporción. Es cierto que existen miles de fondos, aceleradoras, eventos y reuniones de emprendedores, pero todas pecan de lo mismo: carecen de esa cercanía que un joven empresario necesita.
Otra opción, que no es nueva, es la de un club. Un Club donde poner en práctica la creación y el desarrollo de nuevas empresas y proyectos, donde poner en contacto a mentores y a emprendedores para superar los problemas presentes, pasados y futuros de un emprendedor, donde fomentar el seguimiento y ayudar a impulsar nuevas iniciativas.
Esto es lo que ha querido fomentar The Heroes Club, que ahora está en la búsqueda de sus 500 Heroes, nombre por el cual denominan a sus aventurados emprendedores. Heroes que, ante todo, tienen mucho trabajo y esfuerzo por delante.
De héroes para héroes
Para forjar un ejército de héroes es necesario que antes algunos tuviesen el papel de adalides de la aventura. Para fundar el proyecto de The Heroes Club, surgido de la mente ya de por sí emprendedora, de Aurelio García de Sola, contó con algunos personajes que ya de por sí ha librado, y ganado, sus propias batallas.
Uno de ellos, Juan Verde, asesor político y económico, que supo desde el primer momento que debía formar parte de un proyecto en el que bajo un mismo techo pudiesen reunirse empresas de alto nivel, mentores y emprendedores, y así poder crear un ecosistema de desarrollo de negocio único, retroalimentándose a través de sus experiencias pasadas y futuras. De emprendedores para emprendedores:
"Con toda modestia, he llegado hasta aquí en mi carrera porque otros han creído en mi, han apostado por mi y me han ayudado."
Un proyecto que quiere conseguir poner la vista en el futuro, y no solo en las necesidades del presente. Conseguir, según Carsten Moser, un periodista alemán que forma parte del equipo fundador, que "la gente se arriesgue para conseguir sacar adelante su proyecto, y que además lo haga de una manera sostenible y no quedarse en una bonita idea detrás de personas que no saben como llevar un negocio".
Un mentor o un experto en la vida
Un total de 114 mentores, un total de 114 experiencias y un total de 114 consejos, de mínimo, de los cuales poder sacar alguna moraleja que aplicar a nuestro emprendimiento.
Dispares y diferentes, porque en la variedad está el gusto -dicen-. Kike Sarasola, deportista hípico retirado y propietario de la cadena de hoteles Room Mate, forma parte de ese elenco de guías, y él mismo intenta enseñar lo que aplica a su rutina del día a día:
"A mí siempre me ha gustado el espíritu emprendedor, es muy bonito llevar a cabo un proyecto propio. Yo trabajo 24 horas al día, 7 días a la semana, pero para mí no es solo un trabajo, es una pasión."
Una pasión que deben llevar al límite todos los que quieran emprender, porque sin pasión no se puede iniciar nada bueno.
Nacho Villoch, manager en BBVA Innovation Center y escritor de "La Aventura de Diana", un libro enfocado a cómo saber emprender, ha sido socio y ahora es mentor de la iniciativa, ha dedicado prácticamente toda su carrera a esa mencionada pasión por emprender. Horas, "más de las que le corresponden" nos comenta, dedicadas a crear ecosistema equilibrado, "pero no un Silicon Valley, que eso ya existe, simplemente un lugar donde poder conectar miembros de todos los niveles".
Los socios también cuentan con empresas asociadas que les pueden gestionar la parte financiera de la startupY no solo forma parte del juego la pasión por emprender. La pasión por transmitir, es quizá, aún más importante en este delicado juego. Olga Falcón, de la empresa tecnológica Fibernet, es una mentora convencida y con un espíritu docente que busca resolver las inquietudes de los emprendedores que la eligen como la guía idónea, sobre todo, porque según ella "hay temas en los que los emprendedores se sienten muy perdidos, principalmente porque ellos saben de lo suyo, pero de otras cosas no. Si puedes recurrir a expertos que te asesoran, y que te dan nuevos puntos de vista, es una gran oportunidad".
Y como los emprendedores saben de lo suyo, es otras de las opciones que propone The Heroes Club. IVC, es una empresa socia del club, que quiere ayudar a los emprendedores a tener una buena gestión financiera, para que, en palabras de Mark Kaavelaars de IVC, "los emprendedores puedan construir su empresa entorno a la gestión técnica de una forma barata, y que ellos se dediquen a lo verdadero del negocio". Cuestiones que en muchos casos determinan el éxito de una startup. Tanto como conocer las posibilidades que tienen de acceso a la financiación y las posibles valoraciones que esta puede recibir, como comenta Francisco Moreno de Cell Finanzas, otra empresa asociada al Club.
Cuando ser socio de verdad sirve par algo
Millones de peticiones son las que recibimos a lo largo del día, de la semana o del mes, con sugerencias para formar parte de algo: ¡hazte socio!, rezan la mayoría... Casi el 100% no sirven para nada. De vez en cuando, hay alguna en la que ser socio no solo sirve, sino que también implica un esfuerzo, una entrega y una dedicación que pocos lugares exigen.
Cuando Aurelio García de Sola contactó con Ángel Barbero de Tecnilógica, empresa dedicada a la solución de problemas web, para hacerse socios del grupo fue precisamente ese espíritu colaborativo lo que determinó la respuesta. Colaborar en charlas, reuniones y actividades de la sociedad, y sobre todo una posibilidad que en otros lugares dedicados al mundo de las startups no existe:
"Poner en contacto a profesionales que llevan muchos años en el mundo empresarial con startups, dando la posibilidad de que los jóvenes aprendan de la experiencia y a las empresas de tener un punto de frescura y estar actualizados."
Crear, a fin de cuentas un nuevo ecosistema al que de otra manera sería imposible llegar. Lugar al que acaba de aterrizar como socio hace escasas dos semanas Manuel García, de la aceleradora Zarpamos, buscando precisamente "ese espacio donde generar negocio".
Jóvenes emprendedores con una vocación para llegar a ser mentores
Una de las cosas más gratificantes de esta vida es poder enseñar lo que hemos aprendido. Tener la oportunidad de transmitir lo algunas personas, de forma altruista, nos enseñaron, pero con un valor añadido. Un valor añadido aportado por nuestra propia experiencia.
Esto es lo que, de alguna manera buscan las chicas de Oli & Dom, María Martín, Jara Domínguez y Vanesa Angulo, una startup de diseño y venta de zapatos que es socia del Club. Ante la pregunta de ¿Qué os gustaría hacer en el futuro? ellas lo tienen claro:
"Nos gustaría formar parte de lo que han iniciado ellos, y cerrando un círculo que ellos han empezado una vez lleguemos a triunfar"
Porque el camino del aprendizaje es un sendero que nunca se abandona, y tanto para ellas como para todos los que allí están, cualquier lección en cualquier momento de la vida es un valor seguro.
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