Noticia En 1991, la NASA envió el primer email desde el espacio. Lo increíble es que no usó un superordenador, sino un Mac que cualquiera podía comprar

En 1991, la NASA envió el primer email desde el espacio. Lo increíble es que no usó un superordenador, sino un Mac que cualquiera podía comprar


28 de agosto de 1991: Mientras unos pocos privilegiados descubrían qué diablos era eso del "correo electrónico" y otros (como yo) ni siquiera habíamos nacido, algo extraordinario estaba pasando a 300 kilómetros sobre nuestras cabezas. Los astronautas del transbordador Atlantis acababan de enviar el primer email desde el espacio.


Era la época dorada de la carrera espacial liderada por gobiernos y agencias oficiales. Curioso pensarlo ahora, cuando quien más ruido hace mandando cosas al espacio es Elon Musk. En 1991, la NASA era la NASA, con todo lo que eso implicaba: presupuestos millonarios, tecnología clasificada y ordenadores del tamaño de armarios.


Pero resulta que para enviar el primer correo electrónico desde el espacio no necesitaron nada de eso. Lo hicieron con una máquina que tú también podías tener en casa: un Macintosh Portable.

El mensaje que cambió la historia de las comunicaciones​

¡Hola, Tierra! Saludos del equipo STS-43. Este es el primer AppleLink desde el espacio. Me lo estoy pasando MUY bien, ojalá estuvieras aquí... ¡enciendan cryo y RCS! Hasta la vista, baby... ¡volveremos!
Macintosh Portable Nasa


Sin protocolos súper serios ni jerga técnica incomprensible. Como si tu colega te escribiera desde unas vacaciones... bueno, unas vacaciones a 28.000 kilómetros por hora orbitando la Tierra.

Macintosh Portable Espacio


La misión STS-43 tenía como objetivo principal desplegar un satélite de seguimiento y retransmisión de datos (TDRS), usado por la NASA para mantener comunicación casi constante entre la Tierra y los satélites en órbita. Pero acabó haciendo historia por algo mucho más simple: demostrar que un Mac podía funcionar en el espacio.

AppleLink: el servicio que conectaba a Apple con el mundo​


Para entender esta historia hay que conocer qué era AppleLink. En una época en la que internet era cosa de universidades y el email algo casi mágico, Apple creó su propio servicio online para conectar con sus distribuidores y partners. Era su red privada, su forma de mantenerse en contacto con el ecosistema Apple antes de que existiera la web tal y como la conocemos.

Applelink


AppleLink funcionaba como una mezcla entre email y foro, donde los distribuidores podían acceder a información técnica, hacer pedidos y comunicarse con Cupertino. Era exclusivo, cerrado y muy Apple: controlaban toda la experiencia desde el hardware hasta el servicio.


Lo curioso es que AppleLink se convirtió después en la base de eWorld, el intento de Apple de competir con AOL en los 90. Un proyecto que, como tantos otros de esa época, acabó siendo un fracaso estrepitoso. Pero en 1991, AppleLink era puntero, y la NASA lo eligió como la forma de comunicarse desde el espacio.

Paquete de bienvenida de eWorld
Paquete de bienvenida de eWorld

Macintosh Portable: el "portátil" de 7 kilos que conquistó las estrellas​


El Macintosh Portable de 1989 era una contradicción andante. Apple lo vendía como portátil, pero pesaba 7,2 kilos y tenía el tamaño de una maleta pequeña. Para hacerte una idea: el MacBook Air actual pesa 1,24 kilos. Estamos hablando de una bestia.


Pero era revolucionario. Fue el primer Mac alimentado por batería, con una pantalla LCD monocromo de 9 pulgadas que parecía sacada del futuro. Incluía un trackball integrado (sí, una bola que rodabas con el dedo) y podía funcionar hasta diez horas sin enchufarlo. En 1989, eso era pura ciencia ficción.

Macintosh Portable
Macintosh Portable

El precio también era de ciencia ficción: 6.500 dólares en 1989, que, ajustados a la inflación, serían unos 13.000 dólares hoy. No era precisamente para todos los bolsillos, pero tampoco necesitabas ser la NASA para comprarlo.


Lo interesante es que este Mac apenas necesitó modificaciones para funcionar en el vacío espacial. Su construcción robusta, diseñada para sobrevivir a los viajes terrestres de los ejecutivos de los 90, resultó perfecta para orbitar la Tierra. Los astronautas probaban su trackball en gravedad cero y experimentaban con un ratón óptico flotando por la cabina. La imagen debe de haber sido surrealista.

Macintosh Portable
Trackball del Macintosh Portable

Además de enviar emails, el Mac ejecutaba software de navegación que mostraba la posición del transbordador en tiempo real, funcionaba como despertador para los experimentos y proporcionaba datos de reentrada. Un todoterreno espacial con la manzanita.

Apple conquistando el espacio antes que Tesla​


La tripulación del Atlantis también llevaba algo que hoy nos suena familiar: wearables. Los relojes Seiko WristMac transferían datos al Mac a través del puerto serie. Básicamente, el Apple Watch de los 90, flotando en órbita 25 años antes de que Tim Cook nos vendiera la idea en la Tierra.

Macintosh Portable En Nave Espacial


Y la historia continuó. En los 2000, un iPod apareció en el tablero de otro transbordador espacial. Apple incluyó la foto en su libro Designed by Apple in California de 299 dólares.

34 años después, seguimos viendo esa misma filosofía en cada iPhone, iPad o Mac que sale de Cupertino. Tecnología compleja que se siente simple, potente pero accesible, diseñada para humanos reales que a veces necesitan enviar un email... aunque sea desde el espacio.


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La noticia En 1991, la NASA envió el primer email desde el espacio. Lo increíble es que no usó un superordenador, sino un Mac que cualquiera podía comprar fue publicada originalmente en Applesfera por Guille Lomener .

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