Noticia En Silicon Valley se está eligiendo mejor para invertir más

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El ritmo inversor de Silicon Valley en etapas iniciales está afinando su estrategia y adoptando un tono muy maduro. Ahora se invierte en menos startups pero muchos más fondos disponibles. ¿Se mantendrá esta estructura en 2016?


Ya hablamos de las perspectivas que algunos inversores tenían puestas para 2016 en España: el descenso o ascenso de la financiación de startups, la apuesta por la internacionalización o el surgimiento del primer unicornio. Sin embargo, existe un mundo fuera de nuestras fronteras, y las previsiones que nosotros podemos tener por aquí pueden no ser del todo válidas por aquellas tierras.

En Silicon Valley desciende en número de inversiones pero aumentan los importesEn la CNBC se pregunta a un grupo de doce inversores de Silicon Valley sobre el futuro del negocio startup, y el sentimiento general apunta a un enfriamiento y desaceleración de la euforia colectiva que reina en las cálidas regiones de California. Todos apuntan a un descenso de las cifras que hemos visto estos años, y las razones se resumen en tres puntos básicos: el primero de ellos es una vuelta a la cordura y a la sensatez, producto de una época de exagerado optimismo y locura emprendedora. Un efecto contagio por el miedo a la desaceleración económica en China, que afectaría a los planes de crecimiento y expansión de muchos emprendimientos. Y por último, en cuestiones que atañen directamente a la reducción de las rondas de financiación, fomentado por aquellas startups que no tengan un modelo de negocio definido y por los repartos anteriores catalogados como injustos.

Por todo esto, solo cabe preguntarnos si los fondos de inversión en primeras etapas reducirán su actividad o si por el contrario se mantendrán. Y sobre todo, si ya lo han venido haciendo a lo largo de este año como una manera de prepararse para lo que ha de venir. No podemos predecir el futuro, pero los datos actuales sí nos dibujan algunas perspectivas. Tomando aquellas firmas que en 2014 resultaron ser las más activas, en cuanto a número de inversiones en startups, hemos comprobado cómo se han comportado a lo largo de 2015.

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De algunos ya hablamos en su momento. El caso de GV, antiguo Google Ventures, ya se ha anunciado el afinamiento del tipo de inversiones; huyendo ya en este 2015 de las fases iniciales de emprendimiento y apuntando a cotas más altas. Por lo que es probable que el año que viene ya no tengamos a nuestros amigos de Google en este ranking.

La tendencia es que en 2016 esta estructura siga al alzaPero por norma general, esta tendencia se ha repetido en todos los fondos que en 2014 fueron los más populares. Para 2015 se ha notado una sensible resistencia en el número de inversiones, pero no tanto en los importes: se elige mejor para invertir más. Se favorece por tanto a aquellos que han presentado mejores proyectos y han pasado todas las cribas: la era del reparto de dinero a diestro y siniestro toda a su fin. Y esta tendencia toma su perfil más destacado con el caso de Atlas Ventures, que este año, con solo once inversiones menos ha proporcionado casi 800 millones más para startups enfocadas esencialmente al eHealth, un sector con una proyección muy a futuro. Khosla Ventures, que aunque pueda no ser demasiado conocido en Europa, ha reducido a poco más de la mitad el número de inversiones por el mismo importe que en 2014, pero sin tanta especialización como en el caso anterior.

Quizá, por imagen, el caso más dramático es el de SV Angel: 61 inversiones menos y casi 800 millones más de financiación. Una situación que, desde luego rompe las métricas.

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Pincasso: Shutterstock


Otros, más pragmáticos hacen un recorte tanto en número como en inversión, como pueden ser los casos de Intel o First Round. Y otros, que siguiendo una estrategia diferente al resto de fondos deciden mantener casi igual el volumen de inversión, pero aumentan considerablemente sus porfolios, con el caso del popular Accel; uno de los más activos de Silicon Valley y con inversiones en Facebook, Slack o Dropbox que no parece querer cambiar de estrategia, al menos a corto plazo.

El mayor problema de Silicon Valley es el parón de las salidas a bolsa de muchos unicorniosDe seguir así, es posible que para 2016 podamos ver menos startups lanzadas al estrellato a través del apoyo de los inversores, pero cifras mucho más grandes que, desde luego, atraen más titulares. No es que sea una perspectiva negativa, simplemente una evolución lógica en un mercado muy maduro, que sin embargo se está encontrando su talón de Aquiles con la complicada frontera de las salidas a bolsa; donde muchas prometedoras startups se están quedando atascadas en un limbo de altas valoraciones pero con reparos a empezar a participar en ofertas públicas por los riesgos que implica.

Ahora solo queda preguntarnos si tendremos un efecto contagio al resto del mundo. Todo llega más tarde a Europa, y al mundo, pero llega. Si bien es cierto que en el terreno emprendedor todo va más rápido y ya estamos comprobando como la selección de las inversiones se hace cada vez más complicada y selecta. Eso sí, para los unicornios y las disyuntivas de las salidas a bolsa de lo que alguna vez fueron startups aún queda tiempo.

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