Mayormente, más de lo mismo.
Antonio Resines fue nombrado hace unos meses como nuevo director de la Academa de Cine en España. Cuando fue nombrado ya dio algunas claves sobre su postura en cuanto a la piratería, que se pueden resumir en “más de lo mismo”. Esta mañana (12 de junio) ha sido entrevistado en TVE, donde ha dado más pistas sobre su política contra la piratería, que en su opinión representa “un problema gordísimo”.
La primera bomba ha llegado cuando ha dicho que según él, la solución pasa por conseguir que las operadoras corten la conexión a los usuarios que descargan contenidos pirateados. Nada nuevo bajo el sol: penalizar al usuario y no replantearse cómo y por cuánto distribuir contenidos.De hecho es algo que ya pidió al Gobierno pero que no ha logrado que se realice, poniendo como ejemplo el caso de Estados Unidos: amonestar al usuario que descarga ese tipo de contenidos y seguir la norma de los tres strikes para cortar su conexión.
Según Resines, la descarga de contenidos en Internet supone un “problema gordísimo” para la industria del entretenimiento, y cifra su impacto en 23.000 millones de euros. Además, se ha pronunciado sobre la Ley de Propiedad Intelectual, opinando que es “un parche” porque aunque el Gobierno dice que se están atacando las webs de contenidos “ilegales”, no es cierto bajo el punto de vista del director de la Academia, que debe olvidar los casos de SeriesPepito o el movimiento que tuvo que hacer Series.ly a finales de año retirando sus enlaces a todos los canales de descarga o streaming más allá de YouTube, Wuaki, Filmin y compañía, con la consiguiente caída de tráfico y visibilidad.
González-Macho, el anterior director en el puesto de Resines, tenía exactamente el mismo discurso en torno a la reflexión de cómo se distribuyen ahora los contenidos, qué formatos se están quedando obsoletos y hacia dónde se debe apuntar. Curiosamente, Álex de la Iglesia, el predecesor de González-Macho, fue quien tuvo las ideas más conciliadoras e innovadoras en torno al protagonismo de Internet en la distribución de contenidos. No obstante, estas ideas le causaron tantos conflictos con compañeros de profesión que presentó su dimisión año y medio después de ser nombrado.
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