Motorola ha presentado el Moto X Style, y sólo podemos preguntarnos si por fin será un gama alta más allá de ser el hermano mayor y enamorar por su feeling.
Desde que en 2013 Motorola presentó el Moto X, siempre han sido terminales con un gran feeling y probablemente sucesores en muchos casos de la filosofía Nexus. Como dije en el análisis del Moto X 2014, creo que era el terminal para los amantes de Android, porque, al menos con KitKat, la experiencia era tan buena que, pese a sus grandes fallos, enamoraba. Bajando al terreno racional, tanto el modelo de 2014 como el de 2014 dejaban mucho que desear en aspectos como batería o cámara, y en aspectos como la pantalla estaban lejos de lo mejor de sus años. Hablamos de detalles que, para mí, los bajaban a una gama media-alta. Motorola acaba de presentar el Moto X Style y Moto X Play, y os contaremos todos sus detalles.
A priori será difícil saber si el Moto X Style sí llega al olimpo de los smartphones, donde juegan el iPhone, el Galaxy S6 y los Galaxy Note, pero a priori no está nada mal.
Hablamos de un terminal que crece, que pasa de las 5.2 a las 5.7", y sorprendentemente baja de QHD a Full HD, lo que hará que su densidad de pixeles baje a 386 ppp. Además, se queda en Snapdragon 808, que ya sabemos por el LG G4 que puede rendir muy bien, pero que tiene un rendimiento bastante inferior al ofrecido por el polémico Snapdragon 810 o por el Exynos 7420 del Samsung Galaxy S6.
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