Twitter ha publicado sus últimos resultados trimestrales con los que cierra el año 2016, y los resultados son, una vez más, decepcionantes. Twitter es una red social con una gigantesca influencia en los medios de comunicación y la política, pero Facebook le sigue aplastando en relevancia social para las masas. En el trimestre de máximo apogeo de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, Twitter solo ha podido crecer un 0,7%, dos millones de usuarios. En el mismo período, Facebook, en mitad de la polémica por las fake news y la consiguiente crisis de reputación, que queda lejos del usuario promedio a la hora de la verdad, ha crecido en setenta y dos millones de usuarios, lo cual le supone un 4%.
Es preocupante que la red donde está omnipresente Donald Trump, donde se habla de él, donde se crean batallas dialécticas en torno a su figura y donde se sigue todo el proceso electoral al segundo, no sepa capitalizarlo. Nunca se había visto un fenómeno igual en Twitter, que aunase magnitud, alcance global y duración. En cambio, su crecimiento fue el más débil de todo 2016. Al menos no ha vuelto a perder usuarios, como ocurrió hace exactamente un año. Las comparaciones con Facebook no ayudan: mientras que su crecimiento es estable y se acerca al tercio de la población mundial, Twitter presenta un crecimiento cada vez más lento.
Cuando ponemos uno junto a otro el número de usuarios activos que gana cada trimestre cada red social, el resultado es para llorar.
Anthony Noto, COO de Twitter, habló de sus últimos resultados en cuanto a crecimiento de usuarios. Se refirió a Twitter como una plataforma que genera discusión y conversación, y atribuyó el leve crecimiento a decisiones de producto y marketing más que a las elecciones estadounidenses. No obstante, también se habla de cómo el tipo de sucesos de las elecciones consiguen que la base de usuarios sí permanezcan más tiempo usando la red social.
Uno de los problemas para Twitter es el escaso o nulo retorno que obtiene de las personas que conocen el producto y su contenido pero no utilizan el servicio. Son todos los que ven los mensajes que difunde Donald Trump, los que ven las conversaciones a través de programas de televisión que las promocionan, los que ven tuits fusilados capturados en un pantallazo y subidos a Facebook, para más INRI. De todo ese impacto, Twitter no ha sido capaz de ni crecer de una forma relevante. Mientras tanto, cada vez más ejecutivos han abandonado la empresa. Muchos (demasiados) de sus directivos y ejecutivos, de hecho, no utilizan Twitter, no conocen el día a día de sus usuarios, los problemas que aparecen, lo que hace que algunos lo abandonen o lo que quita las ganas de incorporarse. Pensar que puede alcanzar el nivel de Facebook ya es una cuestión de fe.
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