Ford ha sido el primer fabricante de automóviles en probar un coche autónomo en Mcity, una ciudad pensada para analizar el funcionamiento de este tipo de movilidad.
Mcity es una ciudad falsa diseñada para que los fabricantes puedan probar en un entorno semireal sus coches autónomos que se abrió en julio de este mismo año. Un paso muy importante para que los vehículos autónomos lleguen en pocos años al mercado y Ford ha querido el primer fabricante en poner a prueba uno de sus coches en esta ciudad fantasma.
Ford lleva trabajando con coches autónomos más de 10 años.
Este simulador del entorno a gran escala ha sido realizado en la Universidad de Michigan y ocupa una superficie de casi 130.000 metros cuadrados para dar cobijo a edificios, carreteras, rotondas, carriles bici, aceras, bocas de riego, barreras de construcción y un largo etcétera. Para esta prueba los responsables de Ford quisieron emplear el Fusion Hybrid con las modificaciones pertinentes para que pueda conducir de forma autónoma.
En el vídeo que la marca ha publicado se puede ver el complejo trabajo que tienen que realizar los sensores LIDAR para mapear el entorno del coche y analizar lo que está pasando, algo similar pero más avanzado a lo que hace el piloto automático de Tesla. Si bien es cierto que no se ve cómo interactúa el coche con otros elementos, es un paso muy importante y del que se aprenderá muchísimo con cada kilómetro recorrido.
El objetivo de Mcity es reducir el número de kilómetros recorridos por los coches autónomos en fase de pruebas en entornos reales poniendo en peligro al resto de conductores. De esta forma, los responsables afirman que 1 kilómetro recorrido en esta ciudad puede llegar a representar hasta 100 en una ciudad convencional al concentrar en poco espacio muchas casuísticas, tipos de asfalto y reacciones ante elementos externos.
El Fusion Hybryd autónomo ha sido el primer coche en rodar por estas calles tan peculiares.
Entre las pruebas a las que sometieron al Ford Fusion Hybrid autónomo dentro de Mcity se encuentran cambios repentinos de señalización, como un cambio inesperado en la luz de paso de los semáforos, cruces con conductores que no respetan las normas (un ejemplo de convivencia entre coche autónomo y convencional) e incluso situaciones con peatones.
Mcity todavía tiene mucho trabajo por delante para poder ayudar al coche autónomo a circular libremente por las ciudades, pero es un paso de gigante que valoraremos muy positivamente en pocos años, cuando a nuestro lado en un atasco o ante un semáforo, el coche de al lado no tenga conductor.
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