
La llegada de un gran número de fabricantes asiáticos al mercado en los últimos años, ha provocado que algunos de los fabricantes más veteranos, se hayan enfrentado a una serie problemas que les han obligado a vender sus respectivas divisiones de telefonía móvil, para poder seguir manteniéndose como empresa en otros sectores.
Fujitsu anunció el pasado jueves un acuerdo por el grupo de inversión de capital Polaris la venta de su división de telefonía móvil. Esta venta forma parte de las medidas que ha tomado la compañía en un esfuerzo por llevar a cabo una reestructuración que dará lugar a división como una entidad independiente, donde Polaris tiene una participación mayoritaria.
Fujitsu atribuye está decisión al cada vez más competitivo mercado global de teléfonos inteligentes, afirmando que no se desvincula por completo, al quedarse con parte parte de la sociedad liderada por Polaris a la que ha vendido su división de telefonía móvil, por lo que no descarta por completo que pudiera regresar en un futuro.
Los primeros rumores acerca de la posibilidad de que Fujitsu vendiera su división de móviles, comenzaron a principios del año pasado. A lo largo de este año han surgido diferentes rumores que apuntaban a Lenovo y Huawei como posibles compradores, rumores que finalmente no han llegado a ningún acuerdo, tal vez porque la idea de la compañía no era desprenderse por completo de este sector.
Tras la venta de Fujitsu, el mercado de la telefonía japonés se queda con tan solo tres fabricantes liderados por Sony, junto a Sharp y Kyocera, empresas que han anunciado que tienen la intención de seguir en el mercado durante muchos años. El sector de la telefonía en Android, se ha convertido en un negocio difícil de mantener ya que tan solo Samsung y Huawei están obteniendo ganancias por las ventas de dispositivos, aunque en Huawei, los márgenes son relativamente pequeños, a pesar de las grandes inversiones que ha realizado la compañía estos últimos años.
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