Noticia Google Maps: cómo crear mapas personalizados (My Maps)

Mapas personalizados My Maps


Si usas Google Maps a diario para moverte por la ciudad o preparar un viaje, te va a encantar descubrir que también puedes crear mapas personalizados con tus propios puntos, rutas y notas. Es una función muy potente que mucha gente pasa por alto porque está bastante escondida en los menús, pero que una vez la conoces se convierte en una herramienta imprescindible.

Gracias a esta opción podrás marcar sitios que quieres visitar, organizar rutas en coche, guardar baños públicos, restaurantes o lugares donde hacer una parada, todo en un mismo mapa que puedes consultar desde el ordenador y el móvil, compartir con otras personas y, si quieres, dejar que también lo editen contigo.

Qué es My Maps y para qué sirve​


La función que te permite crear mapas propios se llama Google My Maps, y es un servicio de Google vinculado a tu cuenta que funciona directamente desde el navegador, sin tener que instalar nada en el ordenador.

Con My Maps puedes dibujar tu propio mapa sobre la base de Google Maps, añadiendo marcadores, líneas, formas y notas. Es como tener una capa encima del mapa estándar donde organizas la información que te interesa para un viaje, un proyecto o incluso para tu trabajo.

Entre las cosas que permite hacer están añadir puntos concretos, crear rutas entre ellos, medir distancias, importar datos desde hojas de cálculo y personalizar colores e iconos para que todo quede mucho más visual.

Además, My Maps está pensada para que puedas compartir tus mapas con otras personas, ya sea solo para que los vean o también para que colaboren editando, algo muy útil para equipos de trabajo o grupos de amigos que preparan un viaje juntos.

Cómo crear un mapa personalizado paso a paso​


Crear mapa personalizado paso a paso


Lo primero que debes hacer es acceder a Google My Maps desde tu ordenador iniciando sesión con tu cuenta de Google. Es importante que entres con la misma cuenta que usas en tu móvil si luego quieres consultar el mapa desde la app de Google Maps.

Una vez dentro de My Maps verás un panel con todos los mapas que ya has creado, los que has visto y los que otras personas han compartido contigo. Desde ahí puedes abrir cualquiera de ellos para seguir editándolo o para consultarlo.

Para arrancar desde cero, haz clic en el botón «Crear un nuevo mapa». Google generará un mapa en blanco con la vista estándar y, en la parte izquierda, un panel donde aparecen el nombre provisional del mapa y las capas.

En la parte superior izquierda del panel verás el texto «Mapa sin nombre»; si haces clic ahí se abrirá una ventana para cambiar el título y añadir una pequeña descripción que explique de qué trata tu mapa, por ejemplo «Ruta por la ciudad» o «Zonas de trabajo del equipo».

Todo lo que vayas haciendo se irá guardando automáticamente en tu cuenta de Google, así que no tienes que preocuparte de perder cambios por olvidarte de guardar.

Crear un mapa desde Google Maps con la opción «Tus sitios»​


Otra forma muy cómoda de llegar a tus mapas personalizados es entrando directamente en la web de Google Maps de siempre, la que usas para buscar direcciones y ver rutas.

Cuando estés en la página de Google Maps, revisa en la esquina superior derecha que aparece el avatar de tu cuenta en lugar del botón «Iniciar sesión», porque si no estás identificado los mapas que crees no quedarán asociados a tu perfil.

Después, fíjate en la esquina superior izquierda, donde verás el icono de tres rayas horizontales. Es el clásico «menú hamburguesa» de Google Maps; haz clic ahí para desplegar el menú lateral con todas las opciones.

Entre las diferentes secciones del menú encontrarás «Tus sitios». Al pulsar sobre ella se abrirá una nueva pantalla con varias pestañas, como «Guardados», «Visitados» o «Mapas».

Dentro de «Tus sitios» tienes que entrar en la pestaña «Mapas». Ahí verás los mapas que ya hayas creado con My Maps y un botón que dice «Crear mapa», que te llevará de forma directa al editor para empezar a personalizarlo sin complicaciones.

Herramientas básicas para diseñar tu mapa​


Cuando se abre el editor de My Maps verás que, además de la barra de búsqueda en la parte superior, hay una serie de iconos justo debajo que son las herramientas principales para trabajar con el mapa.

La primera de ellas te permite añadir marcadores en cualquier punto del mapa. Con esta herramienta puedes pinchar sobre la ubicación exacta donde quieras colocar un punto y darle un nombre, una descripción y, si te apetece, cambiar el icono o el color para identificarlo mejor.

Otra herramienta importante es la que sirve para crear rutas por carretera entre dos o más puntos. Es ideal para planificar un viaje en coche, moto o incluso a pie, trazando el recorrido que quieres seguir entre los diferentes sitios que hayas marcado.

También encontrarás una opción para dibujar líneas o formas libres sobre el mapa, muy útil si quieres delimitar una zona concreta, marcar un barrio entero o señalar un perímetro que te interese por cualquier motivo.

Por último, hay un icono con forma de regla que sirve para medir distancias entre puntos o calcular la longitud de una ruta. Es una función muy útil si estás preparando excursiones, etapas diarias de un viaje o zonas de cobertura de un equipo comercial.

Gestionar el nombre, la descripción y el tipo de mapa base​


En el panel lateral izquierdo de My Maps verás la estructura de tu mapa, con su nombre, descripción y las distintas capas que vayas añadiendo. Desde ese panel se gestiona casi todo lo importante más allá de las herramientas de dibujo.

Si vuelves a hacer clic sobre el título del mapa, puedes modificar el nombre siempre que quieras, así como el texto de descripción. Esto es útil si el mapa evoluciona, si cambias el uso que le das o si quieres que otras personas entiendan al vuelo de qué trata cuando se lo compartes.

Justo debajo del listado de capas encontrarás la opción «Mapa base». Al pulsar en la flecha hacia abajo se abre una galería de estilos de mapa para elegir el que más te guste o el que mejor encaje con lo que necesitas.

Entre las alternativas de mapa base tienes la vista clásica, el modo satélite, el relieve, el mapa político y algunos diseños adicionales hasta completar una colección de varias plantillas diferentes.

Cambiar el mapa base no afecta a tus puntos ni a las rutas que hayas creado, simplemente modifica la apariencia visual de fondo para que tu información destaque más o sea más fácil de interpretar según el contexto.

Capas, categorías y organización del contenido​


Una de las grandes ventajas de My Maps es que te permite organizar la información en capas, algo muy útil cuando quieres agrupar lugares por categorías o por días de viaje.

Imagina que visitas una ciudad y quieres separar lo que vas a ver en «museos», «restaurantes», «miradores» o «sitios para salir por la noche». Puedes crear una capa diferente para cada categoría y añadir los puntos correspondientes dentro de cada una.

En el panel izquierdo tienes siempre visible el listado de capas, de manera que puedes activarlas o desactivarlas marcando o desmarcando la casilla que hay a su lado. Así puedes ver solo los museos, solo los restaurantes o todo a la vez según te convenga.

Esta estructura también te permite gestionar rutas específicas por capa, por ejemplo una capa con el plan del primer día de viaje, otra con el segundo día, etc., o en un contexto profesional, capas para diferentes zonas de trabajo o tipologías de clientes.

Además, los puntos dentro de cada capa pueden personalizarse con colores e iconos diferentes para que se identifiquen de un vistazo, lo que facilita muchísimo la lectura visual del mapa cuando tienes muchos elementos.

Cambiar el estilo visual de puntos y formas​


Cada vez que añades un marcador o dibujas una forma, puedes editar su estilo para adaptarlo a la información que representa. Esto es clave para que el mapa sea fácil de usar y no se convierta en un amasijo de iconos indistinguibles.

Al hacer clic sobre un punto del mapa se abre una ficha con su nombre y descripción, y un icono de bote de pintura que te permite elegir el color del marcador y, en muchos casos, seleccionar un icono concreto (por ejemplo, una cámara para fotos, un cuchillo y tenedor para restaurantes, etc.).

En el caso de las líneas y polígonos, puedes modificar el grosor del trazo, el color y, en algunas opciones, la transparencia del relleno, lo que te ayuda a resaltar zonas sin tapar totalmente el mapa base de debajo.

Esta personalización visual es especialmente potente si combinas My Maps con datos importados desde hojas de cálculo, ya que puedes asignar estilos en función de categorías, valores o etiquetas que tengas en tu base de datos.

Dedicar unos minutos a ajustar colores y iconos compensa, porque transforma un mapa caótico en una herramienta clara, intuitiva y muy rápida de interpretar, tanto para ti como para las personas con las que lo compartas.

Añadir fotos, vídeos y descripciones a los lugares​


Cada punto que coloques en el mapa puede ser mucho más que un simple marcador, ya que My Maps permite adjuntar información extra como fotografías, enlaces y notas detalladas.

Cuando editas un marcador, además del nombre y la descripción, puedes subir imágenes desde tu ordenador, enlazar fotos de la web o incluso incrustar un vídeo, lo que viene genial para recordar por qué ese lugar es especial o para mostrar cómo es antes de llegar.

En un mapa de viaje, por ejemplo, puedes añadir la foto de la fachada de un restaurante, una imagen de la playa que quieres visitar o un vídeo con una reseña que viste y que te convenció para incluir el sitio en la ruta.

En usos profesionales también resulta muy útil poder adjuntar material visual a cada punto, como fotos de un escaparate, del acceso a un local o del interior de un establecimiento que visitas con frecuencia.

Todo este contenido se guarda asociado al mapa, de forma que siempre que abras ese marcador tendrás a mano toda la información importante sin tener que ir buscando en correos o documentos sueltos.

Ver, compartir y editar mapas con otras personas​


Cuando abres un mapa que no puedes modificar, en realidad estás usando el visor de mapas, una interfaz pensada solo para consultar. Desde ese visor tienes varias opciones interesantes aunque no tengas permiso de edición.

Entre las cosas que puedes hacer están buscar contenido dentro del mapa, activar o desactivar capas específicas, cambiar a vista de satélite o utilizar las funciones de compartir, exportar o imprimir el mapa completo.

Si el mapa es tuyo y quieres verlo en modo solo lectura, puedes usar la opción «Vista previa», que te muestra cómo lo verán las personas con las que lo compartas sin las herramientas de edición a la vista.

Cuando el mapa pertenece a otra persona y quieres poder modificarlo, tendrás que solicitar permiso al propietario para que te dé acceso de edición. Hasta que no lo haga, solo podrás consultarlo y usarlo como referencia.

Esta gestión de permisos es especialmente relevante si utilizas My Maps como herramienta colaborativa con un equipo o un grupo de amigos, ya que puedes decidir quién ve el mapa, quién lo edita y quién ni siquiera lo encuentra en las búsquedas.

Ejemplo práctico: mapa colaborativo para un equipo en ruta​


Mapas personalizados Google Maps


Un uso muy interesante de los mapas personalizados es el de los equipos comerciales o de trabajo que se mueven por un territorio amplio, como todo un estado, una provincia o varias ciudades.

Imagina que, como parte de tu trabajo, pasas muchas horas en carretera y necesitas localizar baños públicos, sitios donde comer, lugares tranquilos para esperar en el coche o zonas donde matar el tiempo entre una visita y otra.

Con un mapa colaborativo en My Maps, todo el equipo puede ir marcando los lugares útiles que encuentra, añadiendo notas sobre la calidad, limpieza o comodidad de cada sitio, para que cualquier compañero pueda aprovechar esa información más adelante.

Cada marcador podría incluir comentarios del tipo «este baño está muy limpio», «aquí se come bien y rápido», «perfecto para descansar un rato», de manera que quien vea el mapa sepa qué esperar antes de llegar.

Este tipo de mapas compartidos se pueden ir actualizando de forma continua, enriqueciendo la información gracias a la experiencia diaria de todos los miembros del equipo, y se convierten en una guía viva que ahorra tiempo y mejora el día a día de trabajo en la carretera.

Importar datos desde hojas de cálculo y otras fuentes​


Además de ir añadiendo puntos a mano, My Maps permite importar datos directamente desde archivos como hojas de cálculo, lo que acelera muchísimo el proceso si ya tienes una base de datos con direcciones o coordenadas.

Desde el panel de capas puedes usar la opción de «Importar» para subir, por ejemplo, un fichero CSV o una hoja de cálculo de Google Sheets que contenga columnas con nombres, direcciones, categorías y otra información relevante.

Durante el proceso de importación, My Maps te preguntará qué columnas deben usarse para localizar cada punto en el mapa (por ejemplo, dirección completa, ciudad y país) y cuál quieres usar como título de cada marcador.

Una vez completado, el servicio generará todos los puntos de forma automática sobre el mapa, ahorrándote tener que introducirlos uno a uno manualmente, algo clave si trabajas con decenas o cientos de localizaciones.

Después podrás aplicar estilos, colores e iconos basados en categorías o valores, aprovechando al máximo la capacidad de My Maps para mostrar grandes volúmenes de datos de forma visual y comprensible.

Planificar viajes y rutas de forma visual​


Si estás preparando unas vacaciones, un fin de semana o una escapada, los mapas personalizados son una forma fantástica de organizar a dónde vas, qué quieres ver y cómo te moverás entre un lugar y otro.

En un mismo mapa puedes ir buscando los sitios que te interesan desde la barra superior y añadiéndolos con la opción «Añadir al mapa», de manera que se vayan guardando como marcadores con su nombre original y la información de Google Maps.

Para que todo sea más fácil, puedes dar un color a cada tipo de lugar, como un tono para museos, otro para restaurantes, otro para parques y así tenerlo todo ordenado sin esfuerzo.

Con las herramientas de ruta puedes diseñar recorridos en carretera o a pie entre los distintos lugares que quieres visitar, viendo tiempos y distancias, y ajustando la planificación si ves que te va a faltar tiempo para hacerlo todo en un mismo día.

La gracia está en que todo lo que hagas en el mapa se guarda en tu cuenta, por lo que podrás consultarlo durante el viaje desde la app de Google Maps en tu móvil, simplemente entrando en el apartado de «Tus sitios» y abriendo el mapa que has preparado.

Consultar y gestionar tus mapas creados​


Cada vez que quieras retomar un mapa, ya sea para editarlo o solo para verlo, basta con volver a iniciar sesión en My Maps desde el ordenador o utilizar la opción de «Tus sitios» dentro de Google Maps.

En My Maps verás el listado de los mapas que has creado tú, los que has abierto anteriormente y los que han compartido contigo, ordenados de manera que tengas los más recientes siempre a mano.

Desde ahí puedes abrirlos para seguir añadiendo puntos, modificar rutas, cambiar estilos o ajustar capas. No hay límite práctico para ir mejorando y actualizando la información con el tiempo.

También cuentas con opciones para compartir el enlace del mapa, descargarlo en ciertos formatos o imprimirlo si necesitas llevarlo en papel, algo que todavía en algunos contextos puede venir bien.

La combinación de acceso desde web y desde la app de Google Maps en el móvil hace que tus mapas personalizados estén siempre contigo, tanto en la fase de planificación como cuando ya estás sobre el terreno.

Dominar los mapas personalizados de Google con My Maps te permite pasar de usar el mapa solo para buscar direcciones a convertirlo en un cuaderno de viaje, una herramienta de trabajo o una guía colaborativa llena de información útil. Con marcadores, rutas, fotos, capas y estilos personalizados, puedes adaptar el mapa exactamente a lo que necesitas en cada momento y compartirlo con quien quieras para sacarle todo el partido tanto en tus desplazamientos personales como profesionales.

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