
Nuevos rumores indican que Google exigiría a los fabricantes el uso de versiones recientes de Android si desean vender terminales con Google Apps. Una manera severa, pero quizás efectiva, de combatir la fragmentación.
Desde el inicio de los tiempos (o algo así) siempre se ha criticado al sistema operativo Android por una cosa antes que cualquier otra: su fragmentación. Y es que realmente este es un grave, gravísimo, problema para la plataforma, su ecosistema y sobre todo su comunidad de desarrolladores. La problemática nace, en cierto modo, de la libertad de Android, dado que hoy por hoy existen más de 12 mil dispositivos diferentes contando con el sistema operativo, con distintos tipos de pantalla, tamaños, procesadores, y pare de contar.
Claro, la libertad en Android ofrece grandes beneficios, pero el mayor culpable realmente es ese fabricante que no actualiza los terminales a una versión reciente del sistema, por lo que se fragmenta. Ante esto, Google ha buscado infinidad de soluciones, que notamos especialmente desde la versión 4.0 y su ecosistema único para smartphones y tablets, además de otras mejoras "bajo el capó" del sistema, que permite disminuir la fragmentación, facilitando la actualización a muchos dispositivos.
El problema, es que los fabricantes siguen sin actualizar las versiones de Android de sus productos, o al menos no al ritmo que Google desea (y el usuario merece). Por esto, los últimos rumores que nacen desde Android Police y sus fuentes tienen todo el sentido del mundo, al mostrarnos a un Google que, sencillamente, desea ponerse más agresivo para solventar la actualización.
Nuevos límites por un bien mayor
¿La solución planteada? Poner barreras a los fabricantes en cuanto a los servicios de Google. Si bien el que tiene la última decisión sobre la versión qué correrá el terminal en cuestión es el que lo fabrica, Google exigirá una versión mínima si desea utilizar las Google Apps.

Así, las aplicaciones como GMail, Google Maps, Google Play Store, Google Earth, Google Translate, Google Search, Chrome, YouTube, y pare de contar, que son pilar fundamental en todo dispositivo Android, estarán ligadas a una API de cierto nivel que, directamente, está relacionada a una versión de Android en específico y, por tanto, obligará al fabricante a usar al menos esta versión si desea vender su nuevo y flamante smartphone (o tablet) con estas aplicaciones esenciales.
Una movida muy agresiva, pero que sin duda podría solventar de una vez por todas (al menos a gran escala) el bendito problema de la fragmentación en Android.
...En desarrollo...






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