Utilizar aplicaciones bajo demanda tiene los mismos elementos que la web, y más dominio por Google y Android. Ofrecen ventajas sobre la distribución tradicional de aplicaciones, y pueden inaugurar nuevos canales publicitarios y de ventas.
Con más de 100.000 millones de puntos de acceso en aplicaciones móviles para Android, Google demuestra otra vez su capacidad para liderar tecnológicamente el entorno de las búsquedas, y no estancarse en la web.
Hasta ahora, sólo se podía comparar el contenido de una web con el contenido de una app asociada a esa web —normalmente la aplicación oficial—, y con Google dentro de los dispositivos con Android que utilizan sus servicios, permitía ejecutar la aplicación en esa sección directamente.
Recientemente Google actualizó sus servicios y aplicaciones para ofrecer, de forma limitada y en pruebas, las secciones de apps nativas donde encuentre resultados relevantes, incluso aunque no estén instaladas en el dispositivo. En cierto sentido es un streaming de apps, pero como veremos, es una mezcla de contenido multimedia bajo demanda y web tradicional.
Todo empezó hace dos años con la compra de Agawi. Google inicia así el primer paso de un camino, para poder mostrar aplicaciones como si fueran sitios web. Todo empieza a cuadrar ahora y a medio plazo podríamos tener todas las piezas de un nuevo puzzle.
El post-web es "solo" otra web
El auge de las app stores en los últimos años, ha sustraído uso de webs en favor de apps por parte de muchos usuarios. Google, como principal árbitro de la web, con su motor de búsqueda se ha encontrado estos años ante la primera prueba de fuego sobre su futuro. De no haber controlado una de los principales canales de distribución de aplicaciones, no hubiera podido dar el salto y estaría en una mucho peor situación.
Google tendrá más papeles que interpretar, para bien y para malGracias al control de la distribución, elementos como Google Now On Tap pueden además entrar en sitios donde Google antes "no" podía: acceder a contenido donde los motores de búsqueda no podían entrar, solo usuarios. Digo "no" entrecomillado porque hubiera podido gracias a Chrome o plugins para navegadores que enviaran el contenido de la web a Google bajo demanda. Aunque seguramente operativas así hubieran sido visto con peores ojos en 2005.
No habrá hipervínculos como tal, y se hace más difícil para algunos usuarios crear contenido de forma independiente. Eso sin contar con que dependeremos de Google como dictador benevolente ahora en una nueva posición extra alojando las aplicaciones, además de su puesto como "puerta a Internet" que es para la mayoría de usuarios del mundo.
Se habla de dispositivos post-web, dispositivos de electrónica de consumo que no cuentan con navegador web, solo aplicaciones. La realidad es que tiene las mismas columnas y elementos que constituyen la web tradicional, solo que menos estándar y menos libre.
En vez de servidores web donde alojar webs, ahora habrá servidores de aplicaciones, presumiblemente extensiones de las propias app stores. En vez de pagerank y algoritmos derivados para determinar el contenido más relevante, se utilizarán métricas sociales y de actividad de los propios usuarios. No estarán hechas en HTML y Javascript, sino en Java —por parte de Google—. El acceso no estará restringido por reglas basadas en un robots.txt, no hay de momento un estándar. La principal novedad es que los usuarios pueden enviar contenido completo al que estén accediendo, quieran los desarrolladores de aplicaciones o no.
Nuevos métodos de publicidad y distribución
Anuncios, demos y consultas rápidasEl streaming de aplicaciones supone además, un nuevo y prometedor método para que los usuarios accedan a contenido de forma rápida y sin fricción. No hay instalaciones ni procesos entre medias, no hay que gastar espacio en tu dispositivo para la aplicación.
En el futuro, Google podrá expandir estas capacidades a aplicaciones de anunciantes que quieran que los usuarios tengan una mejor experiencia que la web móvil. Por ejemplo, al buscar por un hotel, podremos entrar en una aplicación oficial en vez de la web.
Además crea un nuevo método de distribución para aplicaciones, creando formas para probar las aplicaciones sin que lleguen a estar instaladas de forma definitiva en el terminal del usuario. Así los usuarios podrán ver y probar aplicaciones antes de decidirse comprarlas por completo.
Parece difícil que Apple no responda en este último campo en breve. Pero mucho más difícil que Apple responda en el campo de integración de las búsquedas, aplicaciones y servicios allegados más.
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